Viñeta Latín
Tabla: Latín
Fandom: Harry Potter
Tema: #10 Quid pro quo
Claim: Draco Malfoy
Título: Reciprocidad
Número de palabras: 320 para el
dekasem
Notas: Esta idea pesimista soble el amor homosexual, porqueun homosexual quiere un hombre, y un hombre quiere una mujer, no es mía. Es de Manuel Puig. No la considero cierta, al menos no en la totalidad de los casos, pero me pareció interesante aplicarla a una historia.
Advertencias: Slash. ¿OoC?
Frase 10: Quid pro quo
Reciprocidad
Draco Malfoy a veces prefería morderse los puños antes que revelar en voz alta cuales eran sus verdaderos sentimientos.
Porque si bien a Draco le causaban risa- esa risa amarga y triste que sólo pueden conocer los verdaderos desdichados- la ironía de la vida y la perfección de la Némesis divina, le parecía que no había nada peor que la injusticia. Porque en el hipotético caso de que él se hubiera animado a confesar que, no sólo tenía inclinaciones homosexuales sino que el objeto de sus deseos era nada más ni nada menos que Harry Potter, ese sacrificio de sinceridad brutal hubiera sido completamente infructífero. Y eso le parecía completamente injusto.
Porque si bien Draco no se consideraba afeminado en lo más mínimo- y ni remotamente se fantaseaba mujer- estaba obligado a admitir que la gracia de sentirse atraído por un hombre era precisamente esa: que el destinatario de su afecto fuera un hombre con todas las letras.
Y un hombre con todas las letras siempre preferiría, si estaba al alcance de su mano, a una mujer.
A Draco le dolía como lanzas ardientes clavadas en la parte baja del estómago, pero le parecía perfectamente razonable que Harry prefiriera a Ginny. Eso lo hacia mantenerse coherente consigo mismo, y, joder, era otro de los motivos por los que le gustaba tanto.
Pero la esencia nunca se pierde, y Draco, antes que enamorado de Harry Potter, era un Slytherin, un Malfoy y un Black. El orgullo era primordial en su vida, estaba por encima de cualquier otra cosa. Y Draco no podía permitirse la ignominia de amar a alguien que no le correspondía, no podía permitirse la falta de reciprocidad, que es humillante y vergonzosa. Quizás por eso- y no porque Harry era su hipotético enemigo de más antiguo, y ni siquiera porque era un hombre- Draco prefería callarse y acostarse en la cama matrimonial junto- pero sin tocarla- a Astoria.
Fandom: Harry Potter
Tema: #10 Quid pro quo
Claim: Draco Malfoy
Título: Reciprocidad
Número de palabras: 320 para el
dekasem
Notas: Esta idea pesimista soble el amor homosexual, porqueun homosexual quiere un hombre, y un hombre quiere una mujer, no es mía. Es de Manuel Puig. No la considero cierta, al menos no en la totalidad de los casos, pero me pareció interesante aplicarla a una historia.
Advertencias: Slash. ¿OoC?
Frase 10: Quid pro quo
Reciprocidad
Draco Malfoy a veces prefería morderse los puños antes que revelar en voz alta cuales eran sus verdaderos sentimientos.
Porque si bien a Draco le causaban risa- esa risa amarga y triste que sólo pueden conocer los verdaderos desdichados- la ironía de la vida y la perfección de la Némesis divina, le parecía que no había nada peor que la injusticia. Porque en el hipotético caso de que él se hubiera animado a confesar que, no sólo tenía inclinaciones homosexuales sino que el objeto de sus deseos era nada más ni nada menos que Harry Potter, ese sacrificio de sinceridad brutal hubiera sido completamente infructífero. Y eso le parecía completamente injusto.
Porque si bien Draco no se consideraba afeminado en lo más mínimo- y ni remotamente se fantaseaba mujer- estaba obligado a admitir que la gracia de sentirse atraído por un hombre era precisamente esa: que el destinatario de su afecto fuera un hombre con todas las letras.
Y un hombre con todas las letras siempre preferiría, si estaba al alcance de su mano, a una mujer.
A Draco le dolía como lanzas ardientes clavadas en la parte baja del estómago, pero le parecía perfectamente razonable que Harry prefiriera a Ginny. Eso lo hacia mantenerse coherente consigo mismo, y, joder, era otro de los motivos por los que le gustaba tanto.
Pero la esencia nunca se pierde, y Draco, antes que enamorado de Harry Potter, era un Slytherin, un Malfoy y un Black. El orgullo era primordial en su vida, estaba por encima de cualquier otra cosa. Y Draco no podía permitirse la ignominia de amar a alguien que no le correspondía, no podía permitirse la falta de reciprocidad, que es humillante y vergonzosa. Quizás por eso- y no porque Harry era su hipotético enemigo de más antiguo, y ni siquiera porque era un hombre- Draco prefería callarse y acostarse en la cama matrimonial junto- pero sin tocarla- a Astoria.