Para muchos viajeros se trata de un hito, una frontera que alcanzar, un mítico finisterre desde cuyas orillas contemplar los límites del mundo.Tiene un acantilado de 307 m de altura desde el que dicen se puede ver las puestas de sol mas bellas del mundo.
En el fondo soy una romántica, es una pena que esa palabra no exista en el vocabulario masculino. Así que supongo que algún día me iré con una amiga a verlo.