Sep 20, 2010 00:05
Suspendí las últimas prácticas de la carrera, y me quedé a menos de cuatro créditos de libre configuración de ser ingeniero. Usurpé una habitación y comí gominolas con forma de bebé en Madrid. Sufrí un atasco en el extrarradio de París. Dormí con los personajes más extraños que uno pueda imaginar en un hostal de Colonia. Únicamente pude cenar una lata de mejillones encerrado en un coche, bajo una lluvia incesante, antes de dormir en un albergue/casa okupa de Copenhague. Encontré un restaurante barato en Brujas. Me lanzaron una cáscara de plátano, al más puro estilo Mario Kart, en una autopista sueca. Crucé puentes de más de 20 kilómetros de largo. Terminé discutiendo sobre fonética con una bielorrusa y un iraní en la casa de un neoyorkino en Uppsala, y huelga decir que a ninguno de ellos los conocía de nada.
Podría decirse que ha sido una semana... interesante.
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