Dec 26, 2014 14:08
Uno de los principales problemas que tiene nuestra sociedad con el sexo es que todo el mundo parece considerarlo un medio, y no un fin. La gente folla para lograr atención, para sentirse atractiva, para poder contárselo después a los amigos. La gente folla porque se lo ha recomendado su psicólogo o porque no quiere ser el único que no lo hace. La gente folla para conseguir algo a cambio, ya sea dinero, atención, autoestima, seguridad.
Esto no sólo es malo para la propia persona, sino que devalúa las relaciones y hace sentir mal a sus compañeros sexuales. Porque a menudo llega un momento en que te das cuenta de que no están follando contigo, sigo con su propia fantasía, o con tu fama, o tu dinero, o con sus propias inseguridades. Tú eres solamente un medio para lograr un fin, un instrumento. Lo que está pasando en esa cama, sofá o portal no tiene en realidad nada que ver con quién seas.
Hoy en día, casi todas las relaciones son una transacción comercial, un contrato. Desde los que necesitan gustarle a otros para gustarse a sí mismos, hasta los que necesitan pregonar a los cuatro vientos cada una de sus conquistas. Pasando, por supuesto, por las parejas demasiado acostumbradas el uno al otro que echan un polvo o dos los fines de semana para que la relación no se vaya definitivamente a pique. Follar a cambio de algo que no sea el propio sexo convierte las relaciones en una especie retorcida de prostitución.
Cada día es más difícil encontrar a alguien que folle simplemente por placer y para pasárselo bien, y no quiera cobrarse ningún favor después. Alguien que simplemente te diga "me gustas y me lo paso genial follando contigo".
filosofía barata,
sexo