Tema 12. Agujas -- Jude/George
Autor: nat_cliffhanger
Fandom: Harry Potter
Claim: George Weasley/Jude Baker(oc)
Tabla: Simbólica
Tema: #21 - Agujas
Título: Unfaithful
Notas: Leer antes los temas de Crisis y Abismo :)
“Last time we talked, the night that I walked, burns like an iron in the back of my mind. I must have been high to say you and I, weren’t meant to be and just wasting my time.”
.-¿Por qué nadie me había informado antes? -repuso refunfuñando mientras seguía a su mejor amigo por toda la tienda cual pollito tras la gallina. No recibió respuesta pero eso no le importó- ¿Por qué nadie me había informado de todo esto? Eh. Nadie. -George se detuvo para girar sobre sus talones y mirar a Lee con cara de pocos amigos, sin embargo no consiguió acabar con el tema- No me parece bien que me tengas desinformado de tu vida, Georgie, de tu vida y de si tengo alguna oportunidad. -movió las cejas de forma sugerida y se frotó las manos por unos segundos- ¿Qué me dices?
.-Eres mi mejor amigo, Lee, no puedo verte de otra forma. Además, no eres mi tipo. -Lee entrecerró los ojos mientras que el pelirrojo por el contrario chasqueó la lengua. Cogió a su amigo por un brazo y tiró de él para llevarlo a la parte más alejada de la tienda que encontró- Siento no haberte dicho nada… Pero he estado muy ocupado y nunca… Nunca he encontrado un buen momento. -se encogió de hombros- Además estas cosas es mejor decirlas en persona. ¿No? ¿O preferirías que te hubiese mandado una lechuza? -Lee se encogió de hombros mientras movía la cabeza y miraba disimuladamente a través de sus largas rastras- ¿Estás ofendido porque no te has enterado de que ahora estoy con Angelina o de que Jude esté disponible?
.-De lo segundo, obviamente. -rechistó sin dudarlo ni un segundo. George carraspeó mientras ponía los ojos en blanco. Lee le sonrió divertido y le dio unos golpecitos en el hombro amigablemente- Venga, no te enfades, ya sabes que me alegro por vosotros… Aunque sea un poco raro. -la sonrisa que se había formado en el rostro del pelirrojo se encogió durante unos segundos y Lee Jordan supo que no tenía que estirar más ese tema- Volviendo a cosas importantes. ¿Entonces dices que ya no te interesa…? -movió la cabeza para señalar a la pelirroja que atendía junto con Ron a un cliente que acababa de llegar-
.-Ron siempre es de mi interés, supongo que tengo esa desgracia al tenerle de hermano menor. -Lee desencajó levemente la mandíbula en una mueca, George le sonrió y se movió rápidamente para esquivarle. Su amigo rápidamente reaccionó y le siguió hasta los estantes que estaba reponiendo anteriormente- ¿Qué quieres, Lee? -preguntó con tono molesto y de pocos amigos- ¿Mi bendición? Eres libre de hacer lo que quieras, al igual que ella, así que haz lo que te dé la gana. Pero hazlo fuera de mi tienda.
.-¿Y fuera de tu presencia? -Lee revoloteó a su lado y en ese instante George se preguntó cómo es que seguía siendo su amigo a pesar de lo insistente que era. Pero recapacitó rápidamente, o al menos se obligó a hacerlo. Lee era su amigo, su mejor amigo, desde Hogwarts. Habían hecho muchas travesuras juntos y se lo habían pasado en grande en varias ocasiones. Por otro lado, él y Jude ya no tenían nada más que amistad, así que era libre para dejar que cualquiera se le acercase. Además, quién mejor que Lee después de todo.- Eres mi amigo, George. -recalcó mientras le ayudaba a rellenar los estantes que quedaban- No quiero que eso cambie por algo tan estúpido. -asintió y le medio sonrió- ¿Entonces como te va con Angelina? -preguntó con emoción. Y es que Lee siempre había tenido admiración por la ex capitana de Quidditch, aún le recordaba perfectamente relatar todo el partido por megafonía con tono de emoción pura y dura-
Le contestó un corto y tajante bien mientras dejaba en el último estante el resto de artículos que le quedaba por colocar. Lee arqueó una ceja y confundido le siguió hasta el mostrador dónde George le cobró a un cliente su compra. Quería preguntar más acerca del tema, pero sabía que el pelirrojo se lo iba a reservar para él.
