Apr 16, 2007 23:29
Pues dos dias despues de la entrevista para el Zara me llamaron para otra. Esta vez era para ser... botones en el hotel Hilton de Diagonal Mar!! Bellmen que he descubierto que se llama (es que en mi hotel, porque ya es mio, todo es muy guiri). La cosa era ir a hacer una entrevista a Sitios™, y yo que busco trabajo pues allí acabe. En una gran salita iluminada con 6 energúmenos más. Entonces, apareció él. Con su voz aflautada y sus movimientos dinámicos emitía ondas gays, que diría aquel. Todo en él eran maneras. Sergio, se presentó y nos soltó el rollo. Pero guay, la verdad es que me sorprendió. En comparación de otras entrevistas, el tio parecía que de verdad se interesaba en los chichosos.
Entonces, empezaron las presentaciones. Uno a uno me iban quitando la ilusión de que me dieran el trabajo. La mitad guiris que sabían tropecientos idiomas, gente con carreras de Cosas y másters relaiconadas con hostelería, y yo que fui el último impresentable en presentarse, con 0 titulos en inglés (selectivodad power) y no-estudiando Derecho. Y con un tautaje en el brazo (habilmente cubierto) que me descalificaba directamente. Una mierda, vamos. Pero mira, pensé, it's life.
Y el viernes, oh divina providencia, mi gran amigo Sergio me llamó para interesarse si todavia me interesaba el puesto (el interés mueve el mundo :P). Y yo pensé, coño claro que me interesa, tengo facturas que pagar. Así que me informó de ciertas peculiaridades como que había que llevar pantalones de vestir, zapatos y afeitado guay y demás. Me dió turno para el domingo y todo guay. Lo bueno fue que a la media hora me llamó de nuevo para preguntarme mi fecha de nacimiento, que yo que soy muy hábil no la incluía en mi curriculum. A veces me sorprende que me den trabajo. Así que se la dije y lo que me suelta el tio es: "Ah, ¿sagitario no? con su caracteristica voz. Y yo exploté. Ningún tio se sabe las correspondencias horoscopo-calendaricas (terminología inventada power). Me hizo mucha gracia y en cuanto colgué me descojoné. Sergio, que gran persona.
Al día siguiente, y ya que no poseo ropa de vestir ni zapatos decentes, tuve que salir de compras. Y uno no puede ir a comprarse ropa a la que no está acostumbrado sin una chica que le asesore. A mi por lo menos me pasa. Así que me acordé de mi hermanita Alba y además de comprar mierda pasé una tarde genial. La frase "¿te vienes de compras?" la descolocó tanto que tuvo que aceptar si no fijo que no viene. Lo mejor de la tarde: Una chica que no saluda a conocidos, pantalones de vestir acampanados y arrapados y yo haciendo el ridículo en todos y cada uno de los sitios donde entrábamos. Hacer reir a las chicas siempre se me ha dado bien ;)
El domingo fue un poco de locos al principio. Primero, 10 minutos en un vestuario intentando abrocharme los puños de la camisa, que eran más ajustados, y si ya las camisas normales me dan problemas, pues la que me dieron en el hotel cagaos. Luego, Rusell y Néstor (guiri y sudaka respectivamente), que eran los botones jefes del momento que supusieron que yo estaba familiarizado con hoteles y eso y se empeñaban en utilizar términos chungos que yo ni puta idea y a los que iba asintiendo y aprendiendo sobre la marcha. que es de las cosas que me hacen sentir más vivo, todo sea dicho. También vi por alli a Franco, un italiano que estaba en la entrevista y que hablaba muy mal el castellano. Me paseseis horas cargando con maletas de guiris, porque teníamos 230 checkouts ese día (como controlo (H)), hablando en mi mal inglés con toda la peña. No se me da mal, pero la falta de costumbre hace que hable muuuy lento, mi fluidez es bastante nulilla y recorriendo habitaciones por los 21 pisos con unas vistas que son una maravilla recogiendo maletas y entregando corespondencia. Y nada, muy bien. Además la camisa blanca y la americana me sentaban de puta coña contra todo pronóstico, a mi que soy un tio que ha nacido para llevar tejanos y sudaderas guarras.
Y antes de irme, como no, tenía que quedar bien. Fumandome un pitillo antes de irme al lado de la moto que estaba parcada justo delante del hotel (ya había plegado), se me acerca uno de los encorbatados, uno que me había abroncado porque casi me cargó una de las puertas laterales del vestibulo de un portazo por el viento, que eran los que dirigían el cotarro, me pregunta un par de cosas y para despedirse me tiende la mano. Yo se la tiendo y entonces el tio desvía la mirada medio segundo a mi antebrazo derecho. Me había arremangado y no me acordaba. Soy demasiado puto amo.
Mañana tengo turno otra vez de 15 a 23 horas, a ver como me va. Y lego a casa del Dani.
"Todo se derrumba y es tan fácil,
todos mis castillos son de arena,
todo lo que sueño es tan frágil,
todo lo que bebo es tu ausencia.
Y mi pobre corazón de hierro,
se me fue oxidando con las penas.
Y es que tengo sueño y no me duermo,
este fuego que ya no calienta.."
personal endeavour