Feb 11, 2008 01:18
No voy a hacer comentarios. Ff.net no me está dejando subirlo¬¬
Refrán 9: El que la hace, la paga (¡o te la haré pagar!)
Un golpe. Dos.
Charlie Weasley cambió de pie el peso del cuerpo. Sin perder la calma, y con su índice izquierdo estacionado en el “timrbe”, o como fuera que se llamara ese aparato, comenzó a intentar imaginarse donde estaría Remus Lupin si no era en su casa de soltero.
“A ver, si yo fuera Lupin, y me hubiese peleado con Dora, ¿dónde estaría? Un momento, esa es una pregunta muy estúpida. Si yo fuese él y estuviera, por tanto, casado con ella, tendríamos problemas porque ella suplicaría un instante de paz, un poco de libertad, no porque yo la hubiera abandonado… ¡embarazada! ¡Juro que cuando lo vea…! ¡No, no, no! Tranquilízate, Charlie. Recuerda que debes ser lo suficientemente sutil como para…”
Frente a él estaba Remus John Lupin. Si miraron fijo a los ojos por unos instantes, como si ninguno de los dos supiera que hacía el otro ahí, o (peor aún) hubieran deseado no tener que volver a verse nunca más.
- Pasa.- dijo finalmente Remus con un suspiro. - Siéntate. ¿Quieres una taza de té? Lo lamento, pero no puedo ofrecerte nada mejor.
- No, gracias. - el tono era seco. Charlie no se había sentado.
Remus suspiró.
- Mira, imagino el motivo por el que estás aquí, y los dos sabemos que no será agradable. Tratemos de hacerlo lo más amistoso posible.
- Tu y yo no somos amigos… Remus.
Lupin se echo a reír. Ese torpe intento de suavizar un comienzo brusco había sido demasiado para él.
- Eres todo un Weasley, Charlie. Me gusta eso, porque sé que vas a ser brutalmente sincero, aunque seas cruel, y fiel a aquello en lo que realmente crees. Tienes razón. Tu y yo no somos amigos y, lamentablemente, nunca lo seremos.
- Demasiadas cosas nos lo impiden.
- Puede ser. Me gustaría que pudiera ser de otro modo, pero es imposible.- Remus se sentó. A Charlie no le quedo más alternativa que imitarlo. - ¿Te ha mandado mi mujer?
Charlie sintió que el color le subía a las mejillas. De todos modos, hubiera sido estúpido de su parte ofenderse. No era más que la pura verdad. Lupin había dicho, simplificando, que él jugaba limpio, y evidentemente quería hacerlo del mismo modo. Las pautas de la conversación estaban claras. El pelirrojo decidió devolverle el golpe con la misma sutileza.
- ¿Realmente crees que Dora - diplomacia. Llamarla “Tonks” hubiera sido violento.- me mandó?
Remus cruzó las manos bajo su barbilla, al “estilo Dumbledore” (RIP), pero no se mostró afectado por la pregunta de ningún otro modo. Meditó unos instantes. Sabía que su respuesta sería crucial para el desarrollo del resto de la conversación.
- No.- Dijo por fin.- De hecho, ella seguramente te pidió que no vinieras.- Charlie se sonrojó. Exactamente eso era lo que había sucedido. - Pero, de todos modos, tu decidiste venir a verme. Me gustaría saber el porque.
El pelirrojo cerró los puños con fuerza, clavándose las uñas en las palmas. No podía contenerse más.
- Mira, Remus, voy a ser franco contigo.- Lupin esbozó una media sonrisa lobuna. Precisamente a eso se refería con que era todo un Weasley.- Dora llegó a mi casa llorando y me contó todo. Que tu te habías ido a buscar a Harry, Ron y Hermione, y que planeabas irte con ellos a lo que demonios sea que vayan a hacer esos tres. Y que ella estaba desolada, triste, furiosa, desamparada… y embarazada. No se animaba a ir con Andrómeda, y no quería estarse sola. No buscaba una solución, solo un poco de consuelo. Pero resulta- Pese a que era del tipo Weasley menudo, que habían heredado también los gemelos y Ginny, Charlie Weasley pareció crecer en tamaño y en presencia. Nymphadora Tonks nunca había sido un tema de chiste para él.- que conozco a Dora prácticamente desde que nací Fuimos juntos a Hogwarts, aunque no estábamos ni en la misma casa ni en el mismo año. Hemos pasado por lo menos tres cuartas partes de nuestras vidas juntos. No puedo soportar verla sufrir.
