Pues sí, pues sí. Eso ha dicho nuestro flamante presidente del gobierno. No pienso hacer ningún análisis sesudo, más que nada porque la pólvora ya está inventada (por ejemplo, las entradas al respecto en los blogs de
Juan Carlos Martínez Lázaro y de
Valentín Bote Álvarez-Carrasco). Lo que está claro es que el fin es muy loable, pero la medida, en sí misma, bastante inútil. Y, además, de inútil, profundamente "antisocialista", que es lo más gracioso del asunto. 2500 € por nacimiento, sin más, implica pasar por alto un principio básico como es la redistribución de riqueza. ¿Por qué? Porque, con tal planteamiento, cuando ciudadanos económicamente solventes como Alejandro Sanz, Guti o Ramoncín tengan un retoño disfrutarán de 2500 € del ala. Se ve que les hace mucha falta, pobrecitos.
Pero cómo me gusta ser solidario.