si los cabos no estuvieran sueltos, nadaría contra la corriente
sabría que pese a todo, llegaría a algún sitio,
después, navegaría por profundos océanos y me sumergería en la vida...
seguro que cuando volviera, el mar estaría en calma
y los albatros me saludarían desde el cielo
y habría encontrado el equilibrio perfecto entre
el mar y amar