.-Te lo dije, los ha comprado casi todos. ¿A que sí? ¿Cuántos caramelos longuilinguos le has cobrado? ¿Eh, George? -Tanto ella como Ron se tiraron encima del mostrador para ver lo que acababa de cobrarle- ¡Diez! ¡Diez caramelos! ¿Cuál es tu record, Ronnie? ¿Cuántos te han comprado a ti, eh? Cero, cerito, cero. -canturreó la pelirroja mientras Ron comprobaba una y otra vez la cantidad que su hermano había cobrado. George parpadeó anonadado mientras Lee reía divertido ante la situación- Ron me debe una ronda gratis. -el nombrado refunfuñó para quejarse pero Jude ya había encontrado otra distracción, ahora clavaba sus ojos azules intensos en la nueva persona que había en el mostrador- ¿Quieres comprar también unos caramelos, Lee? Los longuilinguos pueden alargarte la lengua lo imaginable… ¿Te imaginas… Como… Podríamos… Divertirnos… Con ello…? -Lee volteó para mirar a George quién enseguida fulminó a su amigo mientras negaba con la cabeza, Jude se echó a reír y rápidamente le lanzó una mirada a Ron- Así se hace, Ronnie.
.-Eso no es cierto. Hago yo eso y lo mínimo que consigo es una bofetada y la etiqueta de pervertido para el resto de mi vida. -se lamentó el menor de los Weasley mientras se apoyaba en el mostrador derrotado.- No es justo, así claro que me vas a ganar… Cualquiera no cae en un truco de ese calibre. -rechistó cruzándose de brazos al retirarse del mostrador- ¿Cuándo vamos a cerrar…? Hermione me espera y… Y no quiero hacerla esperar. -fingió un escalofrío con cara de miedo- ¿Vas a salir hoy con Lee o vas a ir con Angelina?
.-No, hoy me quedo en casa. -Ron asintió ante la respuesta tajante de su hermano, sabía que algo no iba bien pero no estaba seguro de que fuese el momento oportuno para preguntar.- Aunque voy a ir un momento a tomar algo con Lee. ¿Verdad? -insistió mirando a su amigo que estaba encontrando fascinante la explicación de Jude acerca de los diversos usos del caramelo longuilinguos, le dio una ligera pero contundente colleja para hacerlo reaccionar y surgió efecto inmediato ya que Lee asintió rápidamente y se dirigió sin más dilación hacia la puerta-
Después de pasar el rato con Lee, volvió a casa directamente y se dejó caer en la cama de su antigua habitación. Se quedó observando el techo mientras oía a sus padres y sus hermanos conversan mientras cenaban, él sencillamente se había escabullido con la excusa de no tener hambre. Y así era, su estómago tenía un gran nudo que lo revolvía constantemente. Cerró los ojos. Todo había vuelto y no sabía cómo había ocurrido, o sí lo sabía y no quería aceptarlo de ningún modo. Las pesadillas, los gritos al despertarse súbitamente, los recuerdos dolorosos, las ganas de llorar y de encerrarse para siempre en esa habitación, la idea de cerrar la tienda para siempre, el dolor asfixiante de haber perdido a Fred.
Apretó los ojos con más fuerza intentando no pensar en ello, se concentró en su vida actual para sacar lo bueno de seguir hacia delante. Recordó lo bien que iba su negocio, no podía quejarse de ello, era lo que siempre habían querido Fred y él. Recordó a Angelina y lo bien que se lo pasaba con ella, pero no podía pensar en que quizás la viese más como una amiga con la que recordar con más viveza a su hermano gemelo. Además a veces ella se confundía y le llamaba Fred, esos momentos resultaban más duros de lo que ella podía pensar. Dejó eso a un lado rápidamente al notar su estómago encogerse con fuerza. Y luego, inevitablemente, sus pensamientos se dirigieron hacia Jude. Quién, contradictoriamente, le otorgaba tristeza y alegría. Había visto como había evolucionado con su trabajo en la tienda, como se divertía compitiendo con Ron, como ahora atendía perfectamente a los clientes.
Quizás con demasiada atención. Esta vez no fue su estómago lo que se encogió, sino que sintió agujas clavarse en cada una de sus vísceras. Jude había pasado de ignorar a todos los clientes insistentes a atenderles con suma atención. Y aunque lograba que ellos gastasen más en artículos de broma, le hastiaba demasiado el momento en que tenía que cobrarles y lo único que ellos hacían era sonreír como bobalicones. Habría deseado echarlos a la calle, pero era dinero y lo necesitaba para salir adelante.
