Tabla Oscar Wilde # 05
Lucy Weasley es pelirroja, tiene pecas en las mejillas y los ojos marrones y grandes. Una nariz con forma de patata heredada de su madre y el pelo muy liso y oscuro. Lucy Weasley tiene la curiosidad pintada en el rostro, la amistad en la mano y una sonrisa en la boca. Lucy Weasley es hija de Percy y Audrey, tiene once primos (diez sin contar a su hermana mayor, Molly) mayores y dos mejores amigos, Lorcan y Lysander Scamander. Juntos son algo así como un huracán, las tres L... Desde que son pequeños y se conocieron en una fiesta que dio Lily Potter, prima mayor más cercana de Lucy, siempre van juntos.
Han entrado en Hogwarts este año y el sombrero los ha separado, pero no para mal. Lucy sabe perfectamente que estar en casas distintas será lo más divertido. Mientras ella está con los tejones en Hufflepuff y Lysander ha acabado (nadie sabe cómo) en Gryffindor, Lorcan está en Ravenclaw, único seguidor de la tradición familiar. Juntos han descubierto (el quinto día que pisaron el castillo) una Sala Incognoscible, la Sala de los Menesteres, y todos esos nombres que sirvan para lo mismo. Y llevan allí varios amigos. El primer año, y el segundo, jugaban al ajedrez mágico como exclusividad del club de las tres L. En tercero la cosa se fue abriendo de mente.
Lucy Weasley es amiga de todo el mundo y siempre consigue lo que quiere con su cara adorable y sus maneras envidiables. Muy astuta, lo sabe, lo usa. El Sombrero casi la manda a Slytherin, cosa que tampoco habría estado mal, para su plan de dominación del mundo con amistad y cariño, pero se decidió por Hufflepuff. Es amiga de todos los miembros de su casa pero si tiene una preferencia, esa es Tiana McMillan, hija de un compañero de colegio de sus tíos Harry, Ron y Hermione, que se llama Ernie y que a Lucy le cae muy bien, y de una señora bruja muy interesante que se llama algo así como Ternha Marmel - aunque Lucy no sabe si es cosa de un nombre artístico, porque es periodista de Corazón de Bruja.
Lucy y Tiana siempre han ido juntas desde que se conocieron en la mesa de Hufflepuff el uno de septiembre del primer año. Tiana fue la primera socia al grupo de las tres L, que aun no tenía mejor nombre que ese. Después se unieron, veces sí y veces no tanto, los demás de Hufflepuff de ese curso. Y los amigos de casa de Lorcan, se añadieron bastante rápido. Y algún Gryffindor algo autista, también. O cuando Lysander los obligaba a venir. No se le daban tan bien esas cosas de hacer amigos. Lucy lo había embaucado ella solita, pero si por él fuera, se encerraba sin hablar con nadie.
Más tarde, el club de Ajedrez dejó de ser sólo de Ajedrez. Cuando cursaron tercero y cuarto fueron añadiendo divertimentos, desde tardes de chicas, hasta juegos comunes en los que pasar mucha vergüenza; pasando por el siempre presente Ajedrez, naipes explosivos, carreras de vuelo y demás. Allá por quinto, se añadió una parte de Ayuda y Estudio para los TIMOS, aunque se añadían algunos alumnos de otros cursos, la mayoría copartían clases con Lucy, Lorcan y Lysander.
Lucy reclutó otros amigos, menos aceptados al principio, que se fueron integrando. La perdición del Club era tener a Lucy: si ella estaba, cada día atraía alguien más. Era un mito en Hogwarts, la querida por todos, la "amiga" por antonomasia... Podía llamarse punta de la pirámide social de Hogwarts. Movía hilos, manipulaba, escandalizaba, divertía... Cosa que le valdría el agradecimiento eterno de muchos chicos solos, y el gran triunfo que tendría en su vida después de Hogwarts. Desde primer curso trajo a gente de Slytherin que solía irse por dónde había venido a la primera, segunda, tercera, cuarta y décima vez. Cada vez se quedaban más. Lo interesante esos años estaba en el grupo en el que estuviese Lucy.
