Drarry, físicamente hablando: capítulo 4. Entropía
Hola fandom.
Lo siento, lo siento y lo siento. Me tardé mucho en subir esto, está beteado hace más de una semana, casi dos, pero he tenido una semana mala y el capítulo ni merecía ser subido tal cual estaba. Así que lo re-escribí, con resultados cuestionables (y sin beteo, que mi beta está estudiando :D ). A mí no me gusta, prometo que los próximos serán mejores.
pd. sirem.. creo que cometí un error físico por ahí, me dices..
Cápitulos anteriores AQUÍ
Entropía
Draco deseaba tener un giratiempo o algo que lo ayudara a detener el tiempo, sentía que todas las responsabilidades lo estaban superando. No era primera vez que debía quedarse hasta tarde estudiando para algún examen, pero la semana anterior había sido estresante. Y la actual seguía la misma trayectoria.
Además, estaba el Ministerio, y en él estaba Potter. Borró el asunto Potter de su mente, no quería que sus pensamientos viajaran hacia esa dirección, con los asuntos del Ministerio y los estudios ya tenía suficiente estrés para una vida de mago, que era bastante.
Se arrepentía un poco de haber comenzado a interesarse por Potter, debió saber que el héroe sería la excepción a todas las reglas físicas existentes. Aún no lograba entenderlo.
Era un hecho comprobado que Harry le gustabadesde probablemente hacía años. Incluso había hecho un experimento para demostrarlo.
Bueno, nadie podía culparlo. Con ese cuerpo, ¿a quién no le gustaría tener algo con Potter? Imagínate toda la fricción que podría generar…
Negó con la cabeza, como intentando alejar esos pensamientos, debía estudiar esa noche, e imaginar el cuerpo desnudo de Potter generando calor no era una buena idea. En unos días tenía examen y debía estudiar, un Malfoy no reprueba, ni menos en algo muggle, aunque le costara concentrarse en los apuntes que ahí tenía.
Entropía.
Aprender sobre la entropía era un tanto difícil si ésta le recordaba a Potter, era bastante extraño seguir esa línea de pensamientos, pero tomando la física como centro, era obvio. ¿Cómo?
Entropía. Medida de la cantidad de desorden que hay en un sistema. Potter siempre venía y le desordenaba todo. Desorden era como sinónimo de Potter. Por lo tanto…
Entropía. Medida del efecto Potter. No, así era imposible estudiar.
Tendrían que inventar toda una ciencia para comprender a los héroes. Quizás estaba por mal camino, quizás si leía esas historietas que tenían sus compañeros del club-de-no-sé-qué podría entender al héroe, compararlo Batman o algo.
¿Y tu serías Robin?
Bien, el comic no serviría. Sería fiel a la física, confiaba en ella.
Un grito lo sacó de golpe de sus cavilaciones.
-¡Malfoy!-la voz sonaba algo distorsionada, más aguda mientras más se acercaba a él.
Como bajo el efecto Doppler, pensó Draco mientras se dirigía hacia la sala.
La cabeza de Potter estaba flotando entre las llamas verdes de la chimenea. Draco frunció el ceño, el héroe no encontraba nada mejor que ir a molestar a las tres de la madrugada interrumpiendo su intento de estudio.
-Quita las protecciones- exigió Harry.
-Potter, son las tres de la madrugada -dijo Draco mientras se cruzaba de brazos, bufando ante la desvergüenza del otro, darle órdenes a un Malfoy ¿dónde se ha visto eso?
Respiró hondo intentando reunir paciencia que no tenía, no a esa altura de la noche; tenía a un Potter escandaloso en la chimenea, sus ganas de discutir tendían a cero y el estudio pendiente aumentaba de forma exponencial.
Suspirando, sacó la varita y quitó las protecciones. Potter entró acelerado a su piso, colisionando con él, contagiándole su movimiento y energía, logrando que ambos cayeran al suelo.
