[Chizuru: Okita-san... Yo... Uhm...
Mi voz estaba llena de emoción
Okita: Si, estoy aquí. Estoy escuchando.
Sonrió
Chizuru: Yo... yo...
El primer horrible ataque de furia estaba remitiendo ahora, y comenzaba a respirar con normalidad.
Chizuru: ... Me he acordado de algo.
Le conté sobre mi sueño: como vivíamos simple y pacíficamente, felices y escondidos del resto del mundo.
Chizuru: No queríamos luchar. Solo queríamos vivir en paz... Pero los humanos vinieron de todas formas. Los mataron a todos... ¡No habíamos hecho nada!
Podía sentir el odio y la angustia presionar mi pecho una vez mas.
Chizuru: ¡Nos asesinaron por sus guerras y su orgullo! Padres, niños... ¡Todos! ¡Los mataron a todos! ¡Asesinaron a un pueblo entero!
No quería odiar a los humanos. Algunos de ellos eran malvados, ciertamente, pero había muchos otros que no lo eran. ¿Y donde estaban los buenos, decía una voz en mi mente, el día que los humanos masacraron a tu familia?
Chizuru: ¡No puedo ni comprender mis propios sentimientos!
El odio que sentía hacia los humanos fluía por mis venas, dolía en mi pecho, y latía en mi cabeza. Nunca había sentido algo así antes. Aunque me resistía, el odio se llevaba todo lo demás. Podía sentir como mi cordura se empezaba a escapar de mis manos...
Oí el sonido de pasos en la hierba cercana.
Kaoru: ... ¿Entonces por fin lo has recordado?
Estaba frente a nosotros, con una triste sonrisa en su cara.
Okita: ¿Como nos encontraste?
Su tono era áspero
Kaoru: Oh, no fue difícil. Luchasteis contra la Armada Imperial en Utsunomiya, ¿verdad?
Chizuru: Oh...
Kaoru: Una vez supe que os estabais dirigiendo al norte, era fácil suponer adonde ibais. Hacia aquí
Todavía estaba sonriendo, pero su mirada era fría
Kaoru: ¿Ahora entiendes la verdad? Nada es justo. No hay justicia. Este mundo recompensa al idiota y al cruel, ¡y castiga al débil y al inocente!
Escupió aquellas palabras con desprecio y frustración Hubo un tiempo en el que nunca le habría entendido, pero no era ya esa persona.
Chizuru: Nuestra casa fue destruida por los humanos, ¿me equivoco?
Kaoru: Los dominios occidentales nos ordenaron luchar por ellos, pero cuando nos negamos, diciendo que queríamos vivir en paz y no queríamos guerra...
Sus ojos se abrieron y hundieron, como las cuencas vacias de una calavera.
Kaoru: ... Nos masacraron.
Chizuru: ...
No quería pensar que nuestra mera existencia significaba que los humanos nos odiarían y temerían, pero... Mi recuerdo del día que lo perdimos todo estaba todavía fresco en mi mente. La miseria y la rabia de Kaoru eran demasiado fáciles de entender.
Kaoru: Y ahora al fin tu confortable, agradable vida se ha terminado, y entiendes la incesante crueldad de la realidad.
Su sonrisa lucia algo cansada, y observaba a algún punto invisible a lo lejos mientras hablaba.
Kaoru: Ahora, somos finalmente iguales.
Casi creí ver sus hombros relajarse del alivio.
Kaoru: La miseria que experimente durante tantos años, la has experimentado en una pequeña parte de ese tiempo. Entiendes lo que he sufrido, y no tengo ya alguna razón para odiarte...
Se gire, perdida, hacia Okita, pero el no dijo nada.
Kaoru: Una vez vuelva a casa, planeo revivir nuestro clan. Tomare de vuelta la vida que nos fue arrebatada.
Chizuru: ¿Quieres decir que vas a traer de vuelta a la familia Yukimura?
Asintió
Kaoru: Pero no antes de que haya traído justicia a todos aquellos que se esforzaron por destruirme. Los onis del oeste, viviendo cómodamente a la muerte de los suyos; los humanos que infestan este país...
Sus ojos ardían con odio. Compartía el dolor de Kaoru, y así su rabia no me asustaba. Solo sentía pena por el.
Kaoru: Con el Ochimizu mejorado de Koudou, podemos crear una armada entera de Rasetsus que no ansían sangre ni temen al sol. ¡Incluso aquellos con una débil herencia Oni podrían recuperar su fuerza mediante el Ochimizu! ¡Fundaremos un reino para nosotros!
Había una gran cantidad de cosas que asimilar, pero una en particular había capturado mi atención. Cuando hable, mi voz era tímida y en un tono bajo.
