Drabble Spangel. Heavens white rose
El 2007 ha sido el año en el que me convertí definitivamente al spangel... así que creo que no hay mejor manera de acabar el año que haciendo que mi última actualización sea un drabble spangel.
Aunque si alguien quiere también puede ser spuffy. E incluso bangel, si me apuráis.
Tristón, eso sí. Y curiosamente el primero en el que digamos que trato la relación de los dos vampiros con la Cazadora. Claro que para esto... casi mejor hubiera dejado en paz a la pobre Buffy.
En fin, yo no soy demoniodehiel y no tengo sus ataques repentinos de inspiración que la llevan a escribir sus increíbles fics, pero esto me vino así de repente ayer en el metro y así quedó. Vosotros diréis.
Heavens white rose
Le hubiese gustado llorar. Quizá así el dolor que le atenazaba el corazón fuera un poco más soportable. Desde que le habían comunicado la noticia sus ojos estaban secos. No podía llorar. Aunque lo deseaba. Pero tenía que ser fuerte. Por los dos.
Cuando le contó a Spike lo que había ocurrido, este se derrumbó en sus brazos, llorando como un niño. Y mientras le acariciaba buscó palabras de consuelo que no encontró. Sólo sus labios consiguieron secar las lágrimas de un profundamente apenado Spike y sólo sus palabras de amor consiguieron apenas calmar el dolor de su childe.
Ahora, días después, una única lágrima rueda por la mejilla de su amante mientras su mano derecha sostiene un solitaria rosa blanca. Sus ojos fijos en la lápida de mármol que brilla bajo la luna.
No han hablado desde que llegaron al cementerio, sumido cada uno en sus propios sentimientos, por eso se sobresalta al oír la suave voz de su compañero.
-Nunca llegó a quererme. No al menos como te quiso a ti.
-Eso no es cierto, Spike.
-Yo la quise. Mucho.
-Lo sé.
Siempre lo ha sabido. Él perdió su alma por ella, por amor a ella. Pero perder un alma es fácil. Spike en cambio hizo lo que nadie creyó posible, recuperó su alma por ella, por amor a ella.
Aparta la mirada de la tumba y observa aquél rostro tan amado por él. Sigue siendo él, su William, su Spike. Sus ojos azules siguen teniendo aquella pureza que le enamoraron hace ya tantos años, aunque su cabello es distinto, ahora sus rizos son algo más largos y de su color trigueño original.
Suspira y alarga la mano para entrelazar sus dedos con los de Spike.
-Yo me despedí de ella aquella noche en Sunnydale, cuando me marché a Los Angeles. Tú nunca tuviste la oportunidad.
-No, nunca.
-De todos modos sabíamos que esto tarde o temprano ocurriría.
-Sí. Pero eso no lo hace más fácil.
-No, no lo hace.
Sin soltar su mano, Spike se lleva la rosa hasta sus labios, depositando un beso en ella, y la deja a los pies de la fría lápida mientras susurra...
-Adiós, Buffy.
Y antes de marcharse y abandonar juntos, como siempre, el camposanto ambos miran por última vez la última morada de la que una vez fue el amor de los dos.
Buffy Anne Summers.
Nuestra luz en la oscuridad.
1981-2061
Fin
Y aunque me tachéis de pesada... Feliz Año Nuevo 2008 a todos!!!
Aunque si alguien quiere también puede ser spuffy. E incluso bangel, si me apuráis.
Tristón, eso sí. Y curiosamente el primero en el que digamos que trato la relación de los dos vampiros con la Cazadora. Claro que para esto... casi mejor hubiera dejado en paz a la pobre Buffy.
En fin, yo no soy demoniodehiel y no tengo sus ataques repentinos de inspiración que la llevan a escribir sus increíbles fics, pero esto me vino así de repente ayer en el metro y así quedó. Vosotros diréis.
Heavens white rose
Le hubiese gustado llorar. Quizá así el dolor que le atenazaba el corazón fuera un poco más soportable. Desde que le habían comunicado la noticia sus ojos estaban secos. No podía llorar. Aunque lo deseaba. Pero tenía que ser fuerte. Por los dos.
Cuando le contó a Spike lo que había ocurrido, este se derrumbó en sus brazos, llorando como un niño. Y mientras le acariciaba buscó palabras de consuelo que no encontró. Sólo sus labios consiguieron secar las lágrimas de un profundamente apenado Spike y sólo sus palabras de amor consiguieron apenas calmar el dolor de su childe.
Ahora, días después, una única lágrima rueda por la mejilla de su amante mientras su mano derecha sostiene un solitaria rosa blanca. Sus ojos fijos en la lápida de mármol que brilla bajo la luna.
No han hablado desde que llegaron al cementerio, sumido cada uno en sus propios sentimientos, por eso se sobresalta al oír la suave voz de su compañero.
-Nunca llegó a quererme. No al menos como te quiso a ti.
-Eso no es cierto, Spike.
-Yo la quise. Mucho.
-Lo sé.
Siempre lo ha sabido. Él perdió su alma por ella, por amor a ella. Pero perder un alma es fácil. Spike en cambio hizo lo que nadie creyó posible, recuperó su alma por ella, por amor a ella.
Aparta la mirada de la tumba y observa aquél rostro tan amado por él. Sigue siendo él, su William, su Spike. Sus ojos azules siguen teniendo aquella pureza que le enamoraron hace ya tantos años, aunque su cabello es distinto, ahora sus rizos son algo más largos y de su color trigueño original.
Suspira y alarga la mano para entrelazar sus dedos con los de Spike.
-Yo me despedí de ella aquella noche en Sunnydale, cuando me marché a Los Angeles. Tú nunca tuviste la oportunidad.
-No, nunca.
-De todos modos sabíamos que esto tarde o temprano ocurriría.
-Sí. Pero eso no lo hace más fácil.
-No, no lo hace.
Sin soltar su mano, Spike se lleva la rosa hasta sus labios, depositando un beso en ella, y la deja a los pies de la fría lápida mientras susurra...
-Adiós, Buffy.
Y antes de marcharse y abandonar juntos, como siempre, el camposanto ambos miran por última vez la última morada de la que una vez fue el amor de los dos.
Buffy Anne Summers.
Nuestra luz en la oscuridad.
1981-2061
Fin
Y aunque me tachéis de pesada... Feliz Año Nuevo 2008 a todos!!!