De Cruzcampo, L&M y canciones a media noche.
Estoy que no quepo en mi de gozo puro y duro!
Anoche en el Kabuki, una discoteca de aquí, la que más merece la pena por el rollo alternativo que se traen, hizo una Jam Session.
¿En qué consite una Jam Session?
Pues básicamente es un concierto a puertas abiertas y de escenario abierto, llevas tu instrumento y te subes al escenario cuando te da la gana, improvisando con otros músicos que ni conoces o simplemente no suelen tocar juntos hasta que literalmente te echen del escenario.
Este tipo de eventos los organiza un colega mio, y ayer, que yo tenía libre en el trabajo, se lo dije a mi amiga Mari y nos fuimos temprano para allá.
En esta zona no es que haya mucho movimiento de este estilillo, así que el local nunca pasó de las 40 personas pero estabamos muy agusto.
Yo conocía a la mayoría de gente de las qe estábamos allí, porque la verdad es que suelo moverme mucho en este mundillo, y no hacían más que decirme "Oye, qué? no subes?"... y yo: "después, después".
No sé si lo he dicho alguna vez por aquí, pero hace años mi hermano mayor me regaló un bajo, aunque hace un montón que no lo toco porque está un poco jodido... ahora además canto más que toco.
Pues con el caldeo de la cerveza y el calor corporal, y un poco harta de ver sólo a "greñúos" tocando la guitarra y dándole al "palique", todo como con un ambiente muy "macho alpha", caldeé a Mari para salir al escenario y tocarnos algo, algo tranquilete, que ya estaba harta de oir cómo aporreaban literalmente la batería y masturbaban los mástiles del bajo y la guitarra como si de quinceañeros hormonalmente inestables estuvieramos hablando.
Así que con más nervios que una vírgen en su noche de bodas y aparentando una seguridad que ni la de los cimientos del Empire State Building, una actuación que si saliera en pantalla sería una nominada clara a los Oscar, me dirigí hacia el escenario y le dije a los "melenúos",
-"bueno, creo que va siendo hora de que nos dejeis hacer el ridículo a las chicas" "Andrés, déjale una guitarra a esta mujer".
-"toma, toma, coje la mia" uno de los tíos todo flipado nos ofrece su epiphone, la marca barata de la gibson. Una versión bastante clara de la Gibson Red Cherry.
Al principio tuvimos algunos problemillas, Mari no se terminaba de adecuar a la guitarra prestada, y además no tenía la afinación adecuada a la canción que queríamos interpretar.
Todo el mundo nos daba ánimos, y nos incitaban a seguir tocando, Mari se estaba haciendo presa de los nervios, y yo no hacía más que gritarle palabras de ánimo desde mi posición frente al micro.
Finalmente, se nos unieron dos de los participantes de la Jam Session a la batería y el bajo respectivamente, y...
uno...
dos...
tres...
do you remember the first kiss?
...
los acordes de la guitarra y mi voz comenzaron a danzar al unísono la canción ONE LINE de PJ HARVEY.
Desde mi privilegiado lugar observaba que la gente nos miraba, moviendo la cabeza al son de la canción, mientras que por la parte de atrás entraba más gente que se había quedado fuera a charlar sin el ruido de fondo.
Al terminar la canción abandoné el micrófono en su pie, y al poner un pie fuera del escenario me vi a todo el mundo aplaudir y silvar, gritando "¡¡otraaa, otraa, otraaa!!" después de haber permanecido en constante silencio segundos después de terminar la canción. Como la calma que precede a la tormenta.
Y recibiendo elógios de todos los que estában allí, no supe ni aún sé si yo era la que estaba flipada o eran ellos los que flipaban.
Me voy al trabajo que y llego tarde.
A ver qué opinais de esto. Por cierto, necesitamos nombre para el grupo... a ver qué se os ocurre!
Esta es la canción que tocamos ayer, a ver qué os parece.
Un besazo!!
Anoche en el Kabuki, una discoteca de aquí, la que más merece la pena por el rollo alternativo que se traen, hizo una Jam Session.
¿En qué consite una Jam Session?
Pues básicamente es un concierto a puertas abiertas y de escenario abierto, llevas tu instrumento y te subes al escenario cuando te da la gana, improvisando con otros músicos que ni conoces o simplemente no suelen tocar juntos hasta que literalmente te echen del escenario.
Este tipo de eventos los organiza un colega mio, y ayer, que yo tenía libre en el trabajo, se lo dije a mi amiga Mari y nos fuimos temprano para allá.
En esta zona no es que haya mucho movimiento de este estilillo, así que el local nunca pasó de las 40 personas pero estabamos muy agusto.
Yo conocía a la mayoría de gente de las qe estábamos allí, porque la verdad es que suelo moverme mucho en este mundillo, y no hacían más que decirme "Oye, qué? no subes?"... y yo: "después, después".
No sé si lo he dicho alguna vez por aquí, pero hace años mi hermano mayor me regaló un bajo, aunque hace un montón que no lo toco porque está un poco jodido... ahora además canto más que toco.
Pues con el caldeo de la cerveza y el calor corporal, y un poco harta de ver sólo a "greñúos" tocando la guitarra y dándole al "palique", todo como con un ambiente muy "macho alpha", caldeé a Mari para salir al escenario y tocarnos algo, algo tranquilete, que ya estaba harta de oir cómo aporreaban literalmente la batería y masturbaban los mástiles del bajo y la guitarra como si de quinceañeros hormonalmente inestables estuvieramos hablando.
Así que con más nervios que una vírgen en su noche de bodas y aparentando una seguridad que ni la de los cimientos del Empire State Building, una actuación que si saliera en pantalla sería una nominada clara a los Oscar, me dirigí hacia el escenario y le dije a los "melenúos",
-"bueno, creo que va siendo hora de que nos dejeis hacer el ridículo a las chicas" "Andrés, déjale una guitarra a esta mujer".
-"toma, toma, coje la mia" uno de los tíos todo flipado nos ofrece su epiphone, la marca barata de la gibson. Una versión bastante clara de la Gibson Red Cherry.
Al principio tuvimos algunos problemillas, Mari no se terminaba de adecuar a la guitarra prestada, y además no tenía la afinación adecuada a la canción que queríamos interpretar.
Todo el mundo nos daba ánimos, y nos incitaban a seguir tocando, Mari se estaba haciendo presa de los nervios, y yo no hacía más que gritarle palabras de ánimo desde mi posición frente al micro.
Finalmente, se nos unieron dos de los participantes de la Jam Session a la batería y el bajo respectivamente, y...
uno...
dos...
tres...
do you remember the first kiss?
...
los acordes de la guitarra y mi voz comenzaron a danzar al unísono la canción ONE LINE de PJ HARVEY.
Desde mi privilegiado lugar observaba que la gente nos miraba, moviendo la cabeza al son de la canción, mientras que por la parte de atrás entraba más gente que se había quedado fuera a charlar sin el ruido de fondo.
Al terminar la canción abandoné el micrófono en su pie, y al poner un pie fuera del escenario me vi a todo el mundo aplaudir y silvar, gritando "¡¡otraaa, otraa, otraaa!!" después de haber permanecido en constante silencio segundos después de terminar la canción. Como la calma que precede a la tormenta.
Y recibiendo elógios de todos los que estában allí, no supe ni aún sé si yo era la que estaba flipada o eran ellos los que flipaban.
Me voy al trabajo que y llego tarde.
A ver qué opinais de esto. Por cierto, necesitamos nombre para el grupo... a ver qué se os ocurre!
Esta es la canción que tocamos ayer, a ver qué os parece.
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