Se incorporó en la cama y antes de que pensárselo bien dos veces seguidas, desapareció para aparecerse en el apartamento de Jude. Sin duda el examen de ‘aparecerse’ era lo mejor que habían hecho él y Fred en su tiempo de estudiantes, era de lo más útil a pesar de lo mucho que su padre se había quejado de sus consecuencias. Miró el reloj que colgaba de la pared del comedor del piso, era ya tarde así que seguramente Jude estaría durmiendo hace rato. Entonces cayó en la cuenta de lo estúpido que había sido aparecerse pues su magnífico plan se acababa en ese instante. Puso los ojos en blanco y recapacitó, lo mejor sería volver. Pero entonces las luces se encendieron y supo que en ningún momento se sentiría más avergonzado que en aquel instante.
.-¿Vas a explicarme por qué estás ahí plantado a estas horas de la noche o prefieres que me haga una idea? O mejor, puedo llamar a la policía. Serán muggles, pero ya me gustaría ver qué haces para salvarte de ello. -movió la cabeza pensando en varias y divertidas situaciones, pero enseguida lo apartó de su mente al percatarse de que ahora no era el momento de pensar en cómo reírse de la autoridad muggle- O también puedes irte y aparentar que no ha ocurrido nada. -asintió de acuerdo con la última opción de Jude, era lo mejor para ambos, pero entonces un pequeño detalle le llamó la atención lo suficiente para hacerle cambiar de idea- La puerta está hacia el otro lado, Weasley. -sonrió divertido al notar el nerviosismo en su voz y eso solo intensificó el cambio de idea-
.-Esa es una de mis camisas. -Jude se miró a si misma automáticamente y entonces pareció percatarse de ello, retrocedió un paso y aunque estaba oscuro George pudo apreciar que las mejillas se le encendían- Quiero creer que me la dejé algún día… Y que no me la has robado directamente del armario ú.u…
.-Por supuesto que no. -refunfuñó ella con los brazos cruzados y totalmente a la defensiva- ¿Es para eso que has venido? ¿Para recuperar tu camisa? Un poco tarde para ello… ¿O es que la necesitas urgentemente? ¿Para Angelina quizás? -y al instante se calló. George se percató enseguida de que esa era la primera vez que ella la nombraba, era la primera vez que la escuchaba que le molestase y sobretodo la primera vez que notaba que en su tono de voz había celos. Sonrió aún más divertido y entusiasmado por la idea, era lo que había estado esperando desde un principio. Un indicio, una señal que le advirtiese de que a Jude aún le importaba lo suficiente- Ahora en serio, ¿por qué estás aquí? ¿No sabes que ya es suficientemente doloroso verte en la tienda? No es justo. -y se acercó un paso más hacia ella, esta vez Jude no retrocedió pero tampoco recibía ningún gesto que le advirtiese de que era bien bienvenido- No es justo, George. Ni para mí, ni para ti, ni para Angelina.
.-La justicia y las normas nunca ha sido lo mío. -se encogió de hombros con una sonrisa de oreja a oreja, sin embargo Jude no se le devolvió. Lo miró seria y con su mirada llena de un sentimiento que George no pudo descifrar del todo. Alzó la mano con indecisión, pues no sabía si ella iba a retroceder a pesar de haberle permitido acercarse todo lo que había querido, y con alegría comprobó que Jude no se apartó cuando deslizó sus dedos por su rostro recorriéndolo. Estaba seguro de que si se hubiese quedado ciego en ese instante, podría reconocerla con tan solo pasar sus dedos por la piel de ella. A pesar del tiempo que habían estado separados, aún seguía recordando cada detalle de su cara.- Pero supongo que sí que sería mejor irme sino todo acabará por complicarse.
.-Me gustan las complicaciones. -contestó rápidamente y todo quedo sumido en el silencio de la noche. George supo que seguir con el juego suponía arriesgar lo que ahora tenía. Cerró los ojos, y era eso lo que pretendía después de todo con su aparición en el piso de Jude. Quería perder lo que ahora tenía para recuperar lo que en su día había tenido. Algo que había creído tan perdido e imposible de recuperar.- ¿Y a ti? ¿Te gustan? -escuchó su susurro cerca de su única oreja y notó su aliento cálido acariciar la piel de su cuello-
.-No lo sabes bien.
