Cap II: LO VUESTRO NO ES NORMAL

Oct 05, 2012 18:43




Dos



Genevieve recibió a Misha Collins con los brazos abiertos. La morena lo atosigó durante un buen rato con preguntas sobre Vicky y su embarazo y todos los recelos del invitado desaparecieron durante la cena mientras compartían unas costillas asadas y unas cervezas.

Jared no olvidaba la advertencia de Misha sobre su amigo. Aunque había fingido que creía que todo iba bien, estaba convencido que algo grave le ocurría, y en su fuero interno no podía menos que echar las culpas a Dannael. Nunca le había caído bien la pelirroja, pero ahora…

Aprovechó que su mujer y Misha conversaban animadamente sobre la futura paternidad del segundo y consiguió “asaltar” a su amigo y compañero de piso en la cocina, terminando de recoger.

-          ¿Me lo contarás? - preguntó directamente y sin rodeos

-          ¿El qué?

-          Lo que te ocurre desde que volvimos de vacaciones - Jared cerró la puerta de la cocina cortando la retirada al rubio.

-          Jay…

-          ¿Tengo que ponerte “ojitos de cachorro” a la Winchester? - el castaño tomó un taburete y se sentó delante de la puerta cerrada, dando a entender que no saldrían de ahí si Jensen no respondía a su pregunta - ¿tiene que ver con el absurdo plan de Dannael?

-          No es absurdo

-          ¡Jensen! ¡Es una locura!

-          No debí contártelo

-          Que yo me casara no quiere decir que tú tuvieses que hacerlo, yo quiero a Gen, tú no amas a Dannael. Sé que fue duro para ti, pero lo que estás haciendo no está bien - Jared abandonó la silla y abrazó a su amigo - te dije que nada cambiaría entre nosotros aunque me casara, no debiste…

Jensen se sacudió el abrazo y enfrentó al castaño entre enfadado y dolido.

-          ¿Y tengo que aceptarlo así? ¿Aceptar la limosna que quieras darme Jay? Te amo, ¡¿Lo entiendes?!

-          Yo también te amo

-          No, tú amas la tranquilidad de tenerlo todo, una esposa estupenda y un amante idiota que vive bajo el mismo techo, yo… - Jensen se mordió los labios

-          Ven aquí - No era la primera vez que hablaban de ello, pero ese no era el problema, esa situación la habían aceptado los tres, lo sujetó con fuerza, el rostro pálido y pecoso se levantó hacia él molesto - Te quiero y quiero a Gen, no estoy dispuesto a elegir ¿lo entiendes? No veo la razón para elegir. Ella lo entiende, ¿lo entiendes tú?

-          Ella se ha casado contigo

-          ¿Y eso importa? Realmente ¿importa? ¿hace que te quiera menos? ¿Quieres que la abandone?

El mayor apoyó la frente en el hombro de su amigo con un avergonzado “no”. Jared besó la cabeza inclinada, el rubio cabello corto, sosteniéndolo hasta que consideró que le diría lo que ocurría.

-          Danny y Jessica han discutido. El plan se ha post-puesto. Ni siquiera sé ahora si quiere llevarlo a cabo.

-          Demonios…

-          Es todo tan difícil… Hay niños por medio y el esposo de Jessica le ha prohibido volver a ver a Danny.

-          Eso lo entiendo, pero, en fin, podéis esperar…

-          Danny ha intentado contratar un matón para asustar a Warren…

-          ¡Se le ha ido la cabeza!

-          Golpeó a Jess, Jay, ese cabronazo la golpeó cuando aún no sabía lo de ella y Danny. Yo impedí que contratara a nadie y… estoy en un lío - avergonzado se separó de su amigo

-          Espera, ¿qué has hecho?

-          Fui a hablar con Warren… Nos peleamos y me ha puesto una denuncia por agresión

-          ¡¡¡QUÉ!!!

-          Lo he estropeado todo, Jessica ha paralizado la separación porque el abogado de Warren iba a usar la denuncia para quitarle a las niñas y Danny está desesperada y no quiere que permanezca junto a ese salvaje ni un segundo más.

-          ¡Mierda Jensen!

-          Eso no es todo… Sabes que Danny y Steve son como hermanos… Chris la escuchó contándole lo de la denuncia y le dio una paliza a Warren.

-          ¿También ha denunciado a Chris?

