30días [Kuroshitsuji fanfic. Spoilers]
Trasladado a https://althaea.dreamwidth.org/4092.html
Autor: adler_annr2 // AnnR24
Fandom: Kuroshitsuji
Claim: Elizabeth Middleford
Tabla: ♥ Tabla LJ - ♥ FF.net
Tema: #06 - Sentido Común || #10 - Sin tinta || #11 - Pecado || #13 - Un empujón || #14 - Ambivalencia || #22 - Silencio
Título: #06 - Cuestión de Perspectiva || #10 - Pretextos || #11 - Tan solo un deseo pueril || #13 - Primeros pasos || #14 - Lo mejor || #22 - Típico hermano mayor
Resumen: Todos se quedaron en drabbles jeje, mejor léanlos :)
Advertencias: Spoilers, AUs, más precious moments momentos perdidos del canon (?) además uso indiscriminado tanto de canon anime y canon manga xDD!
Notas: Kuroshitsuji © Yana Toboso
06. Sentido Común || Cuestión de Perspectiva {174 palabras}
Elizabeth no tiene lo que se conoce como ‘Sentido Común’. A ella le gusta bailar bajo la lluvia. No le pone peros a ir de picnic fuera de temporada. Prefiere mil veces las cosas dulces a las saladas, le gusta cualquier tipo de té y no tiene inconveniente en saltarse por una o dos veces la hora designada a la degustación de tal infusión si puede pasar más tiempo con su prometido. No tiene miedo de expresar lo que le gusta y pone ante todo la seguridad de las personas que ama, no le interesan cosas como el dinero, las propiedades ni las joyas. Disfruta de ellas, pero no le son indispensables para mostrar su valía personal. No siente envidia o celo alguno de aquellos que se refríen en tesoros, como no sean buenamente amorosos. Su padre y madre disfrutan de buena posición social y económica, de abolengo intachable, por ende su hermano y ella también, pero no le interesa mucho que digamos.
A los ojos de todas las damas londinenses, ella está loca.
10. Sin tinta ||Pretextos {197 palabras}
Lo que sucede cuando la joven Middleford no tiene tinta es algo a lo que solo el Conde Phantomhive le encuentra inconveniente, a pesar de no conocer todos los detalles tras las rápidas resoluciones de su prima.
Sucede que, si un día, por una casualidad del destino (una de tantas) la joven Elizabeth se queda sin tinta, antes de ocurrírsele pedir una nueva botella de tan maravillosa invención a cualquiera que quiera cruzarse en su camino al momento de correr al carruaje más cercano ―que la familia Middleford es de marqueses y tienen muchos― pasa primero que ya está camino a la mansión Phantomhive. No va para pedir tinta, por su puesto.
Va para contarle a Ciel todo lo que no pudo escribir debido ¡a que se acabó la tinta a mitad de la carta! Y Ciel no puede culpar a la pobre tinta, que se gastaba inútilmente redactando con lujo de detalle el bonito vestido de Lady de Bourgh y los hermosos tacones de la Vizcondesa de Chamber, o lo deliciosos que eran los scones en la casa de los Fairfax.
Si de ir a la casa de su primo se trata, cualquier pretexto es bueno.
11. Pecado || Tan solo un deseo pueril {150 palabras}
Sin duda alguna estaba cometiendo un pecado al desear. Porque, ¿qué otra cosa podría ser el querer tan ferviente y egoístamente, sino un pecado? Una vida feliz, no necesariamente tranquila y apacible, qué sería entonces de la misma sin el condimento de una aventura de vez en vez. Para Elizabeth Middleford, prometida de Ciel Phantomhive, un deseo inalcanzable. Quizá fuera simplemente que no estaba predestinada a llevar la vida de ensueño que siempre había anhelado. Egoísta, envidiosa, caprichosa, insensata, ¡a cuánto no tendrá que enfrentarse Elizabeth! Los más comprensivos simplemente creen que le falta madurar y ver por sí misma la crudeza con que se guía el mundo para salir, por fin, de su burbuja.
Quizá solo sea la maldición del ‘Perro Guardián’ que persigue a su familia desde tiempos inmemoriales. La familia de su madre, concretamente hablando. Pero sin duda alguna estaba pecando de múltiples formas al codiciar tanto.
13. Un empujón ||Primeros pasos {320 palabras}
Tenía que ser sutil. Si Elizabeth quería que Ciel creyera que había sido idea suya ir a pasear por los jardines entonces tenía que mostrar el doble de entusiasmo y el triple de impaciencia.
―Elizabeth ―Ciel llama sin muchas ganas a su prometida cuando se encuentra listo para salir.
―¡Lizzy! Es Lizzy ―señala inútilmente la aludida mientras pone cara de puchero.
