Título: La mitad oscura.
Autor: Stephen King.
Calificación: 4/5.
Resumen: ¿Quién es el autor del macabro asesinato en la pequeña localidad de Castle Rock?. Las pruebas inculpan a un padre de familia, pero cuando están a punto de arrestarlo, un dato cuestiona las evidencias. Este hombre ha escrito novelas con seudónimo, un alter ego ahora innecesario. ¿Puede un ser imaginario cobrar vida propia y obrar por su cuenta?
Opinión sin spoilers: No logró engancharme como otros de King, pero la premisa es muy buena. Me interesó mucho al principio, aunque pensé que iba a ser más siniestro, como siempre las connotaciones psicológicas no se dejaron esperar y sinceramente fueron bastante interesantes, sin embargo, pienso que al menos en esta novela no debió de darle tanto peso a lo psicológico sino a la acción, porque a fin de cuentas no se resuelve de manera muy satisfactoria para el lector, en cuestión de que faltan explicaciones al final que dejan un poco frustrado.
Recomendable para pasar el rato, pero si quieren engancharse hay títulos más atrayentes de King que éste.
Título: Kafka en la orilla.
Autor: Haruki Murakami.
Calificación: 3/5.
Resumen: Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. La razón, si es que la hay, son las malas relaciones con su padre, un escultor famoso convencido de que su hijo habrá de repetir el aciago sino del Edipo de la tragedia clásica, y la sensación de vacío producida por la ausencia de su madre y su hermana, a quienes apenas recuerda porque también se marcharon de casa cuando era muy pequeño. El azar, o el destino, le llevarán al sur del país, a Takamatsu, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a una misteriosa mujer mayor, tan mayor que podría ser su madre, llamada Saeki.
Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia -en el sentido clásico-, sobre la de Satoru Nakata ya se ha abatido -en el sentido real-: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un extraño accidente que lo marcaría de por vida. En una excursión escolar por el bosque, él y sus compañeros cayeron en coma; pero sólo Nakata salió con secuelas, sumido en una especie de olvido de sí, con dificultades para expresarse y comunicarse... salvo con los gatos. A los sesenta años, pobre y solitario, abandona Tokio tras un oscuro incidente y emprende un viaje que le llevará a la biblioteca de Takamatsu. Vidas y destinos se van entretejiendo en un curso inexorable que no atiende a razones ni voluntades. Pero a veces hasta los oráculos se equivocan.
Como en el mejor Murakami, pasado y presente, sueño y vigilia, se funden y solapan creando una atmósfera en la que resulta difícil discernir deseo y pesadilla. Pero Kafka en la orilla es también una versión inusitada de la tragedia clásica pasada por el tamiz de una sensibilidad moderna, impregnada de su distanciamiento oriental y su desbordante imaginación, y salpicada de referencias culturales contemporáneas, música, sensualidad y un fino sentido del humor: Murakami en estado puro.
A finales de 2005, los críticos del suplemento literario del New York Times proclamaron Kafka en la orilla la mejor novela del año.
Opinión sin spoilers: Todavía no estoy segura de la puntuación que le he dado a este libro, porque durante más de la mitad del mismo estuve decepcionada e incluso enojada. Decepcionada por la gran cantidad de páginas y el contenido tan descriptivo, tanto que no veía la hora de terminarlo. No me gustan las descripciones tan mecánicas como "me senté, puse la mano en la mesa, levanté el tenedor", ¿dónde queda la magia en todo esto? Sin embargo, Murakami tiene un don especial para transportar, aún con descripciones tan mecánicas, al lector al mundo que ha creado. Y por eso me debato aún entre la calificación que le he dado, luchando entre un 3/4 estrellas, pero nunca sin llegar a 5.
¿Por qué? Porque hubo demasiada paja en este libro, demasiadas descripciones de cosas que no tenían mayor relevancia y sobretodo hubo una nota de libro de auto-ayuda que no pude soportar y que sentía metido como con calzador. Sobretodo porque la premisa del libro, al cerrarlo queda tan clara que no es necesario el diálogo de "todo va a estar bien, el mundo es bello y hermoso, blabla".
¿Qué lo redimió a mis ojos? El simbolismo japonés, esa extrapolación que se encuentra en sus obras. La música japonesa es alegre, optimista. Los libros, sin embargo, hablan de una cara más oscura, más extraña incluso hasta para ellos mismos y eso se refleja perfectamente en los protagonistas, en sus identidades, forjadas en un mundo que consideran frío y solitario, incluso poco atractivo para vivir.
No es lo mejor de Murakami que he leído y me pregunto si, re-leyendo Norgewian Woods no me desencantaré como con este, prefiero no averiguarlo, al menos no por ahora.
Fecha de inicio: 01/04/2012
Fecha límite: 01/04/2013
(
Mi estantería. )