Chizuru: ... ¿Esta mi padre contigo?
Kaoru asintió
Kaoru: Ven conmigo, Chizuru.
Chizuru: ¿Que...?
Todo lo que había hecho hasta ahora me había hecho pensar que nunca podríamos saldar nuestras diferencias, ¿pero ahora me estaba invitando a ir con el?
Kaoru: Lo entiendes, ¿verdad? Okita puede venir también, si tu quieres. Destruiremos a cualquiera que se este en nuestro camino, y construiremos en una parte de este país un lugar donde podamos vivir.
Si habían de verdad eliminado los efectos secundarios del Ochimizu, entonces semejante sueño era ciertamente posible de cumplir. ¿Podría Kaoru realmente crear el reino en el que soñaba? ¿Podría vivir allí, con Okita a mi lado?
Me mordí el labio. Sonaba demasiado maravilloso, como un sueño hecho realidad...
Okita: No. Esa no es una opción para mi.
La voz de Okita me trajo de vuelta a la realidad. La sonrisa de Kaoru se transformo en el cruel gesto que había visto tantas veces antes.
Kaoru: No necesitamos responderme ahora mismo, mi querida hermana. Me alegra darte tiempo para considerar mi oferta. ... Estaremos esperando por ti. Para el momento que llegues a casa, espero que hayas tomado una decisión.
Chizuru: Kaoru...
Comencé a hablar, pero el ya se había ido. Incluso si no se hubiese ido, no tenia una respuesta. No sabia que hacer.
Okita capturo mi mirada y abrió su boca para hablar cuando su cuerpo se retorció violentamente, y cayo sobre sus rodillas con un penoso gemido.
Chizuru: ¡Okita-san!
La sangre de Rasetsu en el estaba una vez mas atacando su cordura. Me moví para ayudarte cuando repentinamente yo misma fui poseída por un repentino mareo.
Chizuru: ¿Q-Qu...?
Podía oír mi corazón latir con fuerza. ... Quería sangre. Quería la sangre de Okita. El impulso era mas fuerte que nada que hubiese sentido hasta ahora. Mi corazón, no mi garganta, demandaba consuelo en forma de sangre.
Chizuru: Ugh... ¡aarrrrgh!
Mi frente estaba... ¡ardiendo! Fui a tocarla, y sentí algo duro bajo mis dedos. Girando sobre mi misma para darle la espalda a Okita, agarre mi pelo y tire de el hacia delante, enfrente de mi cara. Era blanco.
Chizuru: No...
Mi cuerpo entero sufrió un espasmo. Volví a tocar mi frente... No había duda: dos cuernos habían crecido en el.
Chizuru: Soy... soy algún tipo de... ¿monstruo...?
¿Era este el efecto del Ochimizu? ¿Estaba comenzando a transformarme en un Rasetsu? ¿La invasión de la sangre de Rasetsu en mi cuerpo había invocado a mi apariencia de Oni? Intente pensar,pero el estremecimiento por la sed se había convertido en un grito desgarrador.
Se estaba haciendo mas difícil respirar, y cada musculo de mi cuerpos parecía estar dirigiéndose hacia una dirección distinta, amenazando con partirme en dos.
¡No! Envolví mi cuerpo con mis manos y me encogí sobre mi misma tanto como pude conseguir. Entonces sentí una gentil mano en mi hombro.
Chizuru: Por favor, no me mires.
Mi voz era poco mas que un gemido.
Chizuru: ¡Por favor! ¡Vete!
Okita: Chizuru-chan... ¿quieres sangre?
Me forzó a incorporarme para enfrentarle cara a cara.
Chizuru: Oh...
Justo enfrente de mi había una criatura igual que yo. No había cuernos en su frente, pero su pelo, al igual que el mio, era blanco, y en sus ojos podría ver la sed de sangre. En ese momento me di cuenta de que no estaba ya sola.
Okita: Yo... tengo sangre de Rasetsu. Podría hacerte aun mas un Rasetsu.
Todavía estaba preocupado por mi, a pesar del increíble dolor que estaba pasando.
Okita: ... Estoy algo asustado por eso, para serte honesto. Pero si quieres, no te diré que no.
Tan solo hablar era un esfuerzo para el.
Chizuru: Okita-san, yo...
Me mordí el labio y saque mi kodachi.
Okita: ¿Chizuru-chan? Que estas...
Chizuru: Por favor, bebe...
La sangre brillaba, espesa y roja, en mi piel.
Chizuru: Tu cuerpo necesita sangre.
Me miro, confuso.
Okita: Pero... ¿y que sobre ti?
Chizuru: Yo... QUIERO sangre.