- Y la amas.- Acotó Remus, impasible.
Charlie no se inmutó.
- Eso es asunto mío.
- Yo creo que no. Siempre quise entender esta historia. Es un buen momento para hacerlo. ¿Por qué nunca te casaste con ella?
Charlie bajó la mirada. No quería hablar precisamente de eso con él.
- Porque ella nunca me amó del modo en el que yo la amo.
- ¿Y no podías soportar eso?
- No. Sabía que ella no iba a ser feliz. La conoces, Remus. Es una persona pasional. Es puro corazón. Nunca hubiera podido ser feliz con una persona que no amara completamente.
- ¿Y sacrificaste tu felicidad en aras de la felicidad de ella?
- No. Si ella no es feliz, yo nunca podría serlo. Por eso te adoré tanto como te odié cuando apareciste en su vida. Te odié, porque tenías aquello que deseo desde los once años, y no sabías (o no podías) apreciarlo. Y te adoré, porque había aparecido el único hombre capaz de hacerla verdaderamente feliz.
- No entiendo como puedes estar tan seguro. El amor se aprende, Charlie. Es por eso que el amor a primera vista no existe. ¿Tu no hubieras podido hacerla igualmente feliz, con el tiempo, si te lo hubieras propuesto?
Charlie tenía los ojos brillantes. Tenía que ser una pesadilla. Ni en sus sueños más horrendos había tenido que decirle esto.
- Si tu no hubieras aparecido, quizás si. Pero las cosas son como son, y no podemos cambiarlas. Ella te ama a ti, Remus. Me lo dijo muy claramente hace apenas unas horas: a mi me quiere, pero tu eres el hombre de su vida.
- A una edad en la que apenas me siento capaz de hacerme cargo de mi mismo- Se llevó las manos a la cabeza- Voy a ser padre, Charlie.
El pelirrojo sintió como si una llamarada de fuego le carcomiera el estómago, pero sabía que él no lo había hecho con mala intención. Debía ignorarlo. Su propósito era que él volviera con Tonks, y debía ignorar todo lo que fuera accesorio, aunque luego llorara sangre durante toda su vida.
- No sé que decirte. No puedo comprenderte, aunque lo intento. Solo sé que el que la hace, la paga, Remus.
- Si, soy muy consciente de eso. Y la quiero Charlie. No quiero que pienses otra cosa. La quiero muchísimo. Solo lamento haberle arruinado la vida.
- La tendría verdaderamente arruinada si no pudiera compartirla contigo.
Remus se puso de pie y le puso una mano en el hombro.
- Gracias Charlie. Lamento de veras… bueno, todo. ¿Dónde está Dora?
- En tu casa.
Antes de desaparecerse, Lupin le dio un abrazo, que Weasley recibió con los brazos rígidos. No tenía energía. La había perdido toda haciendo este último gran sacrificio por ella.
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Pese a lo avanzado de la noche, ni Bill ni Fleur estaban acostados.
- ¿Y?- Inquirió ella con ansiedad ni bien Charlie entró en la cocina.
- Fue a buscarla a su casa.- Había miles de para-significados en esa simple oración, y tanto su hermano como su cuñada lo comprendieron sin mayores explicaciones.
La francesa se acercó, le besó ambas mejillas y lo abrazó.
- Oh, Charlie.
El pelirrojo lloró toda su amargura sobre los volados del vestido de su cuñada, mientras ella le acariciaba la cabeza, mirando a su marido. Bill asintió silenciosamente. Sabía que para su hermano, un gesto así valía más que mil palabras. Sin embargo, Charlie la soltó rápidamente; pese a que ella era su confidente, él siempre había sido una persona algo distante, y no le gustaba tener tanta “intimidad” física con la mujer de su hermano.
- Fleur, díselo.
- Oh, si. Charlie, una ex compañera de Beauxbatons me ha dicho que le encantaría conocerte.- Le guiñó un ojo.
Charlie negó con la cabeza y le acarició una mejilla. Tenía que admitirlo, era preciosa. Bill siempre había tenido buen gusto para las mujeres.
- No. Gracias, pero no, Fleur. Tonks es y siempre va a ser la única mujer en mi vida.
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Lean, escriban, sueñen, amen, sonrían.
Estrella
charlie rulea,
remus es amor,
charlie/tonks