Jun 04, 2011 16:20
El 1 de junio comenzaron mis vacaciones de verano y no terminarán hasta el 15 de septiembre o así... ¡Viva la formación profesional!
La felicidad que sentí cuando borré las carpetas de las prácticas, las diferentes máquinas virtuales y limpié el ordenador de cerca de 80 GB de mierda fue indescriptible.
Pero estamos a cuatro de junio, sólo han pasado tres días mal contados, y ya me estoy aburriendo. No sé, será que con las tonterías me he acabado quedando sola, sin prácticamente nadie con quien salir y con una actitud un tanto ermitaña; pero a ver, me he acostumbrado después de tantos meses.
Porque que llegue el fin de semana y por norma general no tenga planes se ha convertido en algo tan normal que ya ni me extraña ni me aburro, es más, hasta prefiero quedarme en mi casa.
Las cosas van peor de lo que me esperaba y si alguien, cualquier persona, me dice "vente" iría sin ningún tipo de remordimiento de dejar a gente aquí. Porque realmente no dejo a nadie, ¿por qué voy a ser yo la única gilipollas que tenga que pensar en los demás cuando escoge una decisión? Nadie lo ha hecho por mí, así que no seré yo quien lo haga.
Es lo que hay. Día que pasa, día que me doy de bruces con la realidad de que en la vida no tenemos a nadie excepto a nosotros mismos.
Iba a ir al FIB, tengo el abono de cuatro días en mi casa, comprado, pero la gente con la que iba a ir no cuenta conmigo para nada, así que para estar 8 días de calvario (calor, humedad, cansancio) con gente desconocida, vendo la entrada y me voy a otro lado a cambiar de aires.
Creo que realmente debería mandar a la mierda todo. Pero no tengo el valor suficiente para hacerlo.
vacaciones,
atpc