Draco se quedó quieto y anonadado. Potter estaba sobre él, sus cuerpos alineados, el pelo negro haciéndole cosquillas en el cuello y las manos a sus costados para evitar aplastarlo. Draco podía sentir el calor que emanaba aquel cuerpo, desencadenando el movimiento de sus moléculas, incrementando el desorden de sus hormonas y, a la vez, aumentando la entropía de sus pensamientos.
No lo soportó más.
-Potter, quítate. Ahora -. Harry parecía no querer reaccionar, Draco, necesitando detener el desorden, lo empujó.
Ese traspaso de energía causó que Potter rodada a su lado. Draco se sentó en el suelo, con la varita aún en la mano, mirando al otro mago de forma curiosa y cuestionadora.
Potter estaba hecho un desastre; sus ojeras aún más oscuras que en los días anteriores y sus ropas algo desordenas. Además, poseía el olor inconfundible del alcohol; Potter estaba ebrio como una cuba.
-Hola-saludó Harry con una sonrisa ebria. - ¿Te desperté?
-No, estaba estudiando -respondió sin pensarlo, intentando entender porqué Potter le hablaba cómo si le importara. Y antes de eso, preguntándose qué hacía ahí.
- ¿Estudiando?-Draco no respondió, se incorporó y extendió una mano para ayudarlo a levantarse. -Entonces era cierto -dijo más para sí mismo que para Draco.
- ¿El alcohol te deja estúpido también? ¿Qué haces acá?
-Ya te dije… yo… quería hablar. -La mano de Potter aún se mantenía sujeta a la de Draco, éste intentó retirarla y Harry lo impidió, acercándolo más a él.
Draco se paralizó nuevamente, preguntándose si habría caído en alguna dimensión alterna mientras estudiaba, o en algún agujero negro. La situación era muy extraña.
Harry tenía las mejillas rosadas y las pupilas un poco dilatadas. Intentó dar un paso, pero tropezó y Draco por instinto lo sujetó de los hombros.
-Entonces habla, Potter - dijo Draco. Así cómo estaban, frente a frente, tenía problemas para pensar en algo mordaz para decir. No que el estúpido y ebrio héroe lo notara, pero esos ojos grandes y verdes lo estaban perturbando.
Negó con la cabeza alejándose definitivamente de Harry. Era estúpido, se sentía atraído hacia Potter como una carga negativa a un campo eléctrico positivo.
-¿Por qué… por qué lo haces?-Harry había caminado penosamente hasta llegar al sofá desplomándose en él, quedando distribuido uniformemente sobre su superficie.
-¿El qué? -Preguntó extrañado Draco, acercándose cuidadosamente al sofá, intentando pensar qué hacer con un Harry borracho.
-Estudiar algo muggle-. La voz de Potter se oía extraña, algo pastosa y áspera. Draco buscó en los ojos verde si había burla o alguna intención escondida en aquella pregunta. No la encontró, pero aún así no respondió, Potter no tenía porqué conocer sus motivos.
-¿Por qué lo preguntas? -Draco no quitó la vista de los ojos de Harry, analizando objetivamente la situación. Potter parecía más calmado que cuando había llegado… Al contrario de Draco, porque ebrio o no, Potter siempre lo alteraba.
Draco podía comprender cómo es que una masa podía colapsar en sí misma; generando un hoyo negro, pero era incapaz de acotar alguna explicación al comportamiento tan inestable de Potter. Primero lo ignoraba, luego lo trataba de estúpido y lo dejaba solo en Francia; y finalmente, llegaba a su piso, a las tres de la madrugada, ebrio, tratándolo como si fueran parte de la misma reacción.
Cuando fue a pedirle muy poco amablemente a Potter que se fuera de su casa, se dio cuenta de que estaba dormido. Al parecer había disminuido un poco su energía.