Sebastian se acerca a la joven pareja mientras guía su camino a la puerta principal y se adelanta para situarse de tal forma que pueda abrirles, cederles el paso, salir y luego cerrar sin tener que retrasarlos demasiado.
Una vez afuera es el encargado de custodiarles mientras guarda una considerable distancia.
―¡El clima es maravilloso, Ciel! ―Lizzy va del brazo de su primo, es en esos momentos cuando más siente la distancia que los separa, un abismo. No tan literal como podría interpretarse, sin embargo apenas unos centímetros han de ser suficiente para que los considere un martirio.
―Es agradable ―apenas es un susurro, pero Lizzy siente que es genial arrancarle más de una sílaba a su primo al comienzo de una conversación.
Ella se emociona de más y comienza a hablar sin parar sobre cosas que a Ciel, tiene por seguro (pero le alegra que aunque sea finja el ponerle atención), no le interesan en lo más mínimo.
Y así se lo pasan el resto de la tarde, hablando de fruslerías, pero disfrutando de igual modo de un agradable paseo.
En la noche, a punto de recostarse y caer de inmediato en el mundo de los sueños debido a un indignantemente rápido desgaste físico, el Conde se dispone a ser arropado de manos de su mayordomo quien, como de costumbre, no quiere evitar una sonrisa malévola.
―Tú ya estabas esperando el momento en que lady Elizabeth te dejara invitarla a salir sin que sospechara de una iniciativa impropia de ti.
Ciel gruñó.
―Cállate ―ordenó y luego se durmió.
14. Ambivalencia ||Lo mejor {264 palabras}
Una sonrisa que la derretía (cuando se dignaba a mostrársela, por lo menos), unos ojos tan suspicaces como inocentes, de una forma poco comprendida por los bajos estratos sociales que se enfrentaban a su fiera mirada cada que se atrevían a meterse con cualquiera que contara con la protección de la reina o simplemente osara causar alboroto en algún sitio dentro de la jurisdicción del Perro Guardián. Un cuerpo frágil, eso sí, pero contenedor de alma más pura y hermosa jamás imaginada. Bueno, realmente eso Elizabeth no podría más que intuirlo, si supiera de la verdadera naturaleza del mayordomo principal en la casa de su prometido, pero ella era inocente como la que más y porque sabía de esas cosas, casi podría afirmarlo. Porque todo en Ciel Phantomhive le parecía perfecto.
No a un nivel de idolatría, solo le ama demasiado para reparar en las deficiencias del carácter de Ciel. Le ama lo suficiente como para solo notar las propias, las que hacen que él muestre las suyas. Se recrimina a sí misma cada vez que lo hace enojar, sabe que es culpa suya, pero ¿quién le va a ayudar a llevar sus penas? No puede mostrarse como realmente es; no, si no quiere que Ciel se aleje de su lado.
¡Qué horror de vida! No puede ser realmente una chica fuerte porque a Ciel no le agradan, y no puede ser una melosa porque tampoco le gustan. Y a pesar de que ambas formas le gustan a Elizabeth, tiene siempre que decantarse por lo que es mejor para Ciel y por ende para ella.
22. Silencio || Típico hermano mayor {137 palabras}
A pesar de ser tan sobreprotector, Edward y Elizabeth no comparten muchos de sus temas favoritos de conversación. Suelen pasar mucho tiempo juntos, pero no tienden a la conversación la mayor parte de ese tiempo. Él lee mientras ella practica sus nuevas técnicas de esgrima o ella aprueba o desaprueba lo que él sugiere para cenar. Pero entonces, si presta mucha atención, si aguza bien sus sentidos, aún con un fuerte viento que le dé de frente, aun por sobre el parloteo de cualquiera que alce la voz en medio de la más desquiciante cacofonía, ahí, justo por donde está su silencio también se siente capaz de escuchar su melodía. Porque él, siempre, sin decir una palabra, sin hacerle mucho caso, sin estar siempre a su lado, sin hacerle partícipe de nada, la cuida. Típico hermano mayor.
‘Sin tinta’ fue seguro, el que tomé más literal… ¡es que nada se me ocurrió! XD
‘Pecado’ es como LOLWHUT?? Es que… XD sry…
Btw… cómo es una cara de puchero… no tengo idea y es que, de hecho, sé que saben que yo sé que ustedes saben lo que quise decir, solo que lo expresé mal LOL…
Bueno, aunque esté subiendo esto hoy, (la fecha límite de mi tabla) no la he terminado, ¡me faltan 15 temas!! ¡y ya estoy agotada! … terminaré esta y luego pediré otra… XD! En fin… sólo queda una cosa por decir: PASTA~!!