A decir verdad, mi ser entero estaba suplicando estar empapado en la sangre de Okita.
Chizuru: ¡Pero no la necesito!
No quiero la locura. Quiero una vida donde pueda vivir en paz, donde Okita sea libre de su sangre de Rasetsu.
Chizuru: Soy una Oni. Bebí el Ochimizu, pero...
El dolor era increíble Podía oír a la locura llamándome, una liberación de este tormento...
Chizuru: ¡Pero no necesito sangre!
No podía rendirme. Si iba a estar al lado de Okita, quería permanecer como yo misma.
Okita: ... Esa es mi chica.
Su voz era un susurro. Cogió mi mano y la acerco hacia el, y gentilmente lamió la mancha roja extendida a través de mi palma.
Okita: Beberé tu sangre solo para permanecer cuerdo. Para poder seguir siendo... yo.
Podía oír el ligero toque de intoxicación en su voz. El dolor en mi propio cuerpo gritaba en mi cabeza, pero le mire, sonreí, y asentí
Chizuru: Y yo no beberé tu sangre... Para poder seguir siendo yo.
Lo aguantaría. Por los dos. Okita bajo la mirada y suspiro.
Okita: ... Pasara pronto.
Su amable, dulce voz me hizo sentir segura. Nos acurrucamos cerca el uno del otro, resistiendo la locura y el dolor que nuestra sangre de Rasetsu nos producía, juntos. Nuestras manos entrelazadas eran mi ancla en la realidad]
[El viento nocturno pasaba silenciosamente a través del bosque. Habíamos avanzado a buen ritmo, y habíamos alcanzado nuestro objetivo del día algo antes de lo esperado. Ahora era tiempo de descansar.
Chizuru: Solo un poco mas...
Casi habíamos alcanzado la antigua casa de mi familia. Mañana probablemente veríamos a Kaoru de nuevo. Todavía no había decidido cual seria mi respuesta.
Chizuru: ...
Quería saber como se sentía Okita... Pero el aceptar o no la oferta de Kaoru era algo que tenia que decidir por mi misma.
Okita: Ven aquí, Chizuru-chan.
Chizuru: ¿Uh?
Sonrió y me ofreció su mano. La cogí
Chizuru: ¿uhm...?
Antes de que tuviese la oportunidad de preguntarle hacia donde estábamos yendo, Okita estaba ya moviéndose
Chizuru: ¡Oh dio...!
Cuando paramos, estábamos en un claro. Mirando hacia arriba, podía ver la serena belleza del cielo nocturno justo frente a mi, la luna plateada brillando entre las copas de los arboles.
Okita: Bueno, hoy el cielo estaba despejado, así que imagine que en la noche también estaría despejado. Parecías deprimida. Pensé que esto podría animarte.
Chizuru: ...
El olor del bosque llenaba el aire de comienzos de verano, e incluso algo tan pequeño como mirar las estrellas me llenaba de alegría
Chizuru: ... Me siento mejor.
Sentía como si las cadenas que apresaban mi corazón se hubiesen aflojado. Mis problemas no se habían ido, pero no tenían tanta... importancia. Okita frunció el ceño mientras me miraba.
Okita: Vamos a hablar. ¿Que quieres hacer?
Chizuru: Yo...
Elegí mis palabras con cuidado.
Chizuru: Algo de lo que dijo Kaoru es cierto. Se cuando odia a la gente que ha destruido nuestro hogar, y entiendo porque quiere hacer un reino por mismo...
Nos había mentido muchas veces antes, pero cuando hablo de su sueño sentí la verdad detrás de sus palabras. Okita me escuchaba en silencio.
Chizuru: ... No he olvidado lo que nos ha hecho... Pero... todavía ES mi hermano.
Hermano o no, no estaba segura de que pudiese perdonarle algún día, pero había una parte de mi que entendía porque había hecho lo que había hecho. Pase la mayor parte de mi vida ignorante del dolor de mi pasado, y cuando ese conocimiento finalmente había llegado, Okita había estado ahí conmigo.
Kaoru se había pasado su vida entera sufriendo, y no había tenido a nadie. Si nunca me hubiese encontrado con Okita, ¿me habría dejado dominar por el odio también? ¿Me habría vuelto como Kaoru? La linea que separaba nuestras vidas era una muy fina. Incluso después de todo lo que había hecho, no podía forzarme a mi misma a odiarle.
Okita: ¿Quieres vivir con ellos?
Sus ojos demandaban una respuesta, trague saliva.
Chizuru: ... Creo que es posible. Que podría ser feliz si voy con ellos.
Como Rasetsus, Okita y yo nunca podríamos vivir una vida normal. Kaoru nos ofrecía una alternativa...
