Oct 22, 2007 02:24
No tienes que preocuparte ni por eso.
Antes de volver por fin a la calle, limpiaré la sangre que sigo dejando con mis nudillos en tu puerta. Sólo de llamar, sin ningún tipo de violencia.
Y una vez me haya ido, quizá abras la puerta.
O quién sabe. Quizá sólo hayas salido al supermercado. Durante semanas.