Tabla: Vicios
Fandom: Harry Potter
Claim: Percy Weasley/Penélope Clearwater.
Tema: #20 Escribir
Nº de palabras: 701 para el
dekasemNotas: Lo de siempre. Basado en una situación semi-real. Imagínense mi cara cuando Inés me sijo eso sobre Uriel LOL
Advertencias: Ninguna.
Vicio 20: Escribir
- ¿Pero entonces Venus es o no es hija de Zeus? ¡Melisa, estás poniéndome muy nervioso!
Penélope Clearwater, que tenía un pie en el aula de Historia de la Magia y otro ya en el aula de Encantamientos (su materia predilecta), se detuvo en seco al escuchar aquél comentario. Se volteo lento, mientras el color le subía por las mejillas. Tardó un par de segundos en darse cuenta de que la conversación acababa de llevarse a cabo entre una pareja (¿pareja?) que estaba observando un libro compartido. Ella era alta y rubia, con anteojos y un brillo especial en los ojos que invitaba a la placidez. Él, en cambio, también era alto, pero algo espástico, pelirrojo, y tenía los ojos algo desorbitados debido a la concentración con la que estaba leyendo.
- Disculpen- los interrumpió Penélope (hija de muggles, lectora compulsiva, alumna de Estudios Muggles y adicta a la mitología grecorromana) con voz tenue-, yo puedo ayudarlos.- Carraspeó. El color se intensificó en sus mejillas mientras el muchacho clavaba en ella sus penetrantes ojos castaños.- Si quieren.
La otra muchacha se le acercó y la tomó de la mano con una sonrisa enorme, como si fueran amigas de toda la vida.
- Sería maravilloso, si no es molestia.
Penélope, que era buena samaritana, hubiera querido decir que no era para nada una molestia, pero las palabras le burbujearon en la garganta y murieron ahogadas en los ojos del muchacho, que continuaban fijos en los suyos. Por eso, sólo meneó la cabeza negativamente y se dirigió a la pizarra. Aferrando una tiza entre sus dedos temblorosos, se dijo a si misma que lo primordial era que se tranquilizara. Aspiró profundamente y esperó a que se produjera el efecto mágico.
Penélope sabía perfectamente que había nacido para la sabiduría y la enseñanza, para el conocimiento y la pedagogogía. Por eso, apoyó la tiza contra la superficie oscura y dejó que su mano se deslizara con libertad mientras su voz clara de contralto llenaba la estancia. Siempre se había sentido más libre mientras escribía. Cinco minutos después, la pizarra estaba cubierta por un mapa conceptual perfectamente explicado, y Penny se volteó a ver a sus interlocutores con una sonrisa radiante. Era perfectamente consciente de que era prácticamente imposible que a cualquiera con dos dedos de frente no le hubiera quedado en claro la visión dual de Afrodita- y de Eros, dicho fuera de paso- que poseía la antigua cultura grecolatina.
La muchacha rubia- ¿Melina?- la observaba con una sonrisa de oreja a oreja que se contagiaba de manera deliciosa a sus ojos verdes. El muchacho, en cambio, permanecía callado y taciturno, pero por fin había apartado sus ojos de los de Penélope- ¿pero era eso bueno?
- Miles de gracias.
- No ha sido nada.- Penélope se retorció las manos. Ya no se sentía omnipotente, sino sumamente insignificante. Y nerviosa. ¿Por qué, pese a lo incómoda que la había puesto, deseaba que aquel chico volviera a mirarla? Volvió a ruborizarse antes de atreverse a comentar:- Hay un grupo de estudio sobre Estudios Muggles, esta tarde. Si quieren…
No había acabado la frase que la otra chica ya palmeaba, encantada.
- ¡Sería espléndido! ¿No te parece, Percy?
El muchacho se puso se pie con vehemencia. Parecía sumamente perturbado.
- No, Melina. Esta tarde tenemos que estudiar Runas. Además, estamos llegando tarde a Herbología.
- Pero, Percy…
Él observó su reloj y se le desorbitaron los ojos.
- ¡Melina!- La tomó de la mano no sin algo de violencia, e intentó sacarla del aula, ante la mirada perpleja de Penélope, pero evitándole los ojos cuidadosamente.
La rubia se desprendió de él con un gesto molesto y puso los ojos en blanco.
- ¡Que hombre!- Suspiró ominosamente, con ironía, pero se dispuso a seguirlo. En la puerta, se volteó para guiñarle un ojo a Penny y susurrarle un enigmático y malintencionado:- Seguro que es homosexual.
Penélope Clearwater, Ravenclaw de cuarto año, se quedó sola y helada en el aula de Historia de la Magia, con los dedos manchados de tiza, sin darse cuenta de que estaba llegando tarde a Encantamientos- su materia predilecta- y sin comprender el por qué deseaba fervientemente que aquella muchacha no tuviera razón.