La luna es nuestra[2]

Feb 06, 2006 12:50

Lo único que podía hacer él era avanzar en la oscuridad.
A paso lento. Con las manos en los bolsillos. En los bolsillos de unos pantalones piratas negros. Encapuchado con una sudadera naranja, color mandarina.
A medida que iba andando se escuchaba el dringar de un cascabel gigante en su muñeca. Y el brillar de los imperdibles con el reflejo de las tenues farolas.
No sabia bien donde iba, pero quería arriesgarse.
Le habían citado a la hora pactada en la colina más alta de aquel lugar.
“Tráelo todo” le habían dicho. Y así lo hizo.
Cargo todo lo necesario en una bolsa roja. Todo.
Nunca olvida su libreta.
“¿Como lo voy a encontrar?” preguntó él al recibir la información.
“La luna te guiara” habían argumentado.
Salio de casa unas horas antes, tenía que encontrar la colina.
Ya la divisaba a lo lejos. Encima de ella, brillaba la luna grande y llena.
Era extraño no divisar ninguna nube en el cielo.
“La luna es nuestra” murmuró para si, “La luna es nuestra”.
Y si, se notaba que era el día perfecto en el momento perfecto y en la hora perfecta.
Ellas tenían razón: “La luna es nuestra”.
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