Hello pretty F-lits! Como va eso? Se que todas odiamos la nueva forma de postear de LJ, yo la primera, pero que le vamos a hacer...una tiene que postear porque es lo que hay. Por eso mismo y tras laaaaaargo tiempo sin subir pedidos de Twitter..aqui van alguno de los atrasados. Estos precisamente son los del a semana del 25 de julio. Si, lo se, llevo meses de atraso -_- Shame on me.
Para:
darkkayaTitulo: Don't Pretend
Fandom: Merlin BBC
Pairing: Arthur/Merlin
Disclaimer: Todo de la BBC mio nada...sino los guiones parecerian una peli porno como minimo xD
Notas: Final de la 2ª temporada asi que puede tener algun spoiler o algo asi...(a estas alturas se consideran spoilers?)
Se sentía mal. Veía a Merlin tan abatido tras volver de su infructuosa búsqueda del señor de los dragones que no lograba entender por qué se sentía tan triste.
Le observaba cada día hacer las tareas sin quejarse, pero notaba esa tristeza rodeándole. Podían decir que era un tonto sin miras, pero la verdad era que prefería parecer tonto y seguir observándolo todo. De esa forma se había dado cuenta de lo que parecía pasarle a su amigo.
Claro que una cosa era saberlo y otra decirlo en voz alta.
Así que seguía observándole desde las sombras a ver en qué deparaba todo. O al menos lo intentó hasta que vio que aquello no iba hacia ninguna parte. Así que finalmente decidió abordar de alguna forma a Merlin porque estaba viendo que el día menos pensado iba a quemar algo o quien sabía qué porque tenía la cabeza en cualquier sitio menos en lo que debía estar.
La oportunidad se presentó una noche mientras el chico encendía las velas de su habitación. Merlin seguía con su trabajo sin darse cuenta del escrutinio al que estaba siendo sometido por Arthur.
“¿Quieres mirar lo que haces, Merlin? No quiero tener que dar la alarma por incendio.”
“¡Eh!”-dijo el chico aún medio concentrado en su trabajo y en sus pensamientos.
“Que cuidado con la vela.”-exclamó mientras cogía la vela que estaba demasiado cerca de un tapiz-“¡Demonios Merlin! ¿Quieres atender a lo que estás haciendo?”
“Perdone, Sire”-le contestó el chico aún sumiso ante su enfado e intentado recogerlo todo de nuevo y colocando las velas en su lugar.
Aquello le terminó de sacar de quicio. Es que acaso no tenía sangre en las venas, ¿o qué? En ese momento decidió que iba a averiguar qué le había pasado a su sirviente para estar así de ido.
“Ven aquí, Merlin.”-le ordenó llevándolo hasta la mesa y haciendo que se sentase.-“¿Se puede saber qué te pasa? Y no me digas que nada que no me lo trago. Algo te pasa y está interfiriendo en tu trabajo así que… dime qué es. No puedo permitir que mi criado ande por ahí siendo un peligro para todos.”
El chico le miró desde el otro lado de la mesa incapaz de decirle. No era como si fuese una opción confesarle a Arthur que Balinor era su padre, que ahora él era el último DragonLord y que para colmo era un mago y le había salvado con el gran dragón. Era complicado. Ni siquiera era una opción aceptable. Así que… tuvo que recurrir a la mentira, como llevaba haciendo desde que había llegado a Camelot.
“La verdad es que me da vergüenza reconocerlo, Sire… echo de menos a Morgana y no sé qué puede haber sido de ella.”-lo dijo con su mejor cara de pena y mirando hacia la mesa intentando parecer creíble. Después de todo sabía perfectamente qué le había pasado a la protegida del rey.
De todas las cosas que podían haber sido aquella no se la esperaba. Sabía que Merlin había sido amigo, o algo así, de Morgana pero nunca pensó que su secuestro iba a dejar a Merlin tan… devastado. Por un momento no supo qué hacer.
