En ese momento, Yamazaki aparece de entre los arboles y hace un ataque sorpresa, permitiendo a Okita y Chizuru huir. Aunque Yamazaki va con ellos, recibe una bala en el estomago.
Corren hasta que anochece, momento en el que se paran a hablar y descansar, preocupados especialmente por la herida de Yamazaki. Aunque afortunadamente no había sido en una pierna y Chizuru hace lo que esta en su mano para tratarle.
Yamazaki les cuenta que les localizo y llevaba siguiéndoles desde hace dos días, pero no pensaba contactarlos La razón era porque no estaba seguro de si quería que Hijikata y Okita se encontrasen. Aun así los siguió durante unos días, hasta que fueron atacados.
Okita se muestra mas decepcionado consigo mismo por no haberse dado cuenta que otra cosa, aunque Yamazaki piensa que fue cosa del cansancio del viaje. Okita le perdona el que les haya estado espiando, argumentando el hecho de haberles salvado la vida y es culpa suya por no darse cuenta en primer lugar. Yamazaki no se lo cree durante un momento.
Yamazaki: "Has cambiado. Mucho"
Okita: "Un halago un tanto ambiguo, ¿no crees?"
Con estas palabras, la tensión entre ambos parece relajarse. Yamazaki le pregunta que hará Okita cuando se encuentre con Hijikata, y Okita responde que aun no lo sabe. Después de unos segundos analizando a Okita, Yamazaki les dice que el Shinsengumi esta en el castillo Utsunomiya.
Yamazaki se queda descansando en lo que Okita y Chizuru se van hacia el castillo, al encuentro de Hijikata.
Cuando logran alcanzar la zona del castillo, Chizuru esta todavía pensativa...
[Okita podría luchar contra Hijikata, y Hijikata podría morir. O quizás Okita mismo moriría.. No quería ver ninguna de esas cosas ocurrir. Sentía que tenia que decir ALGO, pero que, no lo sabia...
Chizuru: ... ¿Realmente vas a ir?
Una vez salio de mi boca, me percate de lo infantil que sonaba.
Chizuru: ¿Realmente tienes que hacer esto?
Sabia que estaba actuando como una idiota, pero tenia que pararle.
Okita: Bueno, no vinimos a Utsunomiya por diversión, ¿no?
Su boca se había curvado en una irónica sonrisa.
Okita: Si no quieres ir, puedes esperar aquí. No me importa.
Se giro para seguir caminando.
Chizuru: ... ¡Espera!
No podía rendirme.
Chizuru: Por favor, no mates a Hijikata.
Okita entrecerró los ojos, y podía sentir como su mirada se posaba en mi. Cuando hablo, su tono era en parte una pregunta, en parte una reclamación
Okita: ... ¿Estas preocupada por Hijikata-san?
Chizuru: Estaría mintiendo si dijese que no.
Dude un solo momento antes de responder.
Chizuru: Pero estoy mas preocupada por ti. Yo... no quiero que le mates.
Okita era mas importante para mi de lejos, pero...
Chizuru: Si Hijikata muere... sufrirás. Podrás no decirlo, pero lo harás
Podía tomar una vida con una sonrisa en la cara, pero Okita no era ni de cerca tan cruel como el mismo afirmaba. Si mataba a Hijikata preso de la furia, no tenia duda de que nunca se lo perdonaría a si mismo. Okita había pasado por tanto ya...
Chizuru: ... Tan solo no quiero verte así nunca mas.
Mis palabras se sentían tan... insignificantes. Okita parecía sorprendido, pero rápidamente se suavizo para convertirse en ternura.
Okita: Bueno, me alegra que te preocupes por mis sentimientos.
Sonrió.
Okita: Pero tengo que ir a verle. Entiendes porque, ¿verdad?
Incluso Okita no había averiguado todavía como se sentía. No sabia que ocurriría cuando se encontrase con Hijikata mas de lo que yo sabia. Era por eso por lo que no podía prometerme que no le mataría
Chizuru: ...
Seguía teniendo mis dudas, pero estaba claro que el se había decidido. Todo lo que pude hacer fue asentir]
En ese momento, el ansia de sangre vuelve a atacar a Okita. Chizuru vuelve a decidir darle sangre. Para cuando el ansia se ha pasado y Okita es capaz de moverse de nuevo, la batalla había dado comienzo en el castillo Utsunomiya.
El Shinsengumi parecía condenado a perder, y deciden que la mejor ruta a seguir es adelantarse a ellos y dirigirse hacia la zona de retirada para asegurarse de encontrarse con ellos. No se pueden permitir perderles otra vez.
