Sep 22, 2008 03:20
Ahí va, ¿que qué hago yo conectada a las tantas de la mañana un domingo? Pues... ¡porque estoy de vacaciones! *bailotea por doquier. Son mis primeras y merecidísimas vacaciones hasta principios de octubre, así que las estoy dedicando a mis actividades de antaño: escuchar música, procrastinear, gruñirle al photoshop y tener conversaciones metafísicas xD Así da gusto, la verdad :)
Además, ya cumplí el contrato en el curro y me han renovado para un año más porque parece ser que están contentos conmigo (y con mi productividad xD). Me he esforzado muchísimo para conseguirlo, dejándome las pestañas y la miopía en el proceso... así que gracias a ello estas vacaciones son aún más merecidas si caben. Por lo pronto me voy a Alemania, a Frankfurt, a visitar a mi querido Alex, hacer turismo como Lennon manda (Goethe *________*) y, de paso, iniciar mi periodo de desconexión del mundo más que necesaria. De allí iré a Pamplona, que no la visito desde hace medio año y quién sabe cuándo podré volver xDDD
En fin, por ahora parece que en varios aspectos de mi vida todo sale a pedir de boca, así que más vale aprovecharlo y disfrutarlo. Este fin de semana ya he celebrado un poco lo que tocaba celebrar con un par de salidas juerguiles que me han venido como mano de santo: pizza del 7 pecados y kalimocho con absenta del untoten el viernes con mis michiamigos; KDD de Flickr el sábado que comenzó cuando salí de mi casa a las 6 de la tarde y no regresé a ella hasta la 1 del mediodía del día siguiente. Volví a casa con unas pintas que parecía recién salida de una rave, y no era para menos: el día anterior fuimos al Albaycin, de ahí a la Alhambra, cenamos en una camperería y acabamos hasta las 5 de la mañana bebiendo litronas en el hipercor como si fuéramos universitarios (... bueno, en realidad algunos con los que iba sí que lo son xD). Dormí en casa ajena donde había una wii y un trivial, y me dormí escuchando a un colgado en la calle gritándole a su ex-novia para que bajara entre insultos más que curiosos (true story). Lo que me despertó del todo fue el dulce aroma de unos pasteles que habían comprado para que desayunáramos.
Desde luego, si es que ya lo he dicho más arriba: así da gusto. Y eso que sólo es el principio ;)
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