¡Hola, gente!
Al fin he llegado de mis vacaciones de Semana Santa, de Tucacas. Unas playas que están relativamente cerca de mi ciudad y en las cuales fueron las únicas en la que se pudieron bañar la gente de toda Venezuela (porque si fueron a las otras, se jodieron. Había muy mal clima *gota*).
Ayer me enteré de la huelga. Me alegra un poco saber que con mi ausencia participé en ella indirectamente *gota*
También, que la comunidad “
Los mejores fics de parejas Slash y Femslash” ya abrió el
reto de parejas extrañas. Si les interesa, pueden pasarse por allí y aportar algo. Ya sea participando en el reto o recomendando fics. Hay cuatro categorías. Tres de slash: la época de los merodeadores, época de Harry Potter, época post deathly hallows y la de femslash, que solo tiene uno porque hay muy poco :(
Aquí les dejo mi primera respuesta al reto ^^
Diclaimer: Harry Potter no es de mi propiedad.
Título: Días completo para dos.
Advertencia: Fem-slash.
Rated: T
Pareja: Ginny/Astoria
Astoria guarda un secreto. Uno tan grande como la mentira que es su matrimonio. Aunque con éste último no es un secreto para sus conocidos que Draco y ella no se aman y jamás se amaron. Su unión fue por beneficio; ambos estaban conscientes de ello.
Es un secreto que nadie sabe. Lo ha mantenido oculto incluso cuando aún no cumplía la mayoría de edad, cuidando sus pasos y escondiendo las evidencias. Es fácil cuando la experiencia le ha hecho una maestra en mentir. Igual que todos.
Además, Draco jamás pregunta. Jamás quiere saber qué hace cuando se desapareces por tanto tiempo, ni en quién piensa en sus períodos de mutismo absoluto, en el tiempo que pasa abstraída en los pensamientos y viejos y futuros encuentros. Planes que se trazan para dos personas, viajes alrededor del mundo, citas en los lugares más recónditos, días completos para dos.
Alguna vez Astoria se ha preguntado si ese desinterés de Draco se debe a que conoce más de lo que aparenta, y si es así, el engaño está lejos de herirle el orgullo. Astoria sospecha que podría tener un secreto igual que ella, y para su sorpresa, no muere por descubrirlo.
Cada quién hace su vida en ese matrimonio, cada quien vive su mundo en esa Mansión. Lo único que ata a esas dos personas es un niño, nacido casi al mismo tiempo que otro retoño que une a otra aparente relación.
El esposo más famoso del Mundo Mágico no tiene idea de lo que le oculta su esposa tras esos fugaces ojos castaños y la sonrisa de oreja a oreja. A la vista de todos es la mujer perfecta. Hermosa, independiente, profesional y con una vitalidad que nunca se agota. Astoria lo ha comprobado innumerables veces.
Cualquiera pensaría que al único que podría amar Ginny Weasley es a Harry Potter. Y tienen un poco de razón. Cierto es que Ginny lo ama, pero no el tipo de amor que es necesario para vivir toda una vida con él. Es otro, un cariño tan profundo que hace que las noches de sexo se sienta culpable. Pecadora porque en breves segundos deja que alguien que es como su hermano entre en ella. Un secreto que morirá con ella es que nunca ha llegado al orgasmo con Harry, tampoco que sólo le brinda una mínima parte de toda la pasión y desbordante locura que habita en Ginny mientras hace amor.
Semejante dedicación lo conoce su amante. Y Astoria quiere gritarlo mientras es besada por esos labios calientes, esa lengua húmeda que moja su piel y ella misma se moja por el efecto de esas manos sobre su piel; tocándole como en sus más profundas fantasías; Astoria entregándose como nunca antes lo ha hecho con nadie.
El primer encuentro fue antes de estallar la guerra, en un salón vacío y oscuro a media noche. Astoria esperaba a un chico -una cita- que jamás llegó, sentada en un pupitre que se tambaleaba al igual que su cordura; Ginny huía de la persecución del celador y su gata, separada de los amigos que la habían acompañado en la nueva infracción a las reglas del colegio.
Astoria se esforzaba por controlar lo que le producía ser dejada plantada por ese chico tres años mayor; sus ojos se nublaron más de ira que de tristeza y tal era su enfado que habría terminado estallando el salón si Ginny no hubiera intervenido. Logró apaciguarla con fuerza y carencia de palabras dulces, con un hombro en el cual desahogarse a cambio de su silencio (porque aún corría el riesgo de ser atrapadas, y si así era la detención sería para las dos).
No se detuvieron en división de casas, ni en todo lo que las dividía fuera y dentro de Hogwarts. Astoria recuerda bien el momento en el que supo de su existencia, y lo agradece igual de como agradece haber sobrevivido en la época de guerra y decadencia.
El secreto de ambas podría romper miles de corazones, desmoronar sus vidas y la de otros, desencadenar una serie de efectos que no le traerían beneficios a ninguna de las dos. Por eso Astoria ha decidido callarse, y Ginny, con un poco de resistencia, también.
El secreto de lo que ambas son por dentro, lo que llevan encerrado en el pecho, el nombre de cada una latiendo en el corazón, permanecería siendo una verdad sabida en todo el mundo por dos.
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¿Salvarían un gatito dejando un comentario? :3