y… Kazehaya es MÍO y un poco de Sawako... que también es mía >D es que ambos son tan lindos, son unos linduritos *w*
Autor: adler_annr2 // AnnR24
Fandom: Kuroshitsuji
Claim: Elizabeth Middleford
Tabla: ♥ Tabla LJ - ♥ FF.net
Tema: #06 - Sentido Común || #10 - Sin tinta || #11 - Pecado || #13 - Un empujón || #14 - Ambivalencia || #22 - Silencio
Título: #06 - Cuestión de Perspectiva || #10 - Pretextos || #11 - Tan solo un deseo pueril || #13 - Primeros pasos || #14 - Lo mejor || #22 - Típico hermano mayor
Resumen: Todos se quedaron en drabbles jeje, mejor léanlos :)
Advertencias: Spoilers, AUs, más precious moments momentos perdidos del canon (?) además uso indiscriminado tanto de canon anime y canon manga xDD!
Notas: Kuroshitsuji © Yana Toboso
06. Sentido Común || Cuestión de Perspectiva {174 palabras}
Elizabeth no tiene lo que se conoce como ‘Sentido Común’. A ella le gusta bailar bajo la lluvia. No le pone peros a ir de picnic fuera de temporada. Prefiere mil veces las cosas dulces a las saladas, le gusta cualquier tipo de té y no tiene inconveniente en saltarse por una o dos veces la hora designada a la degustación de tal infusión si puede pasar más tiempo con su prometido. No tiene miedo de expresar lo que le gusta y pone ante todo la seguridad de las personas que ama, no le interesan cosas como el dinero, las propiedades ni las joyas. Disfruta de ellas, pero no le son indispensables para mostrar su valía personal. No siente envidia o celo alguno de aquellos que se refríen en tesoros, como no sean buenamente amorosos. Su padre y madre disfrutan de buena posición social y económica, de abolengo intachable, por ende su hermano y ella también, pero no le interesa mucho que digamos.
A los ojos de todas las damas londinenses, ella está loca.
10. Sin tinta ||Pretextos {197 palabras}
Lo que sucede cuando la joven Middleford no tiene tinta es algo a lo que solo el Conde Phantomhive le encuentra inconveniente, a pesar de no conocer todos los detalles tras las rápidas resoluciones de su prima.
Sucede que, si un día, por una casualidad del destino (una de tantas) la joven Elizabeth se queda sin tinta, antes de ocurrírsele pedir una nueva botella de tan maravillosa invención a cualquiera que quiera cruzarse en su camino al momento de correr al carruaje más cercano ―que la familia Middleford es de marqueses y tienen muchos― pasa primero que ya está camino a la mansión Phantomhive. No va para pedir tinta, por su puesto.
Va para contarle a Ciel todo lo que no pudo escribir debido ¡a que se acabó la tinta a mitad de la carta! Y Ciel no puede culpar a la pobre tinta, que se gastaba inútilmente redactando con lujo de detalle el bonito vestido de Lady de Bourgh y los hermosos tacones de la Vizcondesa de Chamber, o lo deliciosos que eran los scones en la casa de los Fairfax.
Si de ir a la casa de su primo se trata, cualquier pretexto es bueno.
11. Pecado || Tan solo un deseo pueril {150 palabras}
Sin duda alguna estaba cometiendo un pecado al desear. Porque, ¿qué otra cosa podría ser el querer tan ferviente y egoístamente, sino un pecado? Una vida feliz, no necesariamente tranquila y apacible, qué sería entonces de la misma sin el condimento de una aventura de vez en vez. Para Elizabeth Middleford, prometida de Ciel Phantomhive, un deseo inalcanzable. Quizá fuera simplemente que no estaba predestinada a llevar la vida de ensueño que siempre había anhelado. Egoísta, envidiosa, caprichosa, insensata, ¡a cuánto no tendrá que enfrentarse Elizabeth! Los más comprensivos simplemente creen que le falta madurar y ver por sí misma la crudeza con que se guía el mundo para salir, por fin, de su burbuja.
Quizá solo sea la maldición del ‘Perro Guardián’ que persigue a su familia desde tiempos inmemoriales. La familia de su madre, concretamente hablando. Pero sin duda alguna estaba pecando de múltiples formas al codiciar tanto.
13. Un empujón ||Primeros pasos {320 palabras}
Tenía que ser sutil. Si Elizabeth quería que Ciel creyera que había sido idea suya ir a pasear por los jardines entonces tenía que mostrar el doble de entusiasmo y el triple de impaciencia.
―Elizabeth ―Ciel llama sin muchas ganas a su prometida cuando se encuentra listo para salir.
―¡Lizzy! Es Lizzy ―señala inútilmente la aludida mientras pone cara de puchero.
