Fandom: Soul Eater
Personajes: Chrona
Tabla:
AngstTema: #4.- Cambio
Palabras: 100
En el mundo de Chrona, todo había permanecido igual durante mucho tiempo. El sol que asomaba casi muerto, la interminable arena, su círculo marcando el lugar que le pertenecía. Las conversaciones que no lo eran y el sentimiento que ni siquiera llegaba a sentirse. Era monótono, rutinario.
Hasta que ella llegó.
Con sus acciones extrañas, con su sonrisa y fuerza, con sus bríos y el valor para despedazar aquella mediocridad y detener la rueda, cambiando su ciclo.
Porque Maka fue la fuerza para cambiar su destino.
Porque, al tomarla de la mano y ofrecerle su amistad, cambió también su corazón.
Fandom: Soul Eater
Personajes: Chrona
Tabla:
AngstTema: #5.- Sangre
Palabras: 500
Está oscuro, Chrona no puede ver. Es una figura pequeña agazapada en un punto impreciso dentro de la habitación de siempre, con las sombras de siempre, por la razón de siempre. Ha perdido la cuenta de las veces que ha estado ahí, de las veces que Medusa le ha encerrado, por lo mismo. Siempre lo mismo...
- ¡Idiota! ¡Por tu culpa nos han encerrado otra vez! ¡Idiota! ¡Inútil!
La voz de Ragnarok le taladra en los oídos y siente sus golpes, pesados y dolorosos, en su cuerpo entero. Le hace daño y siente dolor, reclama, intenta detenerlo, pero es en vano. No puede ya protegerse. Pedirle a Medusa -a mamá- que le detenga no provoca nada. Como su llanto, como sus lágrimas. Nada.
Es inútil, el luchar, Chrona lo sabe.
- Basta... duele.
También el reclamar, ya por inercia.
Las sombras se vuelven cada vez más densas y Chrona puede sentirlas bailar a su alrededor, acechándole, buscando su debilidad para cubrirle. Las sombras se burlan de su inutilidad y susurran a su oído que debería rendirse, obedecer o volverá con ellas, en un ciclo infinito. Y volverán a reírse, a acecharle, volverán a penetrar entre su piel, en sus venas, mezclándose con su sangre, consumiendo su alma de bruja débil.
Chrona se agazapa en su pedacito de vacío, ya que Ragnarok se ha cansado de golpear. También el cansancio le domina. Le llena y le agarrota los músculos. Cierra los ojos, despacio, con temor de abrirlos y el silencio roto por su propia respiración pesada y rota hace un suave eco en el recinto oscuro. ¿Será capaz Medusa de escucharla, desde ahí? El latido de su corazón que se degrada, el sollozo apagado que está sólo en su garganta. ¿Será Medusa capaz de oírlos? ¿Será capaz de aún ignorarlos?
Podría reír ante su propia ingenuidad al dudarlo.
El líquido resbala de su nariz, un poco por sus labios y siente un sabor diferente al férrico de su sangre. Diferente y a la vez no, es casi el mismo, mas no lo es. No es la primera vez, tampoco la última y aspira el hedor de su sangre. La toca con los dedos, viscosa. Es la misma sangre que se endurece en ocasiones, que ahora se derrama, escapando. Por momentos, Chrona cree que incluso su sangre le abandona.
Si pudiera, se abandonaría a sí mismo.
Cuando Medusa abre la habitación y la luz le lastima, Chrona ya no se queja. Ante las palabras de la bruja, sonríe. Lo ha entendido, realmente lo ha entendido. Sus movimientos le pesan, su cuerpo aún duele, pero sonríe. La mirada de su madre es tan fría como siempre al recibirle, si acaso eso es un recibimiento. Chrona no espera nada. Aún siente su rostro manchado del líquido desagradable, de su nariz aún mana, oscura como las sombras de las que sale. Tiene la oscuridad dentro suyo. Chrona quiere reír, porque no sabe si llorar.
- Mira, mi sangre es negra.
Y Medusa parece que sonríe.