El sueño de Flor hecho realidad

Apr 11, 2008 22:45

Esta debería ser una entrada muy rápida porque ¿Saben? Yo las quiero mucho a todas, en serio, pero estoy que me caigo de la silla por el sueño.

Antes de eso voy a explicar de qué se trata la entrada ^^

Bien, albaclara dijo en un post, que le daría lo que quisiera a alguien que le escribiera un fic de Charlie y Tonks con una canción de Amaral que en este momento no recuerdo cómo se llamaba (pero la intención es lo que vale), como soy una persona que no tiene nada que hacer un viernes por la noche, decidí intentarlo y cumplirle el sueño a Flor, claro, si quedó bien es decisión de ella, pero se acepta de todo, en serio *-*

Aquí



Es herencia familiar, según su madre, todo eso de chocar inevitablemente con las cosas. Tonks piensa que es algo de la naturaleza y que, por mucho que quiera, siempre va a ir de la mano con la torpeza.

Aunque ella prefiere pensar que es algo especial que la hace única y que ha estado ligado inconcientemente al recuerdo de los pocos hombres que han pasado por su vida, de los cuales solo uno llegó para quedarse.

Tiene varios recuerdos de sus primeros años en Hogwarts. Recuerda que aún en ese tiempo no podía controlar muy bien sus poderes y que a veces amanecía con el cabello de dos colores distintos, generalmente, y por alguna razón que desconoce (o tal vez no), rosa y anaranjado y que su nariz cambiaba de forma cuando estornudaba.

Lo que más recuerda de aquellos años, es la forma en que lo conoció. No recuerda si era sábado, lunes o miércoles, ni siquiera si era verano o no, pero si puede decir exactamente como fue que empezó todo.

-Nimphadora ¿Cierto?

Recuerda cosas pequeñas, como que casi le arranca todos los dientes por llamarla así y que tuvo dolor de cuello por tres días seguidos al girar tan rápido la cabeza para enterarse (y sin matarse en el intento) de qué clase de idiota le había podido decir así con ese tono tan natural.

Se llamaba Charlie, si mal no recordaba y tenía un hermano prefecto un poco intimidante por su gran tamaño, pero que a ella le caía extremadamente bien porque le había perdonado que hubiera chocado con una armadura en el segundo piso y la hubiera destruido en su mayor porcentaje el año anterior.

También sabía que estaba en tercero al igual que ella y que iba en Gryffindor, que Tabata St. Marcus estaba, literalmente, coladita por sus huesos y que según las malas lenguas tenía el cuello lleno de pecas.

-Prefiero que me llamen Tonks, si no te molesta.

-¿Tonks?

-Si, Tonks.

-Ah, vale.

Y de esa forma había empezado todo. Charlie era un muchacho rudo que tenía cierta adoración por el quidditch y un libro de dragones con imágenes holográficas como posesión más preciada que le había regalado el tío Bilius para Navidad.

-… Y el Colacuerno Húngaro que es mi dragón favorito.

-¿Cola qué?

-Tonks ¿Puedes prestar más atención cuando te hablo?

Era temperamental, pero altamente amigable cuando se lo proponía. De alguna extraña y poco convencional manera, él siempre aparecía tras suyo cuando chocaba o resbalaba y le ayudaba a recomponerse antes de caer, o simplemente la levantaba mientras ella decía palabrotas por lo bajo.

Era un buen chico, según lo que había escuchado en ese tiempo. Le ayudaba a bajar los libros de las estanterías más altas cuando no los alcanzaba aún cuando ni siquiera eran amigos y le llevaba los libros para que nada interrumpiera su visión cuando caminaba e incluso había intentado enseñarle a volar en escoba y le llevó chocolate todos los días que estuvo en la enfermería después de caerse al estar sobre los cuatro metros.

-No debí enseñarte a volar en escoba, Tonks, lo siento.

-Déjalo, Charlie, de todas formas pierdo clases.

Tonks recuerda que siempre le sonreía cuando decía algo así.

Ahora que Tonks es mayor (un poco más alta y con el busto más desarrollado) puede decir que Charlie fue alguien más que un mejor amigo para ella. A veces se pone a pensar que, si nunca hubiera pasado entre ellos algo más que una simple amistad, tal vez Charlie se comunicaría con ella más seguido y no solo estaría analizando dragones en Rumania como siempre había deseado.

Porque es extraño que una amistad así con derecho a unos cuantos besos terminara de esa forma. Y tal vez lo sabía, tal vez Tonks siempre supo que algo así iba a pasar y que ahora que ya no era una niña, era demasiado tarde para cambiar el pasado. Aunque ella lo desee con todas sus fuerzas.

-¿Charlie?

-¿Si, Nimphadora?

-Te voy a golpear tan fuerte que vas a rogar por tu vida si vuelves a llamarme así.

-Bueno ¿Eso era?

-No.

-¿Y?

-Y que… bueno, solo pensaba en que tal vez cuando seamos mayores, tomaremos caminos diferentes y ya no seremos tan amigos como ahora.

-¿Por qué piensas eso?

-Porque es la verdad.

Y lo sabía, porque las tardes bajo el gran árbol, los besos dados en rincones y los sueños de un presente en el que no existía un futuro sino solo ellos y el sol que siempre brillaba, no podían durar para siempre.

Y aunque nunca lo dijo, Tonks siempre lo lamentó.

Porque cuando Charlie se despidió de ella con una promesa no dicha en los labios, la chica que residía en su alma sintió que una parte de ella se desvanecía para nunca más volver.

Y eso le duele más que saber que Charlie nunca más volverá a verla con ojos brillantes ni le pedirá perdón con besos por llamarla “Nimphadora” de vez en cuando.

Y duele.

Mucho, muchísimo más que de lo que ella pensaba.

Y aquí


Era pronto para todo
y tarde para cambiar
Aún me guardo algunas fotos
que no me atrevo a mirar

Era todo tan hermoso
que no podía durar
en la flor de nuestras vidas
con tanto amor para dar

Solías llamar de madrugada
me hacías saltar de la cama
salíamos a quemar
todo el fin de semana
casi sin blanca

En el fondo reconozco
que nos gustaba jugar
a tener el mundo en contra nuestra

Quería cumplir dieciocho
quería vivir para siempre a mi aire
y tú lo sabías bien
lo que empieza acaba
se nos escapa

Era todo tan hermoso
se fue deprisa y no volverá

Y mientras partía una nave hacia Marte
tú me prometías nunca olvidarme

Pero tú lo sabías bien
lo que empieza acaba
se nos escapa
lo que empieza acaba
los dos aprendimos bien
tú y yo aprendimos bien
lo que empieza acaba

Era pronto para todo y
tarde para cambiar.

En fin, que me voy a dormir ^^

Mil besitos para todas ustedes :)
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