“Así que es eso.”-le mencionó.-“Bueno, sea como sea no puedes dejar que esto afecte a tus tareas, Merlin. Te aseguro que conseguiremos traer de vuelta a Morgana, así que céntrate. No quiero despertar un día entre cenizas.”
El mago asintió y rápidamente escapó de la habitación del príncipe antes de que éste le pidiese más explicaciones. Arthur se quedó allí, sentado en la mesa de su habitación, pensando en lo que había sucedido.
Era lógico que su amigo se hubiese fijado en Morgana. Lógico, aunque no lo aprobaba. Y no sólo no lo aprobaba por la diferencia de estatus social sino porque no le gustaba. No le gustaba que Merlin sintiese algo por Morgana y aunque no quería pensar en el porqué sabía que a sí mismo no podía negárselo. Podría decir que era porque la consideraba su hermana, pero él sabía muy bien que no era por eso. Otra cosa es que pudiese ser capaz algún día de dejar de fingir que no lo sabía.
Para:
darkkayaTitulo: Lio
Fandom: Fassavoy RPS
Paring: James McAvoy/Michael Fassbender
Disclaimer: Nada mio...ellos se pertenecen a ellos mismos y eso xD
Notas: Esta es la segunda parte de cierto RPS de estos dos llamado
Nudos que tambien pidio esta señorita y que en fin...queria segunda parte, lo que pasa es que creo que no quedo como tu querias cielo xD
Terminar las entrevistas y el pase de la película siempre era una bendición. Acabar con la fiesta posterior también, pero lo mejor era llegar al hotel de una maldita vez y sentir que estaba en casa, o algo así. No podía llamarlo casa porque no lo era, pero prefería los hoteles a las alfombras rojas. Aunque seguía algo molesto con Michael.
“¿Tenías que enseñarles la cicatriz de lo del carrito de golf?”-le preguntaba mientras salían del ascensor en su planta. -“Ya te pedí perdón cincuenta veces por ello.”
“James no era más que una broma. Es la anécdota que todos quieren oír, ya sabes. Desde que se le escapó a uno del equipo delante de su nuero que tiene contactos en no sé qué agencia de publicidad… todo el mundo quiere saber la historia del carrito de golf. ¿Qué quieres que le haga yo?”
Lo peor era que tenía razón. Era culpa de aquel anónimo currante que había ido con la voz a los periódicos. No podía echarle la culpa a Michael por eso.
“Tienes razón… en fin, ¿por qué estabas antes tan cabreado con tu representante?”-preguntó interesado. Llevaba todo el día haciéndose esa pregunta, pero tampoco era algo que podía preguntarle directamente. El irlandés suspiró antes de contestarle.
“Nada en especial. Quieren que haga una comedia romántica. ¿Yo? ¿En una comedia romántica? Me he negado. No me van. Y claro, a mi representante no le ha gustado. Ha empezado con lo de “sería bueno para tu carrera, llegarías a público más joven, blah, blah, blah”. Lo de siempre.”
“La verdad es que no te veo en una comedia, no das el perfil.”-le comentó divertido. Michael le encaró con un gesto ficticio de ofendido.
“¿Perdona? Yo puedo ser muy gracioso si quiero.”
“El baile tonto del aparcamiento en Fish Tank no cuenta, Michael.”-le mencionó casi riéndose. El aludido se paró en medio del pasillo y le miró sorprendido.
“¿Has visto Fish Tank? ¿Por qué no me dijiste que la habías visto?”-le reclamó sorprendido.
“Sí, la vi hace tiempo. Bah, no te lo dije porque tampoco era algo tan importante. Me gustó en general, aunque te ha dado una fama de asaltacunas que no veas, querido amigo.”
“Bueno... si tengo es porque será verdad, ¿no?”-dijo mientras se acercaba a él. -“Después de todo todos sois más jóvenes que yo…”-le dijo cogiéndole la corbata y tirando un poco de ella.