El problema fue traer a Neo Nott. Mala fama de hijo de mortífago, mala fama de mujeriego, mala fama de familia en decadencia (padre muerto, madre loca por la sangre pura, cuatro hermanos mayores huídos por el mundo), mala fama de golpeador en quidditch... Mala fama más que cuerpo. Pero a Lucy le caía bien. «Todos somos amigos, Neo incluído»... Hubo una discusión bastante fuerte entre los miembros de "las tres L"; y el grupo sufrió una disolución temporal.
Los gemelos por un lado y Lucy por el otro. Incluso entre los gemelos la cosa no iba tan bien. Lysander estaba totalmente en contra de Lucy y había decidido cogerle manía, porque le gustaba, aunque ni él mismo lo sabía. Lorcan en cambio estaba dispuesto a estar de acuerdo con la ya-no-tan-niña.
Reñir con Lucy te mandaba al nivel de la porquería de los piojos de las pulgas de la gata muerta y enterrada de Filch. Bajo tierra y en calidad de microscopio. Lorcan y Lysander no habían alimentado a la gente, no los habían escandalizado, ni los habían divertido en tanto grado como Lucy. Y si lo había hecho, que ella estuviese enfadada con ellos los tachaba permanentemente. La cosa quedaba así: Lucy (y Neo Nott) seguía con sus fiestas, sus juegos y sus tardes de chicas y ellos tenían que esconderse hasta en la biblioteca de las malas miradas. La cosa fue a peor para uno de ellos, porque Lorcan decidió al cabo de una semana que la cosa no era para tal drama yq ue iba a acordar pautas con Lucy. Lysander estando en desacuerdo, se quedó solo contemplando a su hermano y a su (adorada) Lucy a escondidas.
Lucy, aunque no lo parezca, no estaba mejor que el gemelo. Pelear era la situación más horrible del mundo. El némesis de la amistad que tanto pregonaba. Pero también era orgullosa y no caería. No señor. Ni dejaría de lardo al pobre Neo -que además parecía sentir debilidad por ella, y ella por él. A los dos meses empezaron a salir. Lysander no lo sabía - prefería no saberlo - pero le cayó como agua helada en la nuca cuando llegando tarde a una clase se encontró en un atajo con la parejita. Y no hacían nada inocente. Con dieciséis años tenían imaginación suficiente para pasar del beso casto e inocente - y para pasar del morreo absoluto hasta la semi desnudez en mitad de un pasillo poco transitado. Lucy y Lysander se miraban ahora y para siempre por encima del hombro.
Si la cosa mejoró, es otra historia... Y es que, según la misma Lucy, optimista ante todo, «Todo acaba bien; si va mal es que no ha acabado»... Pero en este caso, nuestras historia no ha acabado...
Han entrado en Hogwarts este año y el sombrero los ha separado, pero no para mal. Lucy sabe perfectamente que estar en casas distintas será lo más divertido. Mientras ella está con los tejones en Hufflepuff y Lysander ha acabado (nadie sabe cómo) en Gryffindor, Lorcan está en Ravenclaw, único seguidor de la tradición familiar. Juntos han descubierto (el quinto día que pisaron el castillo) una Sala Incognoscible, la Sala de los Menesteres, y todos esos nombres que sirvan para lo mismo. Y llevan allí varios amigos. El primer año, y el segundo, jugaban al ajedrez mágico como exclusividad del club de las tres L. En tercero la cosa se fue abriendo de mente.
Lucy Weasley es amiga de todo el mundo y siempre consigue lo que quiere con su cara adorable y sus maneras envidiables. Muy astuta, lo sabe, lo usa. El Sombrero casi la manda a Slytherin, cosa que tampoco habría estado mal, para su plan de dominación del mundo con amistad y cariño, pero se decidió por Hufflepuff. Es amiga de todos los miembros de su casa pero si tiene una preferencia, esa es Tiana McMillan, hija de un compañero de colegio de sus tíos Harry, Ron y Hermione, que se llama Ernie y que a Lucy le cae muy bien, y de una señora bruja muy interesante que se llama algo así como Ternha Marmel - aunque Lucy no sabe si es cosa de un nombre artístico, porque es periodista de Corazón de Bruja.
Lucy y Tiana siempre han ido juntas desde que se conocieron en la mesa de Hufflepuff el uno de septiembre del primer año. Tiana fue la primera socia al grupo de las tres L, que aun no tenía mejor nombre que ese. Después se unieron, veces sí y veces no tanto, los demás de Hufflepuff de ese curso. Y los amigos de casa de Lorcan, se añadieron bastante rápido. Y algún Gryffindor algo autista, también. O cuando Lysander los obligaba a venir. No se le daban tan bien esas cosas de hacer amigos. Lucy lo había embaucado ella solita, pero si por él fuera, se encerraba sin hablar con nadie.
