La prensa especializada presta su atención a la crisis inmobiliaria desatada en EEUU, que está zarandeando los mercados bursátiles a nivel global y que ha obligado a los Bancos Centrales más importantes a realizar con premura ingentes inyecciones de liquidez. Un par de ejemplos pueden ser
Expansión o
Finanzas.com.
Es evidente que la situación en EEUU es muy diferente a la de Europa y, en especial, a la de España. Consultando los blogs de
Rafael Pampillón y de
Juan Carlos Martínez Lázaro no resulta difícil hacerse una idea del estado de la economía yankee (yo apostaría a que la Reserva Federal bajará los tipos después del verano). Sin embargo, la economía española -especialmente su sector bancario- puede verse afectada por la delicada situación de los mercados bursátiles, y más ante la alargada sombra de la presunta burbuja inmobiliaria.
Considerando que la economía evoluciona en función de algo tan volátil como la confianza, podría ser prudencial tomar nota de un refrán tan lleno de sentido común como es "cuando veas las barbas de tu vecino recortar pon las tuyas a remojar".