Potter estaba acurrucado en su sofá, con los lentes torcidos sobre el puente de su nariz y la boca abierta. Esa extraña sensación que lo atacaba cuando estaba cerca de Harry, aquella que no le era posible explicar en términos técnicos, le impidió despertarlo.
La falta de sueño y el exceso de pensamientos extraños lo tenían un tanto perdido en el continuo espacio-tiempo. Así que decidió dejar a Potter ahí, sin siquiera cubrirlo con alguna manta; si Potter entraba a su piso aumentando la energía de su sistema y desordenando el precario equilibrio en el que basaba su “plan” para conquistarlo, que asumiera las consecuencias y se congelara.
o.o.O.o.o
El haz de luz que entraba por entre las cortinas le dio de lleno en la cara, despertándolo más temprano de lo acostumbrado. Draco estaba organizando su día, pensando qué tenía que hacer, dónde tenía que ir… estaba en eso, aún con los ojos cerrados, cuando recordó lo sucedido la noche anterior.
Recordar a Potter entrando velozmente a su piso, borracho y diciendo nada en absoluto; logró quitarle cualquier vestigio de sueño. Se levantó y se dirigió hacia la sala, esperando que lo de la noche anterior sólo hubiese sido un mal sueño. Que la sensación de cosquilleo en su piel no hubiese sido real, porque realmente le había confundido.
Estaba equivocado. Potter estaba en su sillón, descalzo y acurrucado.
Incluso sintió algo de culpa por dejarlo dormir sin abrigo, culpa que fue reemplazada rápidamente por diversión al verlo en aquel estado de reposo.
Sonrió al ocurrírsele una idea para despertarlo, alzó su varita e invocó un aguamenti no verbal.
El chorro de agua actúo como una fuerza bastante convincente para romper la inercia y cualquier estado de equilibrio posible.
Potter se levantó de un salto y dijo-: ¡Joder! ¿Qué demo… Malfoy?-Harry intentaba secarse la cara y Draco se mordía el labio inferior aguantando una carcajada frente a la mueca de asombro en el rostro de Potter. - ¿Qué haces aquí?-Harry estaba totalmente confundido y lo miraba con las gafas torcidas y el pelo negro apuntando hacia cualquier parte.
-Potter, esta es mi casa - Draco intentaba permanecer serio, mostrarse molesto y hacer que Potter se pusiera nervioso al estar en terreno enemigo y desconocido, pero le era imposible. Potter estaba recién despierto, desorientado y totalmente apetecible.
Omitiendo el último pensamiento, Draco se cansó de controlarse y comenzó a reír.
Al parecer, la risa de Draco despejó del todo la mente Harry.
-¡Oh joder!-dijo Harry cubriéndose la cara con ambas manos. Draco pensó que había recordado qué hacía allí.
-Potter, la próxima vez que quieras acosarme, intenta estar sobrio.
-Cállate, Malfoy. Y yo no estaba acosándote. Sólo quería hablar, por lo de Francia. Pero - Potter se pasó el dorso de la mano por el cabello-, veo que no te interesa.
En realidad sí le interesaba, pero no le diría. Él quería a Potter orbitando a su alrededor, y el mejor plan para lograrlo, era hacerse el desinteresado.
-No tienes que darme explicaciones, Potter. Ni siquiera somos amigos. - Harry apoyó una mano en su hombro para equilibrarse, tanto movimiento estaba mareándolo. Tenía los ojos fijos en Draco, y éste creyó vislumbrar algo como decepción en su mirada.
-Yo quiero dártelas, Malfoy. Me fui porque…porque… no sé -Draco lo miró divertido, pero intentando mostrarse serio. - Es tu culpa, ¿sabes? Dijiste cosas que no entendí y… - se detuvo un momento para controlar el mareo y se rió de su propia incoherencia- y eso… era como chino.
-Es física, Potter. Física. Es bastante útil, ¿sabes? Explica muchas cosas. -Ahora Draco comprendía el porqué de la reacción de Potter. Había pensado que sus palabras eran algún insulto. Qué estúpido.