De pronto James sintió como el aire no le llegaba bien a los pulmones y como el solo roce de los dedos de Michael en su corbata estaba mareándose de una forma increíble. En parte era por el recuerdo de aquella mañana cuando le había anudado la corbata con aquellos dedos largos y ágiles. Y no podía negar que su mente había trazado unos pensamientos para nada inocentes de cómo podrían haber seguido aquellos dedos sobre él.
Sin embargo, todo acabó con aquel simple roce de los dedos de Michael en aquella prenda y en una sonrisa maliciosa en sus labios. De esas que ponía en sus mejores papeles de villano. No pudo evitar que le viniese a su memoria su papel de demonio en aquella serie. Michael era maligno, cada día le queda más claro. Sobre todo cuando hacía aquellas cosas y luego se iba sin más.
“Bueno, ésta es mi habitación. Hasta mañana, McAvoy, que descanses.”-dijo volviéndose hacia su puerta y entrando en la habitación sin mirar atrás.
James se quedó allí, en aquel blanco pasillo, mirando la puerta casi durante diez minutos tratando de calmar sus instintos. Como siguiesen así iba a morir de un síncope.
Para:
hiensoulTitulo: Nostalgia.
Fandom: Harry Potter
Pairing: Sirius/Remus
Disclaimer: Todo de JK y de la Warner y etc, etc, etc, nada mio...nada.
Notas: Me pediste algo feliz y me salio algo melodramatico sorryyyyy T_T
Volver a pasear por los terrenos de Hogwarts le trae recuerdos. De bromas hechas con sus amigos, de tardes pasadas mirando el infinito o el gran lago, de días de sol echados en la hierba tras los exámenes… demasiados recuerdos de gente que no volverá a ver nunca.
Se sienta bajo un árbol. Un árbol donde pasaba las tardes de otoño y primavera leyendo y charlando con Lily de cualquier cosa que se les pasase por la cabeza. Ese árbol donde por primera vez Sirius se acercó y se sentó a su lado a ver el paisaje. Donde se reclinó contra el tronco y soltó un “no entiendo qué les ves a las vistas” justo antes de darse cuenta de que era precisamente las vistas lo que era bonito de
ese sitio.
Ese árbol donde lloraba sin consuelo cuando Sirius apareció y le dijo que no valía la pena llorar por alguien que no te merecía. Donde a pesar de sus palabras él seguía llorando, hasta que Sirius calló sus sollozos con un beso. Allí, contra aquel árbol.
Y ahora, años después, una guerra a sus espaldas, miles de muertes y la pérdida de casi todos sus amigos; Remus Lupin sonríe al ver aquel árbol. Al volver a pasear sus pálidas manos por los surcos del tronco, al volver a oler la savia. Sonríe porque a pesar de todo lo malo que ha pasado en su vida aquel árbol siempre guardará sus mejores recuerdos. Los de la gente que amó con cada fibra de su ser. Sus amigos, sus compañeros, Sirius… ¿Por qué va a llorar ahora sabiendo que podrá reunirse con ellos? Sonríe porque los volverá a ver. Tarde o temprano. En algún momento volverá a revivir los recuerdos de aquel árbol, pero con sus protagonistas.
Para:
lea1santomeTitulo: Nowhere
Fandom: Hawaii Five-0 Crossover con True Blood
Pairing: Eric/Danno
Disclaimer: Nada mio y la idea esta es de la loca esa que lo pidio xD
Notas: Volvemos con otro Crossover donde Danny sigue a su ex-esposa hasta Bon Temps y confraterniza con vampiros y demas criaturas.
Rachel podría haberse mudado a cualquier sitio, pero tenía que hacerlo a un pueblo en medio de ninguna parte cuyo su mayor mérito era tener un Sheriff que no vivía pegado a una botella. Sí, un sitio en medio del sur de América. Cuando él y los sureños no se llevaban bien porque no pegaban ni con cola. A ese sitio se había mudado su ex-mujer. A Bon Temps.
