Que dicen por ahí que en la próxima season Hart Hanson quiere hacer un capítulo doble de Bones donde Booth y Brennan tengan que ir a Londres. Squeeeee
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Oh, por Dios, debo dejar de reírme un poco, o no podré empezar a escribir un intento de respuesta.
¿BOLEADORAS? Bwajajajajajjjjj!!!!! En mi larga vida, no estuve ni cerca de uno de esos artefactos...
Asumo, mi querida Mordaz, que estás bromeando, ¿verdad? ¿O en serio creés que los argentinos somos TODOS poco confiables, que TODOS bailamos tango, que TODOS usamos boleadoras, que TODOS condimentamos con chimichurri nuestras comidas asadas?
O sea, todo bien con el tango, que es una danza de lo más sensual, y todo eso, pero... acá se baila todo tipo de ritmos, no sólo tango. Boleadoras, sólo en los festivales folklóricos, y sólo quienes van disfrazados de gaucho.
En cuanto al temita de la confianza, otro estereotipo, porque buena gente y mala gente se puede encontrar en cualquier latitud, así como confiables y no tanto, y un montón de etcéteras. En Argentina, como en cualquier rincón del planeta, podés encontrar montones de personas geniales, y también de las otras. Sólo es cuestión de buscar.
En fin, que me he divertido un montón con esto de los estereotipos.
"Todas las generalizaciones son malas, dijo el profesor. Una alumna levantó la manito y preguntó: ¿Todas?"
Por supuesto que sé que son tópicos que no reflejan la complejidad de un país. Como los franceses y la baguette bajo el brazo.
Por ejemplo, desde fuera se ve a España como algo que no es. Cada comunidad es muy distinta, con costumbres diferentes. Los catalanes tenemos fama de poco sociables, trabajadores y muy "agarrados" (que no soltamos un euro ni a palos). Obviamente no es cierto. Aunque en el fondo hay cierta verdad en ello, porque somos gente "tranquila" si se nos compara con los andaluces, de los que se dice que mienten más que hablan. O los valencianos, que son malas personas. O los vascos, que son idiotas y unos brutos. O la chulería legendaria de los madrileños. O la desconfianza a ultranza de los gallegos. O la pereza patológica de los canarios.
Venimos sufriendo el rollo de los toros y el flamenco desde toda la vida, cuando aquí se baila un danza aburridísima en el que se toman las manos en un círculo y el tema de los toros no está nada bien visto.
Ahí, ahí, vosotros tenéis fama de tacaños. Te lo digo yo que soy más chula que un ocho Bwajajajajajajaja
De todos modos si no tuviéramos tópicos ¿que serían de los chistes de "van un inglés, un francés y un español…" o "van un catalán, un madrileño y un andaluz…"? xD
Evidentemente no TODOS bailáis el tango o no TODOS condimentáis con chimichurri... pero sí que TODOS tomáis mate. Mira, eso es una cosa de la que no me he acordado hasta ahora, otro tópico sobre vosotros es que siempre estáis tomando mate. Tú dirás lo cierto o falso que es esto xD
Y evidentemente, tal y como tú dices, en todo los sitios hay gente buena y mala. Eso no tienen nada que ver con el país en el que se nace.
Ah, eso sí. El mate está presente en el 99.99% de los hogares argentinos. ¡El mate! Me hiciste acordar de esta reflexión:
"El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda.."¿unos mates?". Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos. Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿Dulce o amargo?". El otro responde:"Como tomes vos". Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos! mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras EL otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!". Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, "¿está caliente, no?". Es la modestia de quien ceba el mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir."
Vaya, más que una bebida o alimento (nunca he tenido del todo claro como lo definís) es toda una forma de vida. Me ha gustado mucho la "reflexión". Realmente bonita.
Y como para agregar algo a lo que Pilgrim colocó como comentario, diré que Argentina no es el único lugar donde se toma mate. En Paraguay y en Uruguay, por ejemplo, se toma muchísimo mate. No sé con respecto a Paraguay porque no he ido, pero sí sé que la gran diferencia entre el tema del mate en Argentina y Uruguay radica en dos cosas fundamentales: La primera, en Uruguay encontrarán gente por la calle con el mate. Nosotros tomamos mate en la oficina, y en la casa, o en el picnic, pero no van a vernos con el temo y el mate por las veredas. Porque aún cuando uno toma mate solo, sigue siendo un ritual de compartir en este país. La segunda, en Argentina en una casa hay un equipo de mate. No uno por cada integrante de la familia o persona que habita el lugar, sino uno para todos. En Uruguay, cada persona tiene su propio mate. Es algo... no sé. Más de cada uno. Como dice la reflexión que Pilgrim ha puesto allí para todos, el mate aquí es algo para compartir, o para meditar. Pero más de compartir que de meditar.
Quizá sea porque Uruguay ese es gran desconocido… pero te puedo asegurar que aquí dices "mate" y la gente lo asocia inmediatamente a Argentina. Y yo he visto aquí a la gente por la calle con el termo de mate en la mano. Quizá eran Uruguayos.
Como dice la reflexión que Pilgrim ha puesto allí para todos, el mate aquí es algo para compartir, o para meditar. Pero más de compartir que de meditar. Me encantaría tomarme uno con vosotros. De verdad que sí. Igual algún día.