-Ya. Pero no entendí lo que dijiste. Era todo tan extraño. Es algo muggle, ¿sabes? Uno no esperaría que tú hicieras algo muggle. ¿No es cómo anti Malfoy?
-¿Prefieres qué los maldiga? Y lo fundamental en los Malfoy es saberlo todo. ¿Qué hacen los Potters, deprimirse y ahogarse en alcohol?
-Yo no estoy deprimido-dijo Potter dándole la espalda.
-Claro, y tampoco estabas ebrio.
-Hay cosas que no entenderías, Malfoy- dijo suspirando.
-Hay cosas que no sabes, Potter- dijo Draco, con una sonrisa irónica pero carente de malicia, preguntándose en qué momento la conversación se había transformado en algo serio.
Harry se sentó en el sillón nuevamente, Draco se sentó a su lado sólo por hacer algo. La teoría del agujero negro aún estaba presente. Entendía cómo se creaban, lo que implicaba conocimientos superiores a la media de la población, pero era incapaz de comprender a Potter.
Harry se acomodó contra el respaldo, cerró los ojos y relajó su cuerpo.
Draco lo miraba, analizándolo con ojo crítico. Pensando.
Se suponía que las partículas tendían al desorden, que era natural que la entropía aumentara con el tiempo; pero era necesario ejercer alguna fuerza que lo controlara. Él no podía permitir que Potter alterara sus planes prácticos y útiles de sólo sexo, mezclándolo con algo más. La entropía de sus pensamientos debía ser detenida ya.
Sin embargo, verlo en su casa en una situación tan amistosa le provocaba ganas de replantear los factores que influían en la gran ecuación de su vida. Potter estaba ahí, tranquilo, tratándolo como a un igual, como a un amigo, incluso dándole explicaciones.
Pensó que quizás él no era el único interesado en hacer reaccionar al otro.
o.o.O.o.o
Se aceptan tomatazos :), sugerencias e ideas.
Lo siento, lo siento y lo siento. Me tardé mucho en subir esto, está beteado hace más de una semana, casi dos, pero he tenido una semana mala y el capítulo ni merecía ser subido tal cual estaba. Así que lo re-escribí, con resultados cuestionables (y sin beteo, que mi beta está estudiando :D ). A mí no me gusta, prometo que los próximos serán mejores.
pd. sirem.. creo que cometí un error físico por ahí, me dices..
Cápitulos anteriores AQUÍ
Entropía
Draco deseaba tener un giratiempo o algo que lo ayudara a detener el tiempo, sentía que todas las responsabilidades lo estaban superando. No era primera vez que debía quedarse hasta tarde estudiando para algún examen, pero la semana anterior había sido estresante. Y la actual seguía la misma trayectoria.
Además, estaba el Ministerio, y en él estaba Potter. Borró el asunto Potter de su mente, no quería que sus pensamientos viajaran hacia esa dirección, con los asuntos del Ministerio y los estudios ya tenía suficiente estrés para una vida de mago, que era bastante.
Se arrepentía un poco de haber comenzado a interesarse por Potter, debió saber que el héroe sería la excepción a todas las reglas físicas existentes. Aún no lograba entenderlo.
Era un hecho comprobado que Harry le gustabadesde probablemente hacía años. Incluso había hecho un experimento para demostrarlo.
Bueno, nadie podía culparlo. Con ese cuerpo, ¿a quién no le gustaría tener algo con Potter? Imagínate toda la fricción que podría generar…
Negó con la cabeza, como intentando alejar esos pensamientos, debía estudiar esa noche, e imaginar el cuerpo desnudo de Potter generando calor no era una buena idea. En unos días tenía examen y debía estudiar, un Malfoy no reprueba, ni menos en algo muggle, aunque le costara concentrarse en los apuntes que ahí tenía.
Entropía.