Fandom: Harry Potter
Claim: George Weasley/Jude Baker(oc)
Tabla: Simbólica
Tema: #21 - Agujas
Título: Unfaithful
Notas: Leer antes los temas de Crisis y Abismo :)
“Last time we talked, the night that I walked, burns like an iron in the back of my mind. I must have been high to say you and I, weren’t meant to be and just wasting my time.”
.-¿Por qué nadie me había informado antes? -repuso refunfuñando mientras seguía a su mejor amigo por toda la tienda cual pollito tras la gallina. No recibió respuesta pero eso no le importó- ¿Por qué nadie me había informado de todo esto? Eh. Nadie. -George se detuvo para girar sobre sus talones y mirar a Lee con cara de pocos amigos, sin embargo no consiguió acabar con el tema- No me parece bien que me tengas desinformado de tu vida, Georgie, de tu vida y de si tengo alguna oportunidad. -movió las cejas de forma sugerida y se frotó las manos por unos segundos- ¿Qué me dices?
.-Eres mi mejor amigo, Lee, no puedo verte de otra forma. Además, no eres mi tipo. -Lee entrecerró los ojos mientras que el pelirrojo por el contrario chasqueó la lengua. Cogió a su amigo por un brazo y tiró de él para llevarlo a la parte más alejada de la tienda que encontró- Siento no haberte dicho nada… Pero he estado muy ocupado y nunca… Nunca he encontrado un buen momento. -se encogió de hombros- Además estas cosas es mejor decirlas en persona. ¿No? ¿O preferirías que te hubiese mandado una lechuza? -Lee se encogió de hombros mientras movía la cabeza y miraba disimuladamente a través de sus largas rastras- ¿Estás ofendido porque no te has enterado de que ahora estoy con Angelina o de que Jude esté disponible?
.-De lo segundo, obviamente. -rechistó sin dudarlo ni un segundo. George carraspeó mientras ponía los ojos en blanco. Lee le sonrió divertido y le dio unos golpecitos en el hombro amigablemente- Venga, no te enfades, ya sabes que me alegro por vosotros… Aunque sea un poco raro. -la sonrisa que se había formado en el rostro del pelirrojo se encogió durante unos segundos y Lee Jordan supo que no tenía que estirar más ese tema- Volviendo a cosas importantes. ¿Entonces dices que ya no te interesa…? -movió la cabeza para señalar a la pelirroja que atendía junto con Ron a un cliente que acababa de llegar-
.-Ron siempre es de mi interés, supongo que tengo esa desgracia al tenerle de hermano menor. -Lee desencajó levemente la mandíbula en una mueca, George le sonrió y se movió rápidamente para esquivarle. Su amigo rápidamente reaccionó y le siguió hasta los estantes que estaba reponiendo anteriormente- ¿Qué quieres, Lee? -preguntó con tono molesto y de pocos amigos- ¿Mi bendición? Eres libre de hacer lo que quieras, al igual que ella, así que haz lo que te dé la gana. Pero hazlo fuera de mi tienda.
.-¿Y fuera de tu presencia? -Lee revoloteó a su lado y en ese instante George se preguntó cómo es que seguía siendo su amigo a pesar de lo insistente que era. Pero recapacitó rápidamente, o al menos se obligó a hacerlo. Lee era su amigo, su mejor amigo, desde Hogwarts. Habían hecho muchas travesuras juntos y se lo habían pasado en grande en varias ocasiones. Por otro lado, él y Jude ya no tenían nada más que amistad, así que era libre para dejar que cualquiera se le acercase. Además, quién mejor que Lee después de todo.- Eres mi amigo, George. -recalcó mientras le ayudaba a rellenar los estantes que quedaban- No quiero que eso cambie por algo tan estúpido. -asintió y le medio sonrió- ¿Entonces como te va con Angelina? -preguntó con emoción. Y es que Lee siempre había tenido admiración por la ex capitana de Quidditch, aún le recordaba perfectamente relatar todo el partido por megafonía con tono de emoción pura y dura-
Le contestó un corto y tajante bien mientras dejaba en el último estante el resto de artículos que le quedaba por colocar. Lee arqueó una ceja y confundido le siguió hasta el mostrador dónde George le cobró a un cliente su compra. Quería preguntar más acerca del tema, pero sabía que el pelirrojo se lo iba a reservar para él.