Claro que el sitio no podía ser un pueblo de mala muerte normal. No. Tenía que estar lleno de vampiros, hombres lobos, gente rara, pirados y sobre todo borrachos. Y nunca pensaba que iba a decir eso, pero prefería a los borrachos que a los vampiros. Sobre todo porque los primeros eran idiotas pero no hipnotizaban con la mirada como los segundos.
Lo de la mirada hipnótica lo sabía bien. En su primer caso tuvo que lidiar con vampiros y conoció al sheriff vampirismo de aquella área (o algo así, aún no entiende la jerarquía vampírica). Eric Northman. Un vampiro rubio, de ojos azules y con más años a sus espaldas que una momia.
Se hicieron algo así como amigos. Al parecer al vikingo rubio le hacía gracia que Danny Williams hubiese sacrificado todo por su hija y a Danny le beneficiaba su amistad con el rubio, era mencionar su nombre y todo vampiro colaboraba. Una vez recuerda uno que no lo hizo... no volvió a verle nunca más.
Pero claro, así como la amistad entre un hombre y una mujer no puede darse de forma inocente, tampoco la de un vampiro y un humano. Poco tardó Eric en querer algo más de Danny de lo que este parecía dispuesto a darle.
Los intentos del vampiro de llevarle a su cama, nido, ataúd o en lo que durmiese no hacían efecto a Danny, que lo único que hacía ante ellos era huir lejos si era preciso. Por eso mismo siempre estaba alerta en aquel sitio de mala muerte.
O lo solía estar hasta aquella noche.
El caso había ido mal desde el principio y había acabado con un policía en la morgue y un bicho asqueroso fuera de los límites del condado gracias a los vampiros. Danny llevaba sin beber casi desde que se había casado y había nacido Grace. Aquella noche se permitió beber hasta que Sam le dijo que era suficiente. Si lo decía Sam era que ya se había pasado de su límite hacia tiempo.
Tambaleándose camino de vuelta a su pequeña casa en aquel maldito pueblo, pero no llegó a ir muy lejos solo. Eric se apareció a su lado cuando llevaba tan sólo diez minutos fuera del bar y cincuenta metros andados desde la puerta.
”Pareces intoxicado, Williams.”-le dijo cuando se apareció a su altura. El aludido tan sólo gruñó.
”Déjame en paz, Northman. No estoy de humor.”
”Vaya. Una pena. Yo podía hacerte cambiar ese humor de perros si quisieses.”-le propuso con su mejor sonrisa seductora.
Como respuesta obtuvo otro gruñido que le advirtió que no quería oír nada más. Caminaron por la calurosa noche sureña hasta la entrada del pueblo donde Danny ya no sabía qué hacer. Le estaba poniendo nervioso, cosa que nadie conseguía normalmente. Cuando empezó a ver su casa a lo lejos el nerviosismo aumentó en su organismo así como el ritmo de su corazón y el bombeo de alcohol a su sangre. Aún no es capaz de darse cuenta de en qué momento estaba pensando que quería que se fuese el maldito vampiro y en cuál todo cambió y Eric estaba en su salón besándole y él se estaba dejando.
Realmente no lo tiene aún bien claro. Le echa la culpa mayoritariamente al alcohol, pero quizás algún poder vampírico también andaba allí metido. Fuese como fuese, lo único que sacó en claro aquella noche fue que acabó en su cama estándar, entre sábanas revueltas y con un rubio vikingo vampiro empujando dentro de él y haciéndole gemir contra la almohada. Del resto poco se acuerda.
Y sinceramente tampoco quiere acordarse. Está en medio de ningún sitio, se ha levantado con resaca, ese fin de semana Rachel no le dejará a Grace, tiene marcas de mordidas de vampiro en el cuello y tal dolor de cabeza que es como si estuviese en un festival de tambores con todo tocando a la vez dentro de ella.
Realmente lo último que quiere hacer es pensar.