Aprender sobre la entropía era un tanto difícil si ésta le recordaba a Potter, era bastante extraño seguir esa línea de pensamientos, pero tomando la física como centro, era obvio. ¿Cómo?
Entropía. Medida de la cantidad de desorden que hay en un sistema. Potter siempre venía y le desordenaba todo. Desorden era como sinónimo de Potter. Por lo tanto…
Entropía. Medida del efecto Potter. No, así era imposible estudiar.
Tendrían que inventar toda una ciencia para comprender a los héroes. Quizás estaba por mal camino, quizás si leía esas historietas que tenían sus compañeros del club-de-no-sé-qué podría entender al héroe, compararlo Batman o algo.
¿Y tu serías Robin?
Bien, el comic no serviría. Sería fiel a la física, confiaba en ella.
Un grito lo sacó de golpe de sus cavilaciones.
-¡Malfoy!-la voz sonaba algo distorsionada, más aguda mientras más se acercaba a él.
Como bajo el efecto Doppler, pensó Draco mientras se dirigía hacia la sala.
La cabeza de Potter estaba flotando entre las llamas verdes de la chimenea. Draco frunció el ceño, el héroe no encontraba nada mejor que ir a molestar a las tres de la madrugada interrumpiendo su intento de estudio.
-Quita las protecciones- exigió Harry.
-Potter, son las tres de la madrugada -dijo Draco mientras se cruzaba de brazos, bufando ante la desvergüenza del otro, darle órdenes a un Malfoy ¿dónde se ha visto eso?
Respiró hondo intentando reunir paciencia que no tenía, no a esa altura de la noche; tenía a un Potter escandaloso en la chimenea, sus ganas de discutir tendían a cero y el estudio pendiente aumentaba de forma exponencial.
Suspirando, sacó la varita y quitó las protecciones. Potter entró acelerado a su piso, colisionando con él, contagiándole su movimiento y energía, logrando que ambos cayeran al suelo.
Draco se quedó quieto y anonadado. Potter estaba sobre él, sus cuerpos alineados, el pelo negro haciéndole cosquillas en el cuello y las manos a sus costados para evitar aplastarlo. Draco podía sentir el calor que emanaba aquel cuerpo, desencadenando el movimiento de sus moléculas, incrementando el desorden de sus hormonas y, a la vez, aumentando la entropía de sus pensamientos.
No lo soportó más.
-Potter, quítate. Ahora -. Harry parecía no querer reaccionar, Draco, necesitando detener el desorden, lo empujó.
Ese traspaso de energía causó que Potter rodada a su lado. Draco se sentó en el suelo, con la varita aún en la mano, mirando al otro mago de forma curiosa y cuestionadora.
Potter estaba hecho un desastre; sus ojeras aún más oscuras que en los días anteriores y sus ropas algo desordenas. Además, poseía el olor inconfundible del alcohol; Potter estaba ebrio como una cuba.
-Hola-saludó Harry con una sonrisa ebria. - ¿Te desperté?
-No, estaba estudiando -respondió sin pensarlo, intentando entender porqué Potter le hablaba cómo si le importara. Y antes de eso, preguntándose qué hacía ahí.
- ¿Estudiando?-Draco no respondió, se incorporó y extendió una mano para ayudarlo a levantarse. -Entonces era cierto -dijo más para sí mismo que para Draco.
- ¿El alcohol te deja estúpido también? ¿Qué haces acá?
-Ya te dije… yo… quería hablar. -La mano de Potter aún se mantenía sujeta a la de Draco, éste intentó retirarla y Harry lo impidió, acercándolo más a él.
Draco se paralizó nuevamente, preguntándose si habría caído en alguna dimensión alterna mientras estudiaba, o en algún agujero negro. La situación era muy extraña.
Harry tenía las mejillas rosadas y las pupilas un poco dilatadas. Intentó dar un paso, pero tropezó y Draco por instinto lo sujetó de los hombros.