-          No, las lesiones me las cargo yo Jared, forman parte de mi expediente… y tengo que declararme culpable.

-          ¿Qué coño estás diciendo?

-          Me van a caer mínimo de dos a tres años Jay, estoy acabado.

-          Pero ¡No puedes declararte culpable!

-          Si no lo hago, si me defiendo, todo saldrá a la luz. Si Jessica lo tenía difícil cuando ese cerdo creía que yo era su amante imagínate si descubren que es Dannael… Le quitarán las niñas, ¡son bebés Jay! Y también implicarían a Chris… Mejor uno que cuatro ¿no?

-          Algo se podrá hacer…

-          El juicio será en noviembre, tío, de esto no debe enterarse nadie

-          Cuando te condenen se enterarán…

-          Sabes lo que quiero decir.

Jared volvió a rodearlo con sus enormes brazos como si así pudiera apartar de él toda la oscuridad que le acechaba. Por primera vez, desde que todo sucediera, Jensen se permitió unos segundos de relax, se venció sobre el más alto, refugiándose en él. No le había rechazado. Jared nunca le rechazaba por patético y torpe que fuera.

-          No voy a abandonarte Jensen, ¡Dios!… - exclamó ahogado por la emoción - estoy orgulloso de ti.

-          Dentro de unos meses seré un apestado - advirtió

-          ¿Cuándo te ha importado lo que piensen los demás?

-          Cuando pueden hacer daño a los que quiero, no quiero que te veas involucrado, bastante hay conmigo…

-          Idiota - Suspiró - veremos que ocurre ¿de acuerdo?

Jensen asintió más tranquilo. Misha y Gen abrieron la puerta de la cocina y sin mencionar para nada el abrazo acabaron de traer las cosas del almuerzo.

-          Gracias Jay - el rubio se separó a desgana y marchó a su habitación.

-          ¿Es gordo? - preguntó Misha

-          Bastante - confirmó Jared

-          Sabe que cuenta con nosotros ¿verdad? - Genevieve apretó el brazo de su pensativo esposo

-          Sí

-          ¿Y?... No nos vas a contar de qué va… - el invitado tuvo un mal presentimiento - ¿Esto puede afectar a la serie?

-          Misha, sólo puedo decirte que el máximo perjudicado será él




Jared se sentó en el capó del impala que acababan de limpiar para una de las escenas. Su Ipod le avisó que podía seguir con el plan trazado con Jensen. Sonrió escalofriantemente ensayando la expresión de su personaje en una de las escenas que rodaría después, mientras colocaba el pestilente paquetito con el detonador remoto en el bajo de la gabardina de Cass.

Justo a tiempo, la chica de vestuario, ajena a la debacle que ocurriría en unos segundos, llevo el indispensable atrezzo a Misha. Robert Singer lo siguió con la mirada, receloso, hasta que tomó asiento en la zona de descanso de los actores. El director solía disfrutar con las bromas que se gastaban unos a otros y más de una vez había participado en ellas, pero iban faltos de tiempo esa tarde, y si había alguna interrupción todo apuntaba a que acabarían de madrugada… otra vez.

Además, Jensen, que era el que solía agilizarlo todo, hoy estaba algo distraído. Y ¡voila!, en mitad de la escena dónde Castiel interroga a Crowley algo empezó a oler mal, literalmente. Mark Sheppard, el más cercano a la zona cero, junto a Misha, ocultó la cara en el antebrazo intentando respirar.

El de ojos azules consiguió mantener una expresión neutra antes de que le tocara salir de escena. Cuando el director dio el “corten”. Se quitó la gabardina y sin ninguna duda persiguió por todo el plató al gigante que consideraba responsable, y al que sus cómplices dejaron sólo ante el peligro.

-          Este chico no va a crecer nunca - manifestó descaradamente el director, poniendo cara de reprobación

-          No vamos a poder hacer carrera de él - intervino Jensen con la misma desvergüenza - ¡Qué le vamos a hacer! Es como un crío.

Pero no había tiempo para carreras, el rubio dio un potente silbido parando a perseguidor y perseguido, llamándoles para la siguiente escena. Ahora lamentaba un poco la pequeña broma, porque la gabardina olía fatal y Misha se aseguró de dejársela “olvidada” debidamente doblada y escondida cerca de su marca de escena.

