Fic de Bones - A new day will come

Aug 19, 2008 22:05

Creo que no es ningún secreto que tengo un crush importante con Booth de uniforme y llevaba tiempo, bastante tiempo, queriendo escribir algo con eso. Pero no se me ocurría nada o al menos no era capaz de plasmar nada coherente en el papel... hasta hoy.

Es tirando a angst, pero tampoco demasiado, para que vamos a engañarnos y lo he escrito de una forma "rara", en plan viñetas o algo así, con frases cortas y abusando del punto y seguido. Y aunque no sé si es bueno, malo o regular os puedo asegurar que me he quitado un peso de encima, así que con eso me conformo.

Antes que nada avisar que no tengo ni idea de cómo funciona el ejercito de los Estados Unidos ni de si lo que cuento es posible. Ni siquiera tengo demasiado claro como van los rangos allí, pero como esto es fanfic, pues eso.


A new day will come

Recibió la notificación del Comandante en Jefe de los Ranger a primeros de marzo. Apelaban a su honor, su lealtad, su fe en la libertad y su amor a su país. Le recordaron su excelente historial pasado y sus inmejorables servicios prestados. Le reclamaban para una misión que, decían, sólo él podía llevar a cabo. Seis meses de su vida a cambio de la libertad de un pueblo. Quiso tirar la carta pero desde el primer momento supo que no podría rehusar. En menos de quince días se encontró rumbo a Afganistán.

***

Ella pensó que estaba bromeando cuando se lo comunicó pero él nunca bromeaba cuando se trataba del ejército. Le pidió que no fuera pero él ya había tomado una decisión. Cuando quiso hacerla albacea de su testamento ella se negó. Por primera vez en toda su vida fue irracional y estuvo tres días sin hablarle hasta que se rindió a la evidencia y se preparó para dejarle marchar.

***

La noche anterior a su partida le invitó a cenar a su casa. Procuró no dejar de sonreír durante toda la noche pero cuando él no miraba luchaba por contener las lágrimas. Él la recordó que nunca había roto ninguna promesa que la hubiera hecho y ella le hizo prometerle entonces que no volvería envuelto en una bandera. Quiso pedirle que se quedara con ella aquella noche pero en el último momento se acobardó y él se marchó a su casa después de abrazarla una última vez. Se arrepintió durante toda su vida de no habérselo pedido.

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Se despidió de sus amigos, su familia y su hijo el día anterior y les dijo que no fueran a despedirle. Debía haber supuesto que Bones no le haría caso. Cuando llegó a la base aérea ella ya estaba allí. Nunca le preguntó como había conseguido el permiso para entrar.

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Ella sonrió con tristeza al verle de uniforme. Apenas tuvieron tiempo de despedirse cuando a él le mandaron embarcar. No había dado ni una docena de pasos rumbo al avión cuando se giró, la miró otra vez, volvió corriendo hacía ella y la besó. Antes de separarse ella le besó dos veces más. No cruzaron ni una sola palabra. No les hizo falta.

***

Nunca pudo recordar como hizo el camino de vuelta desde la base del ejército hasta el Jeffersonian, pero no se permitió llorar hasta que se encerró en su despacho. En los labios aun le quemaban sus besos. Pensó que tres besos para soportar seis meses sin él no era demasiado. El aún no había terminado de cruzar el océano y ya le echaba de menos.

***

Soñó con ella todas las noches y a veces, por el día, en los momentos de mayor extenuación, le parecía verla en medio del desierto. El viento ardiente le abrasaba las mucosas, los ojos le escocían por la arena y tuvo los labios permanentemente quemados. Volvió a matar por su país y se odió a si mismo en cada una de las ocasiones. Sólo el recuerdo de ella y de su hijo le mantuvieron en pié. Cada vez que rezaba rogaba por ellos mas que por si mismo incapaz de creer que Dios le daría su perdón. Creyó que no saldría vivo de allí.

***

Las pesadillas la hacían despertarse cubierta de un sudor frío y con el corazón palpitándola frenéticamente. A veces la entregaban unos huesos que ella sabía de él para que los identificara. Otras veces volvía a verse en su funeral, sólo que esta vez él no estaba allí de incógnito mirándola desde atrás.

***

Las únicas noticias que tuvo de él durante cuatro meses eran los cada vez más esporádicos correos electrónicos que le mandaba. En todos ellos él tendía a bromear pero ella le conocía demasiado bien para saber que aunque no se lo dijera aquello le estaba destrozando. Sólo una vez la dijo que jamás debería haber ido. Que la necesitaba. Aquella noche ella no fue capaz de dormir.

***

Habló con todos sus contactos y pidió favores a gente que creyó que nunca volvería a tratar. Consiguió un permiso especial de veinticuatro horas para ir a Kabul. Vio miedo en los ojos de Angela cuando se lo dijo pero de los labios de su amiga no salió ni una sola palabra de protesta. No la hubiera valido de nada. La abrazó y la deseó buena suerte. No le contó nada a él para que no la prohibiera ir. Aunque tampoco le hubiera valido de nada.

***

Llegó a aquel rincón del mundo a primera hora de la mañana de un día de mediados de julio. Lo primero que le preguntó a la sargento que la recibió fue por el emplazamiento del teniente Seeley Booth. Estaba en una misión con destino desconocido. Esperó durante todo el día a las puertas de su campamento. Ni siquiera fue consciente del calor.

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Pensó que le dolían músculos que ni siquiera sabía que tenía pero que seguro que ella sabría ponerles nombre. Las veinticuatro horas que había pasado de guardia en medio del desierto habían sido lo más parecido a un infierno que recordara y los ojos se le cerraban mientras el vehículo especial le llevaba de regreso al campamento. Supo que tenía otro espejismo cuando creyó verla allí, de pié, bañada en la luz del atardecer, como un ángel esperándole a las puertas del cielo.

***

Le dijeron que probablemente llegaría a última hora de la tarde pero no quiso creerlo hasta que le vio bajar del vehículo. Algo más delgado. Bronceado por el sol. Tan alto como siempre. Cansado. Con aspecto de llevar el peso del mundo sobre sus hombros. La voz se le quebró al llamarle por su nombre. Tuvo la sensación de que él la miraba sin verla. Fue corriendo a su encuentro.

***

La vio correr hacia él y pensó que quizá no fuera un espejismo en realidad. Oyó su nombre de sus labios y supo que estaba allí de verdad. Corrió hacía ella lleno de preguntas pero con un sólo propósito, perderse entre sus brazos.

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Le oyó llamarla Temperance en lugar de Bones. No dijo nada más, sólo la besó. Una y otra vez. Y otra vez más. Y otra más. Y otra más.

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Pasaron toda la noche juntos abrazados bajo las estrellas. Él enredó sus dedos en su cabello y enterró su cara en su cuello incapaz de creer que estaba realmente allí. Deseaba hacerla el amor como jamás había deseado nada en la vida pero no era ni el lugar ni el momento adecuado. Tuvo que conformarse con estar con ella. Hablaron de Parker. Y siguió besándola.

***

Tuvo que marcharse a la mañana siguiente. Le hizo prometerle, otra vez, que volvería a sano y salvo. Él la juró que nada le impediría volver a su lado. Cuando el avión hacía mucho que había desaparecido en el horizonte él todavía seguía mirando hacía el cielo.

***

Cumplió su promesa y regresó a casa dos meses después. Ella le estaba esperando en la base, en el mismo lugar en el que le despidió. Cuando le abrazó entre lágrimas, las últimas que derramó, supo que jamás se volvería a separar de él.

Fin

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