-Entonces habla, Potter - dijo Draco. Así cómo estaban, frente a frente, tenía problemas para pensar en algo mordaz para decir. No que el estúpido y ebrio héroe lo notara, pero esos ojos grandes y verdes lo estaban perturbando.
Negó con la cabeza alejándose definitivamente de Harry. Era estúpido, se sentía atraído hacia Potter como una carga negativa a un campo eléctrico positivo.
-¿Por qué… por qué lo haces?-Harry había caminado penosamente hasta llegar al sofá desplomándose en él, quedando distribuido uniformemente sobre su superficie.
-¿El qué? -Preguntó extrañado Draco, acercándose cuidadosamente al sofá, intentando pensar qué hacer con un Harry borracho.
-Estudiar algo muggle-. La voz de Potter se oía extraña, algo pastosa y áspera. Draco buscó en los ojos verde si había burla o alguna intención escondida en aquella pregunta. No la encontró, pero aún así no respondió, Potter no tenía porqué conocer sus motivos.
-¿Por qué lo preguntas? -Draco no quitó la vista de los ojos de Harry, analizando objetivamente la situación. Potter parecía más calmado que cuando había llegado… Al contrario de Draco, porque ebrio o no, Potter siempre lo alteraba.
Draco podía comprender cómo es que una masa podía colapsar en sí misma; generando un hoyo negro, pero era incapaz de acotar alguna explicación al comportamiento tan inestable de Potter. Primero lo ignoraba, luego lo trataba de estúpido y lo dejaba solo en Francia; y finalmente, llegaba a su piso, a las tres de la madrugada, ebrio, tratándolo como si fueran parte de la misma reacción.
Cuando fue a pedirle muy poco amablemente a Potter que se fuera de su casa, se dio cuenta de que estaba dormido. Al parecer había disminuido un poco su energía.
Potter estaba acurrucado en su sofá, con los lentes torcidos sobre el puente de su nariz y la boca abierta. Esa extraña sensación que lo atacaba cuando estaba cerca de Harry, aquella que no le era posible explicar en términos técnicos, le impidió despertarlo.
La falta de sueño y el exceso de pensamientos extraños lo tenían un tanto perdido en el continuo espacio-tiempo. Así que decidió dejar a Potter ahí, sin siquiera cubrirlo con alguna manta; si Potter entraba a su piso aumentando la energía de su sistema y desordenando el precario equilibrio en el que basaba su “plan” para conquistarlo, que asumiera las consecuencias y se congelara.
o.o.O.o.o
El haz de luz que entraba por entre las cortinas le dio de lleno en la cara, despertándolo más temprano de lo acostumbrado. Draco estaba organizando su día, pensando qué tenía que hacer, dónde tenía que ir… estaba en eso, aún con los ojos cerrados, cuando recordó lo sucedido la noche anterior.
Recordar a Potter entrando velozmente a su piso, borracho y diciendo nada en absoluto; logró quitarle cualquier vestigio de sueño. Se levantó y se dirigió hacia la sala, esperando que lo de la noche anterior sólo hubiese sido un mal sueño. Que la sensación de cosquilleo en su piel no hubiese sido real, porque realmente le había confundido.
Estaba equivocado. Potter estaba en su sillón, descalzo y acurrucado.
Incluso sintió algo de culpa por dejarlo dormir sin abrigo, culpa que fue reemplazada rápidamente por diversión al verlo en aquel estado de reposo.
Sonrió al ocurrírsele una idea para despertarlo, alzó su varita e invocó un aguamenti no verbal.
El chorro de agua actúo como una fuerza bastante convincente para romper la inercia y cualquier estado de equilibrio posible.
Potter se levantó de un salto y dijo-: ¡Joder! ¿Qué demo… Malfoy?-Harry intentaba secarse la cara y Draco se mordía el labio inferior aguantando una carcajada frente a la mueca de asombro en el rostro de Potter. - ¿Qué haces aquí?-Harry estaba totalmente confundido y lo miraba con las gafas torcidas y el pelo negro apuntando hacia cualquier parte.
