Oct 11, 2008 13:14
He descubierto recientemente que la mayor parte de mis mejoras como ser humano que interacciona con otros bípedos se basan en la nada elegante estrategia de la huída hacia delante. Una vez consciente de un miedo que no puedo racionalizar como necesario/conveniente, estoy abocada a tirarme a mí misma de los bajos de la falda hasta que, molesta, acabo por hacerme caso y decido, a regañadientes, afrontarlo. Por desgracia, desconozco el secreto que te hace pasar del miedo a la Confianza y el Autocontrol. Así que sólo sé enfrentarme a mis fantasmas de una manera: de frente, gritando y a la carrera.
Resulta que luego me doy bofetadas mentales por mostrarme al mundo en semejante ataque de frenesí y desorden a cosas que otros parecen manejar desde la elegancia de una actitud pausada. Y eso que yo me había prometido quererme en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, como soy, sin rechazar mis peculiaridades. Quiero el divorcio.