Sebastian se acerca a la joven pareja mientras guía su camino a la puerta principal y se adelanta para situarse de tal forma que pueda abrirles, cederles el paso, salir y luego cerrar sin tener que retrasarlos demasiado.
Una vez afuera es el encargado de custodiarles mientras guarda una considerable distancia.
―¡El clima es maravilloso, Ciel! ―Lizzy va del brazo de su primo, es en esos momentos cuando más siente la distancia que los separa, un abismo. No tan literal como podría interpretarse, sin embargo apenas unos centímetros han de ser suficiente para que los considere un martirio.
―Es agradable ―apenas es un susurro, pero Lizzy siente que es genial arrancarle más de una sílaba a su primo al comienzo de una conversación.
Ella se emociona de más y comienza a hablar sin parar sobre cosas que a Ciel, tiene por seguro (pero le alegra que aunque sea finja el ponerle atención), no le interesan en lo más mínimo.
Y así se lo pasan el resto de la tarde, hablando de fruslerías, pero disfrutando de igual modo de un agradable paseo.
En la noche, a punto de recostarse y caer de inmediato en el mundo de los sueños debido a un indignantemente rápido desgaste físico, el Conde se dispone a ser arropado de manos de su mayordomo quien, como de costumbre, no quiere evitar una sonrisa malévola.
―Tú ya estabas esperando el momento en que lady Elizabeth te dejara invitarla a salir sin que sospechara de una iniciativa impropia de ti.
Ciel gruñó.
―Cállate ―ordenó y luego se durmió.
14. Ambivalencia ||Lo mejor {264 palabras}
Una sonrisa que la derretía (cuando se dignaba a mostrársela, por lo menos), unos ojos tan suspicaces como inocentes, de una forma poco comprendida por los bajos estratos sociales que se enfrentaban a su fiera mirada cada que se atrevían a meterse con cualquiera que contara con la protección de la reina o simplemente osara causar alboroto en algún sitio dentro de la jurisdicción del Perro Guardián. Un cuerpo frágil, eso sí, pero contenedor de alma más pura y hermosa jamás imaginada. Bueno, realmente eso Elizabeth no podría más que intuirlo, si supiera de la verdadera naturaleza del mayordomo principal en la casa de su prometido, pero ella era inocente como la que más y porque sabía de esas cosas, casi podría afirmarlo. Porque todo en Ciel Phantomhive le parecía perfecto.
No a un nivel de idolatría, solo le ama demasiado para reparar en las deficiencias del carácter de Ciel. Le ama lo suficiente como para solo notar las propias, las que hacen que él muestre las suyas. Se recrimina a sí misma cada vez que lo hace enojar, sabe que es culpa suya, pero ¿quién le va a ayudar a llevar sus penas? No puede mostrarse como realmente es; no, si no quiere que Ciel se aleje de su lado.
¡Qué horror de vida! No puede ser realmente una chica fuerte porque a Ciel no le agradan, y no puede ser una melosa porque tampoco le gustan. Y a pesar de que ambas formas le gustan a Elizabeth, tiene siempre que decantarse por lo que es mejor para Ciel y por ende para ella.
22. Silencio || Típico hermano mayor {137 palabras}
A pesar de ser tan sobreprotector, Edward y Elizabeth no comparten muchos de sus temas favoritos de conversación. Suelen pasar mucho tiempo juntos, pero no tienden a la conversación la mayor parte de ese tiempo. Él lee mientras ella practica sus nuevas técnicas de esgrima o ella aprueba o desaprueba lo que él sugiere para cenar. Pero entonces, si presta mucha atención, si aguza bien sus sentidos, aún con un fuerte viento que le dé de frente, aun por sobre el parloteo de cualquiera que alce la voz en medio de la más desquiciante cacofonía, ahí, justo por donde está su silencio también se siente capaz de escuchar su melodía. Porque él, siempre, sin decir una palabra, sin hacerle mucho caso, sin estar siempre a su lado, sin hacerle partícipe de nada, la cuida. Típico hermano mayor.
‘Sin tinta’ fue seguro, el que tomé más literal… ¡es que nada se me ocurrió! XD
‘Pecado’ es como LOLWHUT?? Es que… XD sry…
Btw… cómo es una cara de puchero… no tengo idea y es que, de hecho, sé que saben que yo sé que ustedes saben lo que quise decir, solo que lo expresé mal LOL…
Bueno, aunque esté subiendo esto hoy, (la fecha límite de mi tabla) no la he terminado, ¡me faltan 15 temas!! ¡y ya estoy agotada! … terminaré esta y luego pediré otra… XD! En fin… sólo queda una cosa por decir: PASTA~!!
y… Kazehaya es MÍO y un poco de Sawako... que también es mía >D es que ambos son tan lindos, son unos linduritos *w*