Sep 23, 2008 12:10
Hola a todos!
La verdad, no sé muy bien como empezar este post de mi diario (que ya empieza a ser casi de frecuencia de actualización mensual ^^U) Como muchos, he regresado a mi rutina diaria después del verano (y sobretodo, después de una semanica sin tener que preocuparme de estudiar más exámenes) Una rutina que se me hace agridulce por momentos, especialmente al recordarme a mí misma que pese a todos mis esfuerzos, este septiembre fue un grandísimo fracaso sin paliativos. Para que os hagáis una idea, me presenté a tres asignaturas y de las tres sólo logré aprobar un parcial de parasitarias (que por suerte me eliminan para siempre, pero eso no quita los otros dos suspensos, ni el hecho que aún me queda por aprobar la segunda mitad de la asignatura) En consecuencia, estoy nuevamente haciendo dos cursos "a medias", manteniendo un precario equilibrio entre las cuatro asignaturas de cuarto que me quedan y las cuatro asignaturas cuatrimestrales de quinto en las que me pienso matricular.
Muchos me dirán "bueno, pero no está mal, ya estás con un pie en quinto, esto lo terminas enseguida y verás como en dos años ya estás currando de veterinaria!"
Siento decepcionaros, pero la realidad es mucho más triste.
Suponiendo (es demasiado suponer dada mi experiencia) que efectivamente limpie cuarto y quinto entre este curso y el siguiente, aún me queda una cosita que se llama Estancias, que consiste a grandes rasgos en hacer una serie de prácticas en cuatro fases: la primera fase en el hospital veterinario, pasando por todos los departamentos y especialidades, la segunda en matadero, realizando tareas de inspección de canales, la tercera en granjas de la zona, supervisando todos los procesos de producción, y la cuarta en una empresa privada/clínica, haciendo básicamente lo que he hecho este verano. Tras realizar cada periodo de prácticas hay que hacer unas memorias y entregar un informe que debe ser corregido por mi tutor de Estancias correspondiente. Este periodo, que abarca desde septiembre hasta diciembre, culmina con la presentación de un trabajo (equivalente al proyecto de fin de carrera en muchas facultades) que debe ser presentado y aprobado por un tribunal, tras lo cual se me reconocerá como licenciada en veterinaria.
Es decir, que con suerte terminaría la carrera en tres años. Pero teniendo en cuenta todas las variantes de suspensos, repeticiones, septiembre y créditos de optativas por cubrir con otras asignaturas no troncales, mis apreciaciones más optimistas sitúan mi licenciatura dentro de cuatro años.
Es decir, que tendré la friolera de 28 años cuando me licencie y empieze a trabajar, en algo que muy probablemente no me guste (tipo inspección de alimentos *escalofrío*), pero con lo que me tendré que conformar por un tiempo si quiero no morirme de hambre y pagar la hipoteca de la casa. Si pese a todos los baches finalmente consigo como quiero entrar a trabajar en el ámbito de la clínica veterinaria, aún me quedará la aún más difícil tarea de mantener mi negocio en una comunidad donde de cada 10 nuevas clínicas que se abren, sólo sobreviven 2 al cabo de dos años (y esto son estadísticas de hace 7 años, imaginaos ahora con la crisis...)
Es decir, que si a mis 30 años mi clínica sigue en pie, ya me puedo dar con un canto en los dientes...
En conclusión, no me extraña en absoluto que cada vez haya más gente que renuncie a hacer una carrera universitaria. Yo personalmente, de no haber nacido siendo tan sumamente testaruda (y algo masoca también, porque...), me habría rendido hace tiempo.
...
Iba a escribir más cosas, pero acabo de deprimirme con mi propio post T_T
Siento mucho haceros partícipes de esto. Espero estar de mejor humor mañana.
estudios