-Potter, esta es mi casa - Draco intentaba permanecer serio, mostrarse molesto y hacer que Potter se pusiera nervioso al estar en terreno enemigo y desconocido, pero le era imposible. Potter estaba recién despierto, desorientado y totalmente apetecible.
Omitiendo el último pensamiento, Draco se cansó de controlarse y comenzó a reír.
Al parecer, la risa de Draco despejó del todo la mente Harry.
-¡Oh joder!-dijo Harry cubriéndose la cara con ambas manos. Draco pensó que había recordado qué hacía allí.
-Potter, la próxima vez que quieras acosarme, intenta estar sobrio.
-Cállate, Malfoy. Y yo no estaba acosándote. Sólo quería hablar, por lo de Francia. Pero - Potter se pasó el dorso de la mano por el cabello-, veo que no te interesa.
En realidad sí le interesaba, pero no le diría. Él quería a Potter orbitando a su alrededor, y el mejor plan para lograrlo, era hacerse el desinteresado.
-No tienes que darme explicaciones, Potter. Ni siquiera somos amigos. - Harry apoyó una mano en su hombro para equilibrarse, tanto movimiento estaba mareándolo. Tenía los ojos fijos en Draco, y éste creyó vislumbrar algo como decepción en su mirada.
-Yo quiero dártelas, Malfoy. Me fui porque…porque… no sé -Draco lo miró divertido, pero intentando mostrarse serio. - Es tu culpa, ¿sabes? Dijiste cosas que no entendí y… - se detuvo un momento para controlar el mareo y se rió de su propia incoherencia- y eso… era como chino.
-Es física, Potter. Física. Es bastante útil, ¿sabes? Explica muchas cosas. -Ahora Draco comprendía el porqué de la reacción de Potter. Había pensado que sus palabras eran algún insulto. Qué estúpido.
-Ya. Pero no entendí lo que dijiste. Era todo tan extraño. Es algo muggle, ¿sabes? Uno no esperaría que tú hicieras algo muggle. ¿No es cómo anti Malfoy?
-¿Prefieres qué los maldiga? Y lo fundamental en los Malfoy es saberlo todo. ¿Qué hacen los Potters, deprimirse y ahogarse en alcohol?
-Yo no estoy deprimido-dijo Potter dándole la espalda.
-Claro, y tampoco estabas ebrio.
-Hay cosas que no entenderías, Malfoy- dijo suspirando.
-Hay cosas que no sabes, Potter- dijo Draco, con una sonrisa irónica pero carente de malicia, preguntándose en qué momento la conversación se había transformado en algo serio.
Harry se sentó en el sillón nuevamente, Draco se sentó a su lado sólo por hacer algo. La teoría del agujero negro aún estaba presente. Entendía cómo se creaban, lo que implicaba conocimientos superiores a la media de la población, pero era incapaz de comprender a Potter.
Harry se acomodó contra el respaldo, cerró los ojos y relajó su cuerpo.
Draco lo miraba, analizándolo con ojo crítico. Pensando.
Se suponía que las partículas tendían al desorden, que era natural que la entropía aumentara con el tiempo; pero era necesario ejercer alguna fuerza que lo controlara. Él no podía permitir que Potter alterara sus planes prácticos y útiles de sólo sexo, mezclándolo con algo más. La entropía de sus pensamientos debía ser detenida ya.
Sin embargo, verlo en su casa en una situación tan amistosa le provocaba ganas de replantear los factores que influían en la gran ecuación de su vida. Potter estaba ahí, tranquilo, tratándolo como a un igual, como a un amigo, incluso dándole explicaciones.
Pensó que quizás él no era el único interesado en hacer reaccionar al otro.
o.o.O.o.o
Se aceptan tomatazos :), sugerencias e ideas.