Título: La naturalidad es una pose dificilísma de mantener
Fandom: Harry Potter
Claim: Grupo -> Tercera Generación
Personajes -> Albus Potter, Alice Longbottom, Scorpius Malfoy, Rose Weasley
Advertencias: Secuela de Heirs (mi FF.net)
10. La naturalidad es una pose dificilísima de mantener
Albus Severus Potter siempre ha encontrado que sus padres tienen el gusto en un lugar poco adecuado, o que son unos raritos empedernidos. Su padre le ha contado mil veces la historia del tal Severus Snape, traidor de los malos y héroe o modelo a seguir de Harry. Ginny siempre le dice que "tu nombre se debe a este hombre" cuando gana el cromo de Albus Dumbledore en las ranas de chocolate. Estupendo, dos directores de Hogwarts espectaculares. Y él, ¿qué pinta en todo eso? No va a ser más brillante por llevar el nombre de un mago brillante. Quizás será más fuerte porque se acostumbrará desde pequeño a no molestarse cuando los Jacks, Seans, Charlies, Nicks y demás niños normales se metan con él por el nombre.
Lo bueno es que Albus no soporta muchas más quejas de los muggles porque va a Hogwarts. Y allí, entre los Slytherin sobre todo, los nombres de estrellas y constelaciones abundan asi que llamarte "albino severo" se vuelve un detalle sin importancia. Además, como todo el mundo le llama Al, pueden pensar que se llama "Alphonse" o otro nombre del mismo estilo. Raro, pero no TAN raro.
De todas formas, sus padres tienen mal gusto. Eso está dicho. O bueno, quizá no tienen mal gusto. A lo mejor la cosa se debe a que no son originales o son muy reacios a tener que elegir algo. Porque ni uno de los seis nombres que le han puesto a sus hijos son originales. Son todos copias baratas del ingenio de padres mas originales.
Aparte de sus problemas con el nombre, Albus tiene problemas con lo que piensen los demás de él. No el típico problena de "si viste bien" o cosas de esas, no. Os lo explicaré. Albus odia las peleas y los malentendidos. Asi que no quiere provocar ninguno. Por lo que tiene que aparentar ser lo que el de enfrente espera de él para no decepcionarle. Y eso, cansa. Fingir que lo hace todo naturalmente cuando en realidad es un manipulador nato no es simple ni mucho menos.
Como hablábamos de su nombre, os pondré un ejemplo. Él, naturalmente, quiere que sus padres piensen que le gusta su nombre. Asi que no dice nada, finje que sonríe cuando le llaman por su nombre completo (como papá en el andén el primer dia de clase) y no se queja. Luego le cuenta a Rose lo mucho que odia ese nombre.
Hay gente, como Rose o Scorpius, con los que no tiene que finjir, por el simple hecho de que desde que los conoce les ha mostrado su verdadera faceta. Estar con ellos es un descanso increíble. Ni te lo imaginas.
Oh, ya, la peor de todas las situaciones tiene en su centro a Alice Longbottom. Una Gryffindor hija del profesor de Herbología y de la dueña del Caldero Chorreante. El caso es que ella cree que Albus es de sus mejores amigos y le confiesa todos y cada uno de los chicos que le gustan. Y claro, lo has adivinado, a Albus le gusta ella. Pero tiene que finjir, posar naturalmente como si no le gustase.
Bueno, ya conocéis la pose del mejor amigo enamoradamente frustrado. La peor de las veces, fue cuando Alice le confesó que le gustaba Scorpius. Le dijo que le encantaba por rubio y simpático, que le hacía reir y yo qué sé qué más. A Albus se le calló el mundo a los pies. No se lo dijo a Scorpius. A Alice le dijo que la ayudaría peo no hizo nada. Es la única vez que se ha sentido culpable por algo.
En Herbologia, Slytherin y Gryffindor, con el padre de profesor, era una tortura. Alice se quería poner con Scorpius pero aliada-Rose lo acaparaba y asi la niña debía quedarse con Albus.
Pero esa época se le pasó más rápido que despacio, gracias a Rose, que finjía por Albus (lo bueno es que Scorp y Rose se llevan tan bien que Rose solo le tuvo que decir al rubio que quería poner celoso a un chico y Scorpius la "ayudó" liándose con ella en los pasillos. Son asi de raros).
Se sucedieron más momentos del mismo estilo. Cada vez que Alice fichaba a uno nuevo, se lo contaba a Albus. Y Albus escuchaba y callaba. Siempre finjiendo, claro está, que esto era la más normal del mundo.
Un día, tanto Rose como Scorpius se le acercaron y le dijeron cuatro cosas a la cara:
1. Que dejase de hacer el tonto.
2. Que Alice se le iba a escapar.
3. Que se le declarase de una maldita vez si no quería estar así de por vida.
4. Que si no hacía nada de lo anterior, dejaban de hablar con él.
Así que ALbus fue obligado a declararse a su chica, él que ayudaba a la gente a conseguir pareja y que era tan tímido en asuntos personales. ¿Nueva sorpresa? Alice aceptó, aunque quedó sorprendida de que no se lo hubiese dicho antes.
Y Albus, con la cara relajada, se dijo a si mismo que es mejor ser natural que mantener la pose de naturalidad: es la más difícil.