Si has visto gente con mates en las calles de Madrid, PASEANDO, pueden ser argentinos. EStán de vacaciones. Uno lleva el mate para poder sentarse en una plaza a tomar y comer galletitas. Pero no llevaríamos el mate en un día cualquiera, en nuestra ciudad, mientras hacemos los trámites laborales o personales comunes. Los uruguayos toman mate mientras caminan del trabajo a la casa. Ahí todos van con el termo bajo el brazo. Me pareció bastante extraño cuando lo vi, pero ¡cada cual con sus gustos! Uruguay, por cierto, está cruzando el Río de la Plata. Y aunque hemos estado en pie de guerra los últimos tres años por un asuntito de que ellos han colocado una papelera sobre un río cuyas aguas bañan las costas de ambos países, siempre hemos sido dos países muy unidos y cercanos. Casi te diria que como hermanos. Prometo que la próxima vez que vaya por España llevaré mi mate y yerba. Y les convidaré a mis amigos. Y aunque esto casi segura de que no va a gustarles (es un gusto adquirido, como la cerveza. No es algo instantáneo), al menos sabrán de qué va el bendito ritual, ¿no? Besos
¿BOLEADORAS? Bwajajajajajjjjj!!!!! En mi larga vida, no estuve ni cerca de uno de esos artefactos...
Asumo, mi querida Mordaz, que estás bromeando, ¿verdad? ¿O en serio creés que los argentinos somos TODOS poco confiables, que TODOS bailamos tango, que TODOS usamos boleadoras, que TODOS condimentamos con chimichurri nuestras comidas asadas?
O sea, todo bien con el tango, que es una danza de lo más sensual, y todo eso, pero... acá se baila todo tipo de ritmos, no sólo tango. Boleadoras, sólo en los festivales folklóricos, y sólo quienes van disfrazados de gaucho.
En cuanto al temita de la confianza, otro estereotipo, porque buena gente y mala gente se puede encontrar en cualquier latitud, así como confiables y no tanto, y un montón de etcéteras. En Argentina, como en cualquier rincón del planeta, podés encontrar montones de personas geniales, y también de las otras. Sólo es cuestión de buscar.
En fin, que me he divertido un montón con esto de los estereotipos.
"Todas las generalizaciones son malas, dijo el profesor. Una alumna levantó la manito y preguntó: ¿Todas?"
Besos, guapa!
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Por ejemplo, desde fuera se ve a España como algo que no es. Cada comunidad es muy distinta, con costumbres diferentes. Los catalanes tenemos fama de poco sociables, trabajadores y muy "agarrados" (que no soltamos un euro ni a palos). Obviamente no es cierto. Aunque en el fondo hay cierta verdad en ello, porque somos gente "tranquila" si se nos compara con los andaluces, de los que se dice que mienten más que hablan. O los valencianos, que son malas personas. O los vascos, que son idiotas y unos brutos. O la chulería legendaria de los madrileños. O la desconfianza a ultranza de los gallegos. O la pereza patológica de los canarios.
Venimos sufriendo el rollo de los toros y el flamenco desde toda la vida, cuando aquí se baila un danza aburridísima en el que se toman las manos en un círculo y el tema de los toros no está nada bien visto.
TÓPICOS. En fin!
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De todos modos si no tuviéramos tópicos ¿que serían de los chistes de "van un inglés, un francés y un español…" o "van un catalán, un madrileño y un andaluz…"? xD
Besos
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Mira, eso es una cosa de la que no me he acordado hasta ahora, otro tópico sobre vosotros es que siempre estáis tomando mate. Tú dirás lo cierto o falso que es esto xD
Y evidentemente, tal y como tú dices, en todo los sitios hay gente buena y mala. Eso no tienen nada que ver con el país en el que se nace.
Besos
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"El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.
Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda.."¿unos mates?".
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate.
Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿Dulce o amargo?". El otro responde:"Como tomes vos".
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas.
Siempre.
Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a
nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha
descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos! mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras EL otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!".
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, "¿está caliente, no?".
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir."
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Me ha gustado mucho la "reflexión". Realmente bonita.
Besos
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En Paraguay y en Uruguay, por ejemplo, se toma muchísimo mate.
No sé con respecto a Paraguay porque no he ido, pero sí sé que la gran diferencia entre el tema del mate en Argentina y Uruguay radica en dos cosas fundamentales:
La primera, en Uruguay encontrarán gente por la calle con el mate. Nosotros tomamos mate en la oficina, y en la casa, o en el picnic, pero no van a vernos con el temo y el mate por las veredas. Porque aún cuando uno toma mate solo, sigue siendo un ritual de compartir en este país.
La segunda, en Argentina en una casa hay un equipo de mate. No uno por cada integrante de la familia o persona que habita el lugar, sino uno para todos.
En Uruguay, cada persona tiene su propio mate. Es algo... no sé. Más de cada uno.
Como dice la reflexión que Pilgrim ha puesto allí para todos, el mate aquí es algo para compartir, o para meditar. Pero más de compartir que de meditar.
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Y yo he visto aquí a la gente por la calle con el termo de mate en la mano. Quizá eran Uruguayos.
Como dice la reflexión que Pilgrim ha puesto allí para todos, el mate aquí es algo para compartir, o para meditar. Pero más de compartir que de meditar.
Me encantaría tomarme uno con vosotros. De verdad que sí. Igual algún día.
Besos
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Los uruguayos toman mate mientras caminan del trabajo a la casa. Ahí todos van con el termo bajo el brazo. Me pareció bastante extraño cuando lo vi, pero ¡cada cual con sus gustos!
Uruguay, por cierto, está cruzando el Río de la Plata. Y aunque hemos estado en pie de guerra los últimos tres años por un asuntito de que ellos han colocado una papelera sobre un río cuyas aguas bañan las costas de ambos países, siempre hemos sido dos países muy unidos y cercanos.
Casi te diria que como hermanos.
Prometo que la próxima vez que vaya por España llevaré mi mate y yerba. Y les convidaré a mis amigos. Y aunque esto casi segura de que no va a gustarles (es un gusto adquirido, como la cerveza. No es algo instantáneo), al menos sabrán de qué va el bendito ritual, ¿no?
Besos
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