Antes de ponerse en marcha, Chizuru nota un profundo dolor hasta tal punto que esta apunto de derrumbarse en el suelo si no fuese porque Okita la atrapa. Ambos tienen la sensación de que podría tratarse de la ansia de sangre, pero Chizuru no desea sangre... Probablemente porque su sangre de Oni se resiste a los efectos del Ochimizu.
Aun así, Chizuru insiste en que es perfectamente capaz de seguir caminando. Cuando Okita va a protestar empieza a toser sangre, es entonces cuando Chizuru piensa que quizá si deberían pararse. Esta vez es Okita quien se niega.
Ambos doloridos y débiles, se apoyan el uno en el otro para continuar avanzando.
[Respire profundamente y hable.
Chizuru: Si encuentras a Hijikata...
Me detuve. ¿Estaba realmente bien que preguntase? Desechando el pensamiento, seguí hablando.
Chizuru: ... ¿Que harás? ¿Lo has decidido ya?
No quería convertirme en una pesada, y estaba preparada para que se cabrease conmigo, pero no hizo nada parecido.
Okita: Soy el hijo de un samurai, sabes. ... Mi familia no era realmente rica aun así
No estaba segura de que tenia que ver esto con Hijikata, pero Okita no era normalmente alguien que hablase sobre su vida, y quería saber todo pudiese enterarme sobre el.
Okita: Mis padres murieron cuando era realmente joven, y el Shieikan fue lo suficientemente amable como para acogerme como aprendiz.
Chizuru: Shieikan...
Había oído ese nombre algunas veces antes, de algunos otros miembros del Shinsengumi.
Chizuru: Ese es el dojo de Kondou-san, ¿no?
El sonrió y asintió, entonces explico como la mayoría de los capitanes se habían conocido en ese dojo. Entre limpiar y hacer otras tareas, Okita había sido entrenado con la espada.
Okita: Kondou-san realmente cuidaba de mi. Siempre estaba feliz de practicar conmigo, o simplemente pasar el rato...Supongo que podrías decir que era como un hermano mayor.
La admiración de Okita hacia Kondou era obvia cuando hablaba sobre el. Okita miro hacia el horizonte y en su boca se dibujo una sonrisa llena de nostalgia.
Okita: De todas formas, el otro chico que era mas cercano a Kondou-san era ese autentico estúpido. Egocéntrico, arrogante, gruñón..
Chizuru: Okita-san...
Por primera vez, comencé a entender hacia donde pretendía ir con esto. Se había criado con Kondou, pero se había criado con Hijikata también. Por duras que fuesen las palabras que tenia para el comandante, no eran dichas con intención real de herir.
Chizuru: Creo que lo entiendo.
Hijikata era importante para Okita también, aunque probablemente no tanto como Kondou.
Chizuru: Vamos a encontrar a Hijikata-san. Si no nos apresuramos, va a desaparecer de nuevo.
Okita me miro incrédulo
Okita: Pensé que querías pararme.
Chizuru: Bueno... hasta ahora quería hacerlo.
Era... difícil de explicar.
Chizuru: Porque tu eres quien eres...
Porque te preocupas tanto por Kondou...
Porque puedes atesorar el tiempo que pasaste con el...
Porque puedes hablar sobre esos tiempos con una expresión llena de paz en el rostro...
Chizuru: ... Creo en ti.
Me miro fijamente por un momento, paralizado por la sorpresa. Entonces de repente, sus brazos me habían rodeado.
Chizuru: U-uh... ¡uhm...!
Okita: ... Lo siento.
Su voz no era mas que un susurro en mi oído
Okita: Tan solo sentía que tenia que abrazarte.
Sus brazos sostenían mi cuerpo en un tierno, gentil abrazo. Podía sentir su corazón latir en su pecho, y cuando hablo, su voz tembló ligeramente.
Okita: Este sentimiento... Me siento como si mi corazón se fuese a romper, pero... ¿estoy feliz?
Sonaba realmente confuso y perdido, y hasta algo asustado. Okita era tan importante para mi... ¿Que podía decirle?
Chizuru: Okita-san...
Me sentía BIEN en sus brazos. Como en casa. Parte de mi estaba preocupad de que el oyese mi corazón latir, o notase que mi cara se había encendido en un brillante tono de rojo, pero a otra parte de mi le daba igual.
Okita: ... Eres tan misteriosa.
Sentí como sus brazos me sujetaban con mas fuerza.
Okita: Quizá estoy algo avergonzado. ¿Sabes que eres la única persona a la que le he dicho algo sobre esto?
Chizuru: Eso me hace... feliz.
Feliz de que me estuviese abrazando; de que me tratase tan amablemente; de que se abriese ante mi como lo había hecho. Al final me soltó, y sonrió hacia mi suavemente.
Okita: Bueno, para responder a tu pregunta... Creo que solo quiero saber como se siente Hijikata-san]