Aug 01, 2008 20:30
Pues sí, señoras y señores, he regresado de mis vacaciones ^^ Y no sólo eso, sino que ya he empezado hoy mismo con las prácticas de verano, o como lo llamo cariñosamente, mi "curro", aunque en realidad no es exactamente un curro porque lo que yo haga no me lo van a pagar mis jefas sino el estado, mediante una beca y con carácter retrospectivo (tan retrospectivo que, para que os hagáis una idea de lo que tardan, hace una semana se publicaron las listas parciales de aquellos alumnos en prácticas a los que se les había concedido la beca... por sus prácticas de verano del 2007 ^^U)
Y debo decir, aunque suena muy tipico, que me ha encantado la experiencia. Y es que lo bueno que tienen estas prácticas es que son tan participativas que tienes la sensación de que realmente estás aprendiendo la profesión tal y como es. No sólo eso, sino que como tienes que lidiar con los bichos que te van llegando a la consulta (aunque sea con asistencia de tu tutora), tienes la sensación de que estás contribuyendo a que tus pacientes se sientan mejor. Es algo verdaderamente gratificante ^_______^
Lo cierto es que al principio ha sido más un tour guiado por la clínica que otra cosa, más que nada porque los clientes no empezaron a venir hasta ya bien avanzada la jornada (seguro que algunos les daba pereza venir por el calor XDDDD... No, en serio, el calor hoy ha sido insoportable =_=U probablemente lo único malo de este día) Después de aquello nos llegaron tres casos relativamente sencillitos: Lo más aparatoso fue un conejo con un abceso en la mandíbula que le habían abierto y limpiado la semana pasada y que había vuelto a hincharse... ¿quién iba a pensar que pudiera haber semejante cantidad de pus en un pobre conejito? Creedlo o no, pero era excesivo. Y apestaba. Mucho. Y estoy acostumbrada al olor de cosas mucho peores @_@
Antes que el conejo vinieron una pareja de hermanos dueños de un criadero a recoger vacunas antirábicas y heptavalentes para una camada de cachorros que les habían nacido hace poco. Pura rutina, igual que el cachorrito de Yorkshire que nos vino después para lo mismo. Ahí lo más problemático fue hacerle la ficha a los dueños y a los perros, registrarlos en la base de datos gubernamental... papeleo burocrático que se vió acelerado gracias a que en las horas muertas donde no nos llegaba nada mi tutora me había explicado lo básico sobre el funcionamiento del programa informático con el que hacen todas esas gestiones.
Lo último que nos llegó fue una hembra de rottweiler (... mierda, no me acuerdo como se escribe... si hay algún dueño de esta raza perruna leyéndome, que me corrija si me he equivocado ^^U Gracias) preciosa, con cojera intermitente (o sea, que va y viene XD) que al final resultó tener una infección en la cortical del radio. Para ser una perra tan grande la pobrecita se acojonaba mucho con nosotras, hasta el punto en que nos dificultó bastante el hacerle una radiografía ^^U; la explicación según el dueño podría estar en que cuando era más pequeña la tuvieron varios días ingresada y desde entonces teme a los veterinarios porque piensa que le van a hacer cosas raras... bueno, bien mirado, si nos ponemos en el lugar de un perro, es muy normal. Es un poco como cuando te llevan al dentista de pequeño, te acojonas porque has oído de tus compañeros que duele, que te abren la boca a la fuerza y te meten un montón de trastos para sacarte las caries, o peor, porque todas esas sensaciones las has sentido ya en una sesión anterior (y que no me tomen a mal los dentistas, si hay alguno por ahí leyéndome ^^U En serio, no tengo nada en contra vuestra, de hecho aunque he ido poco siempre me han tratado bien)
En fin, en resumen que la gente de la clínica es muy maja, que han sido muy amables conmigo y que me ha gustado tanto la experiencia que las cuatro horas que estuve se me pasaron volando. Tanto que me han quedado ganas de repetir.
Me siento como Hodges de CSI en su "Día de suerte" *^^*...
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