.-Te lo dije, los ha comprado casi todos. ¿A que sí? ¿Cuántos caramelos longuilinguos le has cobrado? ¿Eh, George? -Tanto ella como Ron se tiraron encima del mostrador para ver lo que acababa de cobrarle- ¡Diez! ¡Diez caramelos! ¿Cuál es tu record, Ronnie? ¿Cuántos te han comprado a ti, eh? Cero, cerito, cero. -canturreó la pelirroja mientras Ron comprobaba una y otra vez la cantidad que su hermano había cobrado. George parpadeó anonadado mientras Lee reía divertido ante la situación- Ron me debe una ronda gratis. -el nombrado refunfuñó para quejarse pero Jude ya había encontrado otra distracción, ahora clavaba sus ojos azules intensos en la nueva persona que había en el mostrador- ¿Quieres comprar también unos caramelos, Lee? Los longuilinguos pueden alargarte la lengua lo imaginable… ¿Te imaginas… Como… Podríamos… Divertirnos… Con ello…? -Lee volteó para mirar a George quién enseguida fulminó a su amigo mientras negaba con la cabeza, Jude se echó a reír y rápidamente le lanzó una mirada a Ron- Así se hace, Ronnie.
.-Eso no es cierto. Hago yo eso y lo mínimo que consigo es una bofetada y la etiqueta de pervertido para el resto de mi vida. -se lamentó el menor de los Weasley mientras se apoyaba en el mostrador derrotado.- No es justo, así claro que me vas a ganar… Cualquiera no cae en un truco de ese calibre. -rechistó cruzándose de brazos al retirarse del mostrador- ¿Cuándo vamos a cerrar…? Hermione me espera y… Y no quiero hacerla esperar. -fingió un escalofrío con cara de miedo- ¿Vas a salir hoy con Lee o vas a ir con Angelina?
.-No, hoy me quedo en casa. -Ron asintió ante la respuesta tajante de su hermano, sabía que algo no iba bien pero no estaba seguro de que fuese el momento oportuno para preguntar.- Aunque voy a ir un momento a tomar algo con Lee. ¿Verdad? -insistió mirando a su amigo que estaba encontrando fascinante la explicación de Jude acerca de los diversos usos del caramelo longuilinguos, le dio una ligera pero contundente colleja para hacerlo reaccionar y surgió efecto inmediato ya que Lee asintió rápidamente y se dirigió sin más dilación hacia la puerta-
Después de pasar el rato con Lee, volvió a casa directamente y se dejó caer en la cama de su antigua habitación. Se quedó observando el techo mientras oía a sus padres y sus hermanos conversan mientras cenaban, él sencillamente se había escabullido con la excusa de no tener hambre. Y así era, su estómago tenía un gran nudo que lo revolvía constantemente. Cerró los ojos. Todo había vuelto y no sabía cómo había ocurrido, o sí lo sabía y no quería aceptarlo de ningún modo. Las pesadillas, los gritos al despertarse súbitamente, los recuerdos dolorosos, las ganas de llorar y de encerrarse para siempre en esa habitación, la idea de cerrar la tienda para siempre, el dolor asfixiante de haber perdido a Fred.
Apretó los ojos con más fuerza intentando no pensar en ello, se concentró en su vida actual para sacar lo bueno de seguir hacia delante. Recordó lo bien que iba su negocio, no podía quejarse de ello, era lo que siempre habían querido Fred y él. Recordó a Angelina y lo bien que se lo pasaba con ella, pero no podía pensar en que quizás la viese más como una amiga con la que recordar con más viveza a su hermano gemelo. Además a veces ella se confundía y le llamaba Fred, esos momentos resultaban más duros de lo que ella podía pensar. Dejó eso a un lado rápidamente al notar su estómago encogerse con fuerza. Y luego, inevitablemente, sus pensamientos se dirigieron hacia Jude. Quién, contradictoriamente, le otorgaba tristeza y alegría. Había visto como había evolucionado con su trabajo en la tienda, como se divertía compitiendo con Ron, como ahora atendía perfectamente a los clientes.
Quizás con demasiada atención. Esta vez no fue su estómago lo que se encogió, sino que sintió agujas clavarse en cada una de sus vísceras. Jude había pasado de ignorar a todos los clientes insistentes a atenderles con suma atención. Y aunque lograba que ellos gastasen más en artículos de broma, le hastiaba demasiado el momento en que tenía que cobrarles y lo único que ellos hacían era sonreír como bobalicones. Habría deseado echarlos a la calle, pero era dinero y lo necesitaba para salir adelante.