Más tarde, el club de Ajedrez dejó de ser sólo de Ajedrez. Cuando cursaron tercero y cuarto fueron añadiendo divertimentos, desde tardes de chicas, hasta juegos comunes en los que pasar mucha vergüenza; pasando por el siempre presente Ajedrez, naipes explosivos, carreras de vuelo y demás. Allá por quinto, se añadió una parte de Ayuda y Estudio para los TIMOS, aunque se añadían algunos alumnos de otros cursos, la mayoría copartían clases con Lucy, Lorcan y Lysander.
Lucy reclutó otros amigos, menos aceptados al principio, que se fueron integrando. La perdición del Club era tener a Lucy: si ella estaba, cada día atraía alguien más. Era un mito en Hogwarts, la querida por todos, la "amiga" por antonomasia... Podía llamarse punta de la pirámide social de Hogwarts. Movía hilos, manipulaba, escandalizaba, divertía... Cosa que le valdría el agradecimiento eterno de muchos chicos solos, y el gran triunfo que tendría en su vida después de Hogwarts. Desde primer curso trajo a gente de Slytherin que solía irse por dónde había venido a la primera, segunda, tercera, cuarta y décima vez. Cada vez se quedaban más. Lo interesante esos años estaba en el grupo en el que estuviese Lucy.
El problema fue traer a Neo Nott. Mala fama de hijo de mortífago, mala fama de mujeriego, mala fama de familia en decadencia (padre muerto, madre loca por la sangre pura, cuatro hermanos mayores huídos por el mundo), mala fama de golpeador en quidditch... Mala fama más que cuerpo. Pero a Lucy le caía bien. «Todos somos amigos, Neo incluído»... Hubo una discusión bastante fuerte entre los miembros de "las tres L"; y el grupo sufrió una disolución temporal.
Los gemelos por un lado y Lucy por el otro. Incluso entre los gemelos la cosa no iba tan bien. Lysander estaba totalmente en contra de Lucy y había decidido cogerle manía, porque le gustaba, aunque ni él mismo lo sabía. Lorcan en cambio estaba dispuesto a estar de acuerdo con la ya-no-tan-niña.
Reñir con Lucy te mandaba al nivel de la porquería de los piojos de las pulgas de la gata muerta y enterrada de Filch. Bajo tierra y en calidad de microscopio. Lorcan y Lysander no habían alimentado a la gente, no los habían escandalizado, ni los habían divertido en tanto grado como Lucy. Y si lo había hecho, que ella estuviese enfadada con ellos los tachaba permanentemente. La cosa quedaba así: Lucy (y Neo Nott) seguía con sus fiestas, sus juegos y sus tardes de chicas y ellos tenían que esconderse hasta en la biblioteca de las malas miradas. La cosa fue a peor para uno de ellos, porque Lorcan decidió al cabo de una semana que la cosa no era para tal drama yq ue iba a acordar pautas con Lucy. Lysander estando en desacuerdo, se quedó solo contemplando a su hermano y a su (adorada) Lucy a escondidas.
Lucy, aunque no lo parezca, no estaba mejor que el gemelo. Pelear era la situación más horrible del mundo. El némesis de la amistad que tanto pregonaba. Pero también era orgullosa y no caería. No señor. Ni dejaría de lardo al pobre Neo -que además parecía sentir debilidad por ella, y ella por él. A los dos meses empezaron a salir. Lysander no lo sabía - prefería no saberlo - pero le cayó como agua helada en la nuca cuando llegando tarde a una clase se encontró en un atajo con la parejita. Y no hacían nada inocente. Con dieciséis años tenían imaginación suficiente para pasar del beso casto e inocente - y para pasar del morreo absoluto hasta la semi desnudez en mitad de un pasillo poco transitado. Lucy y Lysander se miraban ahora y para siempre por encima del hombro.
Si la cosa mejoró, es otra historia... Y es que, según la misma Lucy, optimista ante todo, «Todo acaba bien; si va mal es que no ha acabado»... Pero en este caso, nuestras historia no ha acabado...