No hizo falta repetir. Sea espoleados por el mal olor, o por lo que fuera, la escena salió a la perfección a la primera, recuperando algo del tiempo perdido durante la tarde.  Lo que no les libró de quedarse en el set hasta bien entrada la madrugada. Era el último día de grabación del episodio 10 y debían grabar una escena adicional del 12 para que Misha pudiese ir a casa durante las tres o cuatro semanas que faltaban aún para el rodaje del 15.

-          Deberías descansar un poco Jensen - el otro coprotagonista empujó a su amigo hasta su remolque - no has dormido nada en cuarenta y ocho horas y mañana rodaremos esa escena temprano para que Mish pueda coger el avión.

-          Estoy bien - se quejó el pecoso dejándose empujar hasta uno de los dos sofás cama, un enorme bostezo desmintió sus palabras - Oye Mish, ¿te quedas en la mía?

-          Claro Jen - sonrió el de ojos azules - si queréis liaros yo no voy a ser quien se interponga

-          Lees demasiados fics - bostezó aún más profundamente el rubio - eso sólo ocurre en la mente calenturienta de las fans

-          Sabes que no tenéis que fingir conmigo ¿no? - bromeó el mayor sentándose en el otro sofá cama - pero si es verdad que no estorbo, me quedo aquí

-          ¡Mishaaaa! - se quejó Jared haciendo un puchero - que nos cortas el rollo…

Los tres soltaron una carcajada unánime y desenfadada. Pero Jensen estaba realmente agotado así que incluso con los dos compañeros de caravana jugando a Assasin’s Creed II en la X-box, en pocos minutos se quedó dormido.

-          ¿Cómo lo lleva? - el de ojos azules seguía preocupado por el rubio

-          Parece que mejor Mish, pero ya le conoces, no suelta prenda.

-          Por cierto gigantón, la de esta tarde te la debo, ¿sabes lo que va a costar quitar ese olor? - gruñó Collins - me veo toda la temporada oliendo a bomba fétida tío

-          No es para tanto, a mi me parece que es más soportable que la naftalina.

-          Idiota

-          Juega y calla

-          Deberíamos descansar tío, en cinco horas nos estarán llamando.

Pero al final, ese día no rodarían la escena del capítulo 12. A las cuatro de la mañana sonaba el Ipod de Misha con la música más estridente que había encontrado para la ocasión.

Los tres actores despertaron sobresaltados y el castaño tomó el celular tan nervioso que no atinaba a responder la llamada. Jared se lo quitó y respondió él, era Victoria, desde la sala de espera del hospital. Había llegado el momento.

-          Tengo que irme tíos - Afirmó Misha recogiendo a toda velocidad sus cosas… - volveré la semana del rodaje del doce

Salió a la calle tropezando con todo sin acordarse ni de llamar a un taxi. Jensen, sin dudarlo un segundo cogió el único Impala apto para circular y se ofreció a llevarlo al aeropuerto, “Esto no me lo pierdo”, afirmó Jared subiendo en el asiento del copiloto.

Llegaron a la terminal en tiempo record, y mientras el más alto dejaba el vehículo en el parking los otros dos corrían a la oficina de American Airlines intentando encontrar un vuelo rápido a Boston.

-          Por favor señorita, tiene que haber algo, es muy importante - Misha, al borde del ataque de nervios sujetó a la recepcionista de la chaqueta del uniforme

-          ¡Oiga! ¡suélteme o llamo a seguridad!

-          No, por favor, entiéndelo - Jensen se acercó al mostrador conteniendo el ímpetu de su amigo - su esposa puede estar dando a luz en este mismo momento - puso su sonrisa más irresistible - imagínate, creo que sería capaz de ir en coche desde aquí, pero fíjate lo nervioso que está y encima, no ha dormido nada… no quiero que tenga ningún accidente.

-          ¿Su esposa va a tener un niño? - la joven empleada de la aerolínea cambió por completo de actitud - verá, normalmente suelen viajar de dos a tres empleados en tránsito, pero hoy solo viaja así un copiloto, así que podríamos hacer una excepción si consigo hablar con mi superior, un segundo.

Jensen cruzó los dedos guiñando un ojo a la muchacha que corrió a comentarle la situación a su superior. Una hora más tarde Misha partía rumbo a Boston.

El rubio se sentó junto a una columna en la sala de espera mientras llamaba a Singer para contarle lo ocurrido. Cuando Jared llegó con un par de cafés y unos dulces se lo encontró dormido.

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