Se incorporó en la cama y antes de que pensárselo bien dos veces seguidas, desapareció para aparecerse en el apartamento de Jude. Sin duda el examen de ‘aparecerse’ era lo mejor que habían hecho él y Fred en su tiempo de estudiantes, era de lo más útil a pesar de lo mucho que su padre se había quejado de sus consecuencias. Miró el reloj que colgaba de la pared del comedor del piso, era ya tarde así que seguramente Jude estaría durmiendo hace rato. Entonces cayó en la cuenta de lo estúpido que había sido aparecerse pues su magnífico plan se acababa en ese instante. Puso los ojos en blanco y recapacitó, lo mejor sería volver. Pero entonces las luces se encendieron y supo que en ningún momento se sentiría más avergonzado que en aquel instante.
.-¿Vas a explicarme por qué estás ahí plantado a estas horas de la noche o prefieres que me haga una idea? O mejor, puedo llamar a la policía. Serán muggles, pero ya me gustaría ver qué haces para salvarte de ello. -movió la cabeza pensando en varias y divertidas situaciones, pero enseguida lo apartó de su mente al percatarse de que ahora no era el momento de pensar en cómo reírse de la autoridad muggle- O también puedes irte y aparentar que no ha ocurrido nada. -asintió de acuerdo con la última opción de Jude, era lo mejor para ambos, pero entonces un pequeño detalle le llamó la atención lo suficiente para hacerle cambiar de idea- La puerta está hacia el otro lado, Weasley. -sonrió divertido al notar el nerviosismo en su voz y eso solo intensificó el cambio de idea-
.-Esa es una de mis camisas. -Jude se miró a si misma automáticamente y entonces pareció percatarse de ello, retrocedió un paso y aunque estaba oscuro George pudo apreciar que las mejillas se le encendían- Quiero creer que me la dejé algún día… Y que no me la has robado directamente del armario ú.u…
.-Por supuesto que no. -refunfuñó ella con los brazos cruzados y totalmente a la defensiva- ¿Es para eso que has venido? ¿Para recuperar tu camisa? Un poco tarde para ello… ¿O es que la necesitas urgentemente? ¿Para Angelina quizás? -y al instante se calló. George se percató enseguida de que esa era la primera vez que ella la nombraba, era la primera vez que la escuchaba que le molestase y sobretodo la primera vez que notaba que en su tono de voz había celos. Sonrió aún más divertido y entusiasmado por la idea, era lo que había estado esperando desde un principio. Un indicio, una señal que le advirtiese de que a Jude aún le importaba lo suficiente- Ahora en serio, ¿por qué estás aquí? ¿No sabes que ya es suficientemente doloroso verte en la tienda? No es justo. -y se acercó un paso más hacia ella, esta vez Jude no retrocedió pero tampoco recibía ningún gesto que le advirtiese de que era bien bienvenido- No es justo, George. Ni para mí, ni para ti, ni para Angelina.
.-La justicia y las normas nunca ha sido lo mío. -se encogió de hombros con una sonrisa de oreja a oreja, sin embargo Jude no se le devolvió. Lo miró seria y con su mirada llena de un sentimiento que George no pudo descifrar del todo. Alzó la mano con indecisión, pues no sabía si ella iba a retroceder a pesar de haberle permitido acercarse todo lo que había querido, y con alegría comprobó que Jude no se apartó cuando deslizó sus dedos por su rostro recorriéndolo. Estaba seguro de que si se hubiese quedado ciego en ese instante, podría reconocerla con tan solo pasar sus dedos por la piel de ella. A pesar del tiempo que habían estado separados, aún seguía recordando cada detalle de su cara.- Pero supongo que sí que sería mejor irme sino todo acabará por complicarse.
.-Me gustan las complicaciones. -contestó rápidamente y todo quedo sumido en el silencio de la noche. George supo que seguir con el juego suponía arriesgar lo que ahora tenía. Cerró los ojos, y era eso lo que pretendía después de todo con su aparición en el piso de Jude. Quería perder lo que ahora tenía para recuperar lo que en su día había tenido. Algo que había creído tan perdido e imposible de recuperar.- ¿Y a ti? ¿Te gustan? -escuchó su susurro cerca de su única oreja y notó su aliento cálido acariciar la piel de su cuello-
.-No lo sabes bien.