No diré mucho, porque tengo sueño y mañana hay clases, pero solo pasaba para dejarles un pequeño y bonito vicio sobre Sirius para mi tabla de
30vicios. Prometo solemnemente que otro día les cuento detalladamente cómo ha estado mi vida.
Autor:
aisatnaf Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Sirius Black
Tema: #5 - Historia
La Sirenita.
-Amo Sirius, su madre ha ordenado a Kreacher limpiar su habitación.
Tiene dieciséis años, un cargo de animago ilegal, varios secretos a sus espaldas y un elfo doméstico que no le ha dejado en paz ni un solo segundo desde que llegó a su casa para las vacaciones de verano.
Su madre ha impuesto varias reglas que no debe incumplir (razón suficiente para hacer todo lo contrario) durante ese tiempo que estuvo ausente y, claro, una de esas maravillosas reglas tenía que ver con su habitación y todas esas barbaridades de muggles y sangres sucias que has puesto en esas paredes para ensuciar nuestro hogar, Sirius.
No piensa quitarlas. Su habitación es el único lugar de esa maldita casa en la que puede ser él mismo y escapar por un momento de las estupideces de la sangre, la estirpe y el bla bla bla que sale de la boca de su madre cada vez que intenta persuadirle de su patético amor por todo lo muggle.
-Dile a mi madre que si quiere limpiar esta habitación, pues que venga ella misma.
Su voz suena extraña. Un poco más grave, más madura y con un toque de rencor que le nace de la base del estómago cuando habla con su familia.
-Amo Sirius…
-¡Largo de aquí, Kreacher! ¡Si sigues insistiendo te cortaré las orejas y me las comeré en el desayuno!
El toc-toc de la puerta termina de manera repentina y los pequeños pasos de Kreacher se van alejando a medida que pasa el tiempo.
“Estúpido elfo de mierda”
Una cosa es sentir que no perteneces a un lugar y otra completamente diferente, es sentirte encerrado en un mundo extraño y lleno de prejuicios.
Y Sirius siente un poco de las dos cosas.
Blanca Nieves.
Es sábado por la tarde, hace frío y uno de los discos de Remus suena en el gramófono inundándolo todo y provocando que se forme una brecha entre lo irreal y lo verdadero que Sirius puede sentir en el aire.
Recuerda cuando conoció a los tres chicos que ahora son su única familia (a Remus recostado en su cama leyendo uno de sus libros, a James ojeando su tomo de Quidditch a través de los tiempos y a Peter balanceándose en las patas traseras de una silla) Remus es de sangre mestiza y sabe todas las historias que Sirius se pueda imaginar.
-¿Bianca Nieva? ¿Qué es eso, una marca de bebida alcohólica?
-Blanca Nieves, Sirius. Y no, no es una marca de bebida alcohólica.
Lo único que recuerda es sobre una chica que escapó de un hombre que le quería arrancar el corazón y de unos enanitos de los cuales uno era demasiado gruñón.
Eran siete, si su memoria no le falla, y solo recuerda el nombre de tres porque le recuerdan un poco a los chicos en esa habitación. Sabio, claro está, le recuerda a Remus. Siempre buscándole la lógica a todo y pensando antes de actuar.
Feliz le trae recuerdos de James y la facilidad con la que ríe por cualquier cosa. Su capacidad de hacer sonreír a las personas y su afán por hacerle la vida un poco más alegre a todos.
Y Tímido, obviamente, le recuerda a Peter. Aquel que puede llegar a idear las mejores bromas, pero que siempre prefiere estar en las sombras.
Ahora que lo piensa (tirado en el piso, con los pantalones desabrochados y los ojos cerrados) él prefiere ser gruñón, como el perro de malas pulgas que lleva dentro y el apellido Black que a veces insiste en salir a flote en los peores momentos.
Aunque tal vez es, simplemente, que si llegara a ser Bianca Nieva (Blanca Nieves, Canuto) se tiraría de la Torre de Astronomía sin pensarlo dos veces.
No es lo mejor, pero a mi me ha dejado satisfecha ;)
Muchos besos y piruletas para todas.