Chizuru: ... Pero Kaoru planea construir su nación en cadáveres Matara a cualquiera que se ponga en su camino. Nunca podría vivir con eso. Si... si Kaoru tan solo pudiese... abandonar ese sueño de un reino de Onis...
Okita se rió
Okita: ¿Realmente piensas que sera tan sencillo? Esta convencido sobre todo este tema del "reino de Onis", y acabas de decir que mataría por verlo ocurrir. Estoy seguro de que te mataría a ti si tuviese que hacerlo. ¿Realmente piensas que se dejara convencer por ti de que olvide todo esto?
Chizuru: Eso es...
... Okita tenía razón.
Kaoru estaba decidido en construir su nuevo reino, usando los métodos que sean necesarios. No podía perdonar la violencia con ese fin, por bonito que pudiese parecer el final. No podía haber paz entre nosotros.
Me quede en silencio, y Okita me dio una cálida sonrisa.
Okita: Quería cumplir tu deseo.
Chizuru: ¿Que...?
Okita: Si me lo hubieses suplicado, estaba pensando que posiblemente iría contigo. Quiero darte lo que quieres. Lo que REALMENTE quieres.
Chizuru: Okita-san...
Okita: ... Es por eso por lo que no aceptare la oferta de Kaoru. Planea asesinar cientos de humanos para construir su reino. Si estuvieses de acuerdo de ir a vivir con el allí, eso te haría un monstruo. ¿Matar gente para intentar esconder tu propio dolor? Eso suena como un Rasetsu para mi.
Me era difícil respirar.
Okita: ... Y lo que tu realmente quieres es ser tu misma de nuevo, ¿o no? No un Rasetsu. ¿O quieres rendirte porque eres un monstruo, y solo quieres pasar el resto de tu vida escondiéndote del resto del mundo?
No sabia que decir. Okita no espero por mi respuesta.
Okita: Ese tipo de vida no es para ti. Incluso si crees que podrías aguantarlo, no podría permitirlo.
Chizuru: Okita-san...
No quería ser un Rasetsu. Solo quería vivir en paz... Las palabras de Okita me habían hecho darme cuenta de que la verdad que sabia desde el principio. Había estado preparada para rendirme...
Okita: Si podemos encontrar una forma de encargarnos de lo que el Ochimizu nos ha hecho, entonces ambos podemos ser libres de la locura... Tu eres Chizuru-chan. Tu no eres un monstruo.
Ambos soñábamos con una cura, y incluso aunque sabíamos cuando improbable era esto, Okita se negaba a rendirse y renunciar a la esperanza.
Okita: Si realmente quieres abandonar ese sueño...
Cogió mi mano con gentileza. Sus ojos se quedaron en los míos, y sentí mi corazón palpitar.
Okita: ... entonces te matare. Si te rindes en tu esfuerzo por vivir, entonces tomare tu vida antes de que te olvides de quien fuiste.
Le había oído decirme que me mataría tantas veces antes, pero nunca antes había sonado... tierno. Era una extraña forma de mostrarme que le importaba, pero de alguna forma lo entendí
Chizuru: Okita-san...
Okita: Si no quieres morir, vas a tener que rendir en eso de rendirte. Tu... necesitas a alguien que vaya a ser fuerte por ti, y yo soy demasiado obstinado para rendirme no importa la situación, así que...
Su voz tembló. Cuando vio la expresión de mi cara, se paro.
Chizuru: Yo... ¡No quiero rendirme!
Mi cuerpo se sentía arder, y me di cuenta de que repentinamente lagrimas estaban rodando por mis mejillas. No podía rendirme, no importa cuan tentador pudiese parecer... Un futuro nacido de la derrota no era digno de vivirse.
Chizuru: ¡Me quedare contigo para siempre!
Mis emociones se inundaron como una gran ola, y me abalance a sus brazos. En lo que me abrazaba, sentí mas que oí como me susurraba al oído
Okita: Entonces estaré contigo... para siempre.
Nos acercamos. Deje que mis ojos se cerrasen, y con un suspiro casi inaudible el presiono ligeramente sus labios contra los míos Podía sentir el ligero temblar de sus manos mientras se sujetaba contra el. Le importaba, tan profundamente...
Los sentimientos que las palabras nunca podrían transmitir fueron fáciles de entender mediante aquel beso. Lo que yo sentía por el, lo que el sentía por mi. Nuestros corazones y mentes eran uno. El amor que tenia hacia el era tan grande, que pensé en ese momento que mi corazón iba a consumirse.
Amaba a Okita. Nunca quería estar una vez mas apartada de el. Incluso si pasábamos el resto de nuestras vidas